La publicidad en la era digital: innovación o irrelevancia

En un mundo interconectado y con múltiple información en diferentes plataformas no basta con diseñar ideas atractivas; las campañas deben estar fundamentadas y adaptadas a un ecosistema digital en constante evolución

La publicidad y el marketing digital seguirán siendo una industria en crecimiento. (Andina)

El auge digital ha transformado en pocos años la forma en la que consumimos y en la que nos comunicamos. La publicidad no es la excepción. Actualmente, el consumo de datos móviles representa más del 50% del tráfico de internet, y se estima que la inversión global en publicidad móvil bordeará los 300 mil millones de dólares al cierre del 2024, según Statista. Es por ello que las estrategias publicitarias tradicionales ya no bastan, es necesario redefinirlas para conectar de manera efectiva y eficiente con audiencias en constante cambio y a través de diferentes plataformas.

La publicidad en la era digital enfrenta desafíos únicos, pero también ofrece oportunidades sin precedentes. Conocer a las audiencias, diseñar estrategias basadas en datos y explorar las tendencias emergentes son acciones clave para mantenerse relevante en un mercado saturado.

Cabe resaltar que la transformación de la publicidad en la era digital no se trata solo de trasladar mensajes de los medios tradicionales a las plataformas digitales, sino que se trata de un proceso que requiere entender profundamente a las audiencias, cómo desean entablar la comunicación, plantear tácticas sustentadas con datos y explorar creativamente los recursos que ofrecen las nuevas tecnologías.

Las diversas plataformas de datos permiten analizar a las audiencias de manera integral, tomando datos en tiempo real, lo que nos permite contar con una visión 360° de lo que nuestros consumidores requieren, permitiendo personalización de mensajes, pero sobre todo de experiencias. Los hábitos, preferencias y formas de comportamiento digital y no digital, difieren en cada grupo demográfico; por lo que las experiencias deben ser reforzadas desde la información y con una fuerte conexión emocional. Este último punto solo es posible con la evaluación de datos y con el acercamiento a las personas para comprender y verificar de primera mano lo que la data nos ofrece. De esta forma puede crearse en la estrategia una conexión emocional real con las marcas.

La creatividad siempre será el pilar de la publicidad, pero hoy más que nunca debe de ser estratégica. En un mundo interconectado y con múltiple información en diferentes plataformas no basta con diseñar ideas atractivas; las campañas deben estar fundamentadas y adaptadas a un ecosistema digital en constante evolución. Esto implica analizar la información de los consumidores para diseñar mensajes que resuenen con sus intereses y necesidades específicas.

Además, el enfoque transmedia se ha convertido en una herramienta poderosa, pues crear campañas donde cada canal refuerce una narrativa global permite mantener la atención del público y generar experiencias inmersivas. En un mundo donde la atención es un recurso escaso, estas estrategias son esenciales para destacar y dejar huella. Por esta razón, el futuro de la publicidad se encuentra en la intersección entre creatividad y tecnología. Según Kantar, las tendencias que marcarán el marketing en 2025 incluyen el uso de inteligencia artificial, la creación de contenidos basados en experiencias y el aprovechamiento de tecnologías inmersivas como la realidad aumentada y la realidad virtual. En ese sentido, adoptar estas innovaciones no solo amplía las posibilidades creativas, sino que también fortalece el vínculo entre marcas y consumidores al ofrecer experiencias personalizadas y memorables. Las empresas que lideren este cambio tendrán una ventaja competitiva en un mercado cada vez más saturado.

En este contexto, es clave que la preparación de los futuros publicistas contemple la adaptación al cambio, el acercamiento con empresas, solución de casos prácticos, participación en festivales y actividades específicas que los aproximen al mundo laboral y que los hagan partícipes desde la organización hasta la ejecución de los mismos. En un mundo donde la evolución es la única constante, no basta con adaptarse; es necesario innovar para destacar.