Con 11 votos a favor, 3 en contra y una abstención, la Comisión de Cultura del Congreso de la República aprobó el dictamen que declara a las corridas de toros y peleas de gallos como manifestaciones culturales. La iniciativa recoge los proyectos presentados por los congresistas de Podemos Perú, Juan Burgos y Jorge Luis Flores Ancachi.
El dictamen avanza un paso más para ser debatido en el pleno, en medio de una intensa controversia que enfrenta a defensores de las tradiciones y activistas por los derechos de los animales.
Susel Paredes, una de las congresistas opositoras a este proyecto, señaló que continuará “dando pelea” para que no se apruebe y recordó que uno de los promotores, el congresista Burgos, se niega a respetar el derecho de las minorías, porque se manifestó en contra de la unión civil.
Asimismo, llamó a los movimientos antitaurinos a oponerse a esta propuesta. Hay que recordar que Perú es uno de los cinco países donde la tauromaquia aún se practica, a fines de mayo, el congreso de Colombia aprobó prohibir las corridas de toro a partir del 2028.
Tras conocerse la decisión, el colectivo Cultura sin tortura advirtió que la decisión de la Comisión de Cultura contradice los informes técnicos del Ministerio de Cultura, que ha señalado la improcedencia de esta declaración, además que se ignoró la opinión de más de 100 asociaciones de protección animal, ecologistas y culturales de todo el país.
¿Qué dice el dictamen?
La iniciativa aprobada tiene como objetivo declarar a la tauromaquia y las peleas de gallos como expresiones culturales y reflejo de la diversidad cultural del país. Asimismo, se propone garantizar su preservación y desarrollo sostenible, enmarcados en el derecho fundamental de acceso a la cultura.
Para esto, dispone que el Ministerio de Cultura, conforme a la normativa vigente, actualice el registro e inventario cultural de estas prácticas a nivel nacional. También señala la necesidad de incluir estas actividades como parte de las festividades patronales de ciudades y pueblos peruanos, reconociendo su valor en las tradiciones locales.
Por otro lado, encarga al Ministerio de Comercio Exterior y Turismo promover el turismo vinculado a estas actividades, reforzando su sostenibilidad. Además, se declara de interés nacional la protección y crianza de razas autóctonas de reses de lidia y gallos de pelea. Según el texto, estas actividades contribuyen al desarrollo cultural, artístico y económico en todo el país.
Sin embargo, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo ha confirmado que no existe evidencia de impacto económico de la tauromaquia en el Perú
Corridas de toro en Perú
En Perú, las corridas de toros han sido una tradición profundamente arraigada desde los primeros años de la colonización española. Aunque actualmente enfrentan un creciente rechazo por parte de quienes las consideran un acto barbárico, estas prácticas continúan siendo vistas por muchos como un componente esencial de la cultura peruana.
El origen de las corridas de toros en Perú no se remonta al antiguo Imperio Inca, sino que se introdujo con la llegada de los conquistadores españoles. Uno de los primeros registros de esta actividad en Lima data de 1538, aunque algunos historiadores debaten sobre la exactitud de esta fecha. Otros sugieren que la primera corrida se celebró el 29 de marzo de 1540, coincidiendo con la consagración de un nuevo obispo para la ciudad.
Durante el siglo XVI, las corridas de toros se convirtieron en un evento social importante en la vida colonial peruana, atrayendo a personas de diversas clases sociales. En esa época, las corridas estaban marcadas por la rivalidad entre los conquistadores españoles, quienes competían por el control del territorio. A lo largo del siglo XVII, estas prácticas continuaron siendo una parte significativa de la vida social en Perú, celebrándose regularmente en la Plaza Mayor de Lima.