La cuenta regresiva para la Navidad 2024 ha comenzado, y con ella, la emoción de preparar el pesebre, una de las tradiciones más entrañables de estas fiestas. Mientras decoramos nuestros hogares con figuras de la Sagrada Familia, las ovejas y los pastores, nos surge una pregunta: ¿Qué animales deberían estar realmente en nuestro pesebre según la Biblia? Aunque muchas veces se incluyen camellos, caballos y otras criaturas, la verdadera historia detrás de la Nochebuena tiene más detalles de los que podríamos imaginar.
Según los relatos bíblicos, los animales en el pesebre tienen un significado simbólico y están ligados a la humildad y sencillez del nacimiento de Jesús. Sin embargo, al revisar los textos sagrados, descubrimos que no todos los animales que vemos habitualmente en las representaciones navideñas tienen base bíblica. ¿Qué animales, entonces, son los que realmente deberían acompañar al Niño Jesús en su primer pesebre? Descubre los detalles detrás de esta tradición y cómo los animales de la Biblia nos hablan de la esencia misma de la Navidad.
La tradición de armar el pesebre en Navidad
En Perú, la tradición del pesebre es un acto profundamente arraigado en la cultura y la fe cristiana. Cada año, las familias se preparan para la Navidad y crean representaciones del nacimiento de Jesús, lo que se convierte en una de las tradiciones más importantes de la festividad. En cada hogar, la instalación del pesebre es un momento especial en el que participan todos los miembros de la familia, desde los más pequeños hasta los mayores, lo que refleja la unión familiar y el sentido de comunidad.
Lo interesante de la tradición del pesebre en Perú es su variabilidad según la región. En la costa, especialmente en Lima, los pesebres suelen ser de estilo europeo, con figuras en miniatura que representan la escena de Belén, mientras que en las zonas andinas se opta por incluir elementos autóctonos como llamas, alpacas y figuras de los pastores vestidos con ropa tradicional de la región. En el oriente del país, especialmente en la Amazonía, algunos pesebres incluyen animales propios de la selva, como jaguares, monos y aves, esto ha sido adaptado a la escena sobre la diversidad natural del Perú.
Animales presentes en el nacimiento de Jesús, según la Biblia
El nacimiento de Jesús, tal como se describe en los relatos bíblicos, no menciona de manera explícita los animales que estuvieron presentes en el pesebre. Sin embargo, si consideramos el contexto histórico y las costumbres de la época, podemos deducir qué animales eran comunes en las viviendas rurales de aquel tiempo. La Biblia no proporciona detalles específicos sobre los animales, pero sabemos que en un Belén humilde y austero, como el que se describe en las escrituras, lo más probable es que los animales que acompañaban a la Sagrada Familia fueran los más comunes en esos hogares: ovejas, bueyes, burros y mulas. Estos animales eran accesibles para las familias de clase baja, mientras que los caballos, utilizados por las personas de mayor estatus, eran un lujo reservado para el transporte entre ciudades.
Este enfoque sobre los animales en el pesebre no solo se basa en la interpretación histórica, sino también en las representaciones tradicionales que perduran hasta hoy. Por ejemplo, el pesebre que el Vaticano monta en la Plaza de San Pedro se limita a una configuración sencilla, con solo un burro, una oveja, y la figura de María con el Niño Jesús.
Esta representación minimalista refleja fielmente el relato bíblico, enfatiza la humildad del nacimiento de Cristo. Asimismo, la primera representación del pesebre organizada por San Francisco de Asís en 1223 fue diseñada para recrear un escenario lo más fiel posible a las escrituras. Al igual que en las representaciones modernas, limitó la presencia de animales a una oveja, un buey, un burro y una mula, esto destacó la simplicidad y la paz que rodearon el nacimiento de Jesús.
¿Desde qué fecha se debe colocar el pesebre en casa?
La tradición de colocar el pesebre en casa varía según las costumbres y creencias de cada familia, pero en muchos lugares, especialmente dentro de la comunidad católica, el pesebre debe armarse generalmente el 8 de diciembre, día en que se celebra la Inmaculada Concepción de María, aunque algunas familias lo colocan antes, al inicio de diciembre, para disfrutar más tiempo de la representación del nacimiento de Jesús. En muchos países latinoamericanos, la fecha también puede coincidir con el comienzo del Adviento, el período de cuatro semanas antes de Navidad, el cual comienza el cuarto domingo antes del 25 de diciembre.
Es importante destacar que en algunas culturas, el niño Jesús no se coloca en el pesebre hasta el 24 de diciembre, en la Nochebuena, como parte de la tradición de mantenerlo oculto hasta el momento del nacimiento. De esta manera, el pesebre se completa en la víspera de Navidad, justo antes de la Misa de Gallo o de las celebraciones nocturnas.