Los extensos campos de cultivo en Olmos, Lambayeque, una región reconocida por su potencial agrícola, enfrentan un desafío inesperado. Prometidos como la solución para convertir terrenos áridos en un modelo de productividad, hoy los agricultores denuncian la falta de agua y señalan a la concesionaria H2Olmos, vinculada a la empresa Odebrecht, como responsable de la crisis, según el informe presentado por Panorama.
Los agricultores aseguran que los problemas no solo afectan sus cultivos, sino también su capacidad para subsistir. Sin agua suficiente, el futuro de la región pende de un hilo.
La represa Limón, construida como parte del Proyecto de Irrigación Olmos, debía almacenar más de 30 millones de metros cúbicos de agua para garantizar el riego durante épocas climáticas difíciles. Sin embargo, actualmente solo retiene 11 millones, según reporta Rafael Quilcate, gerente general de Agrolmos. “El resto está completamente cubierto de barro”, señaló.
La falta de mantenimiento, según los agricultores, generó un deterioro progresivo en la infraestructura. Los canales de riego apenas transportan agua, dejando sin posibilidad de riego más de 43 mil 500 hectáreas destinadas al cultivo de caña de azúcar, banano y mango. “Con esta cantidad de agua no podemos hacer agricultura”, reclamó un productor mientras mostraba un canal casi seco.
Costo elevado por agua inexistente
Para los grandes exportadores, el impacto financiero es considerable. Quilcate detalla que pagan alrededor de S/ 9 millones mensuales por agua que no reciben en su totalidad. “Deberíamos recibir 18 millones de metros cúbicos al mes, pero apenas obtenemos un tercio de eso. Sin agua oportuna, lo que tenemos son campos secos y producción reducida”, aseguró mientras recorría un terreno destinado al cultivo de caña, donde las hojas secas reflejan la gravedad del problema.
Además, señaló que la falta de agua ha reducido las expectativas de cosecha. Un campo que debería producir 130 toneladas por hectárea apenas alcanzará 70 toneladas. “Pagamos el 100%, pero recibimos mucho menos de lo que necesitamos”, expresó.
La situación es crítica no solo para los grandes productores, sino también para los pequeños agricultores de Olmos. Cultivos de banano y mango están en riesgo de perderse por completo. “Estamos a punto de perder nuestros cultivos. Si esto no mejora, lo perderemos todo”, afirmó uno de los productores mientras señalaba un campo que debería estar lleno de actividad, pero que hoy está vacío.
Audias Tiquillahuanca Julca, agricultor del Valle Viejo, expresó su indignación por el incumplimiento de la concesionaria. “Quiero pedir al Gobierno Regional que no firme la ampliación de la concesión por diez años más. No han cumplido con lo establecido”, declaró.
Gilber Sosa La Madrid, otro agricultor afectado, indicó que la represa no cumple con su propósito inicial. “Está mal ejecutada. Deberíamos estar aprovechando esa agua, pero no hay reserva. La concesionaria no ha hecho el mantenimiento necesario”, comentó.
La sombra de Odebrecht
El nombre Odebrecht, ahora conocido como Novonor, sigue siendo un tema polémico en el país. La empresa, señalada por diversos casos de corrupción en Latinoamérica, busca extender su concesión en el Proyecto de Irrigación Olmos por diez años más. Los agricultores, sin embargo, se oponen rotundamente.
“Es inaceptable que se les otorgue más tiempo. No han hecho nada en estos años, y lo único que tenemos son problemas”, señaló un agricultor mientras caminaba por un terreno árido que debería estar lleno de cultivos.
Respuestas oficiales y promesas sin acción
El Gobierno Regional de Lambayeque es cuestionado por su inacción frente a las denuncias. Ramiro Nakano, gerente general de la región, respondió de manera ambigua cuando se le preguntó sobre sanciones a la concesionaria. “Estamos pidiendo informes técnicos. Todo debe resolverse de manera legal y sin espacios para corruptos”, afirmó sin especificar acciones concretas.
Por su parte, Novonor emitió un comunicado atribuyendo los problemas a factores climáticos y a un aumento en los sedimentos de la represa Limón debido a fenómenos naturales. Sin embargo, los agricultores consideran que estos argumentos no justifican el estado crítico en el que se encuentran sus tierras.