Tres universidades no obtuvieron licencia de Sunedu y cerrarán este 31 de diciembre: ¿qué sucederá con sus alumnos?

El sistema educativo superior y el número de universidades en Perú tendrá grandes reformas por una nueva decisión de la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu).

Tres universidades del país deberán cesar sus operaciones este 31 de diciembre de 2024, después de no haber logrado cumplir con las Condiciones Básicas de Calidad (CBC) exigidas por la entidad.

Esta medida afecta tanto a universidades privadas como nacionales y se enmarca en la normativa de la Ley Universitaria, que busca asegurar que las instituciones de educación superior operen bajo estándares de calidad adecuados. Con la medida anunciada surge la duda sobre qué pasará con los estudiantes.

Las universidades que no lograron obtener el licenciamiento de la Sunedu son:

• Universidad José Carlos Mariátegui
• Universidad Andina Néstor Cáceres Velásquez
• Universidad Latinoamericana CIMA

Estas instituciones deberán cerrar sus puertas de manera definitiva a partir del 31 de diciembre de 2024. La medida obedece a que no cumplieron con los requisitos establecidos por la Sunedu para garantizar una educación superior de calidad.

Además, es importante mencionar que el licenciamiento por parte de la entidad adscrita al Ministerio de Educación (Minedu) es un proceso clave en el cual las universidades deben demostrar que cumplen con ciertos criterios de calidad en aspectos académicos, administrativos e infraestructurales.

En ese sentido, se destaca que la decisión de ordenar el cierre definitivo de las tres casas de estudio responde al objetivo de fiscalizar y asegurar que las universidades operen dentro de un marco que favorezca la formación de profesionales con las competencias necesarias para enfrentar un mercado laboral altamente competitivo.

Uno de los mayores desafíos derivados de esta decisión es el impacto que tendrá en los estudiantes que actualmente cursan estudios en estas universidades. Según lo señalado por la Sunedu, las universidades afectadas deben mantener una comunicación efectiva con sus estudiantes para informarles sobre las opciones disponibles para continuar con sus estudios. Este proceso incluye proporcionar los documentos académicos pertinentes, como los certificados de estudios, a aquellos que deseen transferir su formación a otra universidad.

Además, la Sunedu ha subrayado que las universidades afectadas tienen la opción de firmar convenios con otras instituciones de educación superior que cuenten con licenciamiento. De esta manera, se facilitaría la reubicación de los estudiantes, permitiéndoles continuar sus estudios sin perder el tiempo ya invertido.

El cierre de las tres universidades mencionadas no es un hecho aislado. Durante el primer semestre de 2024, otras tres instituciones también cesaron sus actividades de manera definitiva por no cumplir con los requisitos de licenciamiento de la Sunedu. Estas universidades son:

• Universidad San Andrés, que cerró el 14 de agosto de 2024.
• Universidad Particular de Chiclayo, que cerró el 19 de agosto de 2024.
• Universidad Privada Telesup, que cerró el 4 de septiembre de 2024.

Con estos cierres, el número total de universidades que han cesado sus operaciones en el transcurso de 2024 asciende a seis.

La Sunedu define las Condiciones Básicas de Calidad (CBC) como un conjunto de requisitos fundamentales que las universidades deben cumplir para obtener el licenciamiento y operar legalmente en el país. Estos requisitos incluyen varios aspectos clave que aseguran la calidad educativa, como:

• La existencia de objetivos académicos claros y planes de estudio definidos para los diferentes programas de grado y título.
• Una oferta educativa coherente con los instrumentos de planificación de la institución.
• La disponibilidad de infraestructura y equipamiento adecuado para el desarrollo de actividades académicas y de investigación.
• La creación de líneas de investigación bien establecidas.
• La contratación de personal docente calificado, con un mínimo del 25% de docentes a tiempo completo.
• La implementación de servicios educativos complementarios, como bibliotecas, centros de idiomas y orientación profesional.
• La existencia de mecanismos de inserción laboral para los egresados.
• La transparencia en la gestión administrativa y financiera de la universidad.