La furia en torno a las desafortunadas declaraciones de Anis Samanez sobre la comunidad Shipibo-konibo ha escalado a destacadas influencers de moda en el país, pues no han tenido miedo de alzar su voz públicamente en contra de la apropiación cultural de la que se acusa a la diseñadora peruana. Tal es el caso de la Miss Perú 2016 Valeria Piazza y las reconocidas influencers Carolina Braedt y Nicole Dileo, quienes salieron en defensa del trabajo de los artesanos de la Amazonía.
Todo comenzó cuando Samanez, caracterizada por su diseños bajo el ‘slow fashion’, fue ponente en el evento de moda sostenible ‘Orígenes 2024′, donde mencionó que ofreció un cuestionado trueque a los indígenas: “Voy con Mario a esta comunidad shipiba y les digo, me encantaría trabajar con ustedes para hacer una colaboración, que ustedes me enseñen un poco más de su cultura y yo les puedo enseñar a cambio mi experiencia en el diseño”.
Agregó que se sintió indignada al recibir una inesperada respuesta de la comunidad, que señaló que lo que pedía tenía un costo. “De frente me dijeron que no, me querían cobrar, ni les cuento cuanto me querían cobrar. Yo también soy peruana, que yo haya nacido en la costa no significa que sea menos peruana que ellos, somos exactamente iguales”, señaló a modo de queja.
Hasta el momento, ni Anís Samanez ni José Forteza, editor de Vogue Latinoamérica y partícipe en el conversatorio, han emitido una disculpa formal. Mientras tanto, el rechazo crece, y el público pide no solo explicaciones, sino un compromiso real con el respeto hacia las culturas originarias.
Influencers dan la espalda a Anis Samanez
Las recientes declaraciones de la diseñadora Anís Samanez durante un conversatorio en el evento Orígenes 2024 han desatado una ola de críticas en redes sociales, especialmente entre influencers que se pronunciaron indignadas por lo que consideran un acto de insensibilidad y falta de respeto hacia la comunidad Shipibo-Konibo. Valeria Piazza, Miss Perú 2016, fue una de las primeras en manifestar su rechazo, calificando como “una pena” el desprecio hacia el legado cultural y recordando que la lección del caso de Loro Piana aún no parece haber sido aprendida.
Por su parte, Carolina Braedt, reconocida influencer y empresaria en el mundo de la moda desde hace 10 años, lamentó el impacto negativo que las palabras de Samanez han tenido en el propósito del evento.
“Qué pena para el evento y los demás ponientes que queríamos realmente aportar con nuestro granito de arena para fomentar el cambio. Algo que nació con la mejor intención de unir fuerzas para fomentar la sostenibilidad terminó empañado por estos comentarios”, expresó, al tiempo que destacó el trabajo de marcas sostenibles presentes en la feria. Braedt invitó a sus seguidores a explorar las innovaciones de dichas marcas a través de plataformas especializadas.
La influencer y modelo Nicole Dileo fue aún más contundente y frontal. Tras compartir el polémico video, criticó la falta de sensibilidad demostrada en el conversatorio, señalando que este tipo de actitudes no solo avergüenzan, sino que perpetúan un menosprecio hacia las raíces culturales. “Haber nacido con privilegios no da derecho a menospreciar la cultura o conocimientos de nadie”, subrayó Dileo, quien exigió una disculpa pública y acciones concretas para enmendar el daño hacia la comunidad Shipibo-Konibo.
“Odio que se permita a una persona ajena intentar justificar acciones horrorosas con la excusa de que tenemos “un ancestro en común”, pasando por encima del verdadero significado de Patrimonio Cultural”, agregó indignada.
Samanez rompe su silencio y niega apropiarse de la cultura shipiba
La modista peruana se comunicó con RPP este domingo, donde dio su descargo y aseguró que el relato que compartió durante el conversatorio en Orígenes 2024 ocurrió hace cinco años, cuando admitió desconocer los límites sobre la apropiación cultural. Según Anis, sus declaraciones fueron tergiversadas.
Samanez contó la siguiente parte de la historia: “Me querían cobrar. Yo les dije que me encantaría conversar, quisiera saber cómo es el tema”, quizás hacer una colaboración. Quiero saber cómo se hace. El señor del colectivo me dijo que costaba 5 mil dólares”.
La diseñadora confirmó que ella pagó para aprender y trabajar junto a los artesanos. “Siempre he pagado lo que me dijeron”, subrayó, agregando que usó términos coloquiales durante el conversatorio, ya que era un espacio de diálogo abierto y no una presentación formal.
Mientras evitó responder directamente en una publicación en sus propias redes sociales, sí lo hizo mediante un comentario a una seguidora que le demostró su respaldo. Anis se defendió alegando un malentendido por una supuesta edición malintencionada y afirmó que no hay rencillas entre ella y la comunidad.
“Efectivamente ha sido un video cortado y han tergiversado la información, pero la comunidad con la que trabajo gracias a Dios está al tanto de todo y me dan su apoyo y finalmente eso es lo que me importa”, escribió.
Ministerio de Cultura expresa su rechazo
Ante el reiterado pedido de los usuarios de un pronunciamiento oficial por parte del Mincul, la entidad ha rechazado de manera enfática las declaraciones realizadas por Samanez y Forteza, las cuales calificó como un agravio contra el valor cultural e identitario de la comunidad selvática.
A través de un comunicado, el ministerio destacó la relevancia del arte kené, reconocido como Patrimonio Cultural de la Nación desde 2008, “como una de las principales manifestaciones culturales de la identidad, cosmovisión y estética del pueblo indígena Shipibo-Konibo”.
Finalmente, Samanez criticó el comunicado, calificándolo de precipitado y basado en fragmentos de video sin contexto ni pruebas suficientes. “Me parece terrible que el Ministerio de Cultura lance un comunicado de esa manera”, señaló a RPP, defendiendo su posición y reiterando su compromiso con el respeto hacia las comunidades indígenas y su patrimonio.