Cada primer domingo de diciembre, el Perú se detiene a celebrar uno de los pilares de su rica tradición culinaria: el Día de la Parrilla Peruana.
Más que una fecha, es un tributo a la relación ancestral entre el hombre y el fuego, un elemento que transformó la historia humana al proporcionar calor, protección y la posibilidad de cocinar alimentos.
Frente a las brasas, los peruanos no solo preparan comida; reavivan un legado de ingenio, sabor y comunión.
¿Qué es la parrilla peruana?
La parrilla peruana es mucho más que un método de cocción; es una representación de la diversidad cultural del país. Su esencia radica en la combinación de cuatro elementos esenciales: las carnes, los aderezos, las guarniciones y las salsas.
En cuanto a las carnes, la variedad es impresionante: desde cortes tradicionales de res, cerdo y pollo, hasta alternativas más emblemáticas como el cuy, la llama y el paiche, un pez típico de la Amazonía. También se incluyen embutidos como chorizos y morcillas, que aportan una textura inconfundible al asado.
El sabor de estas carnes no sería el mismo sin los aderezos y macerados, que integran ingredientes tan peruanos como el ají mirasol, el ajo, la pimienta y el orégano.
Estos condimentos, mezclados con vinagre, cebolla y otras especias, impregnan los cortes con una personalidad única que resalta en cada bocado. Preparar una parrilla es tanto un desafío como un arte, en el que cada cocinero busca el balance perfecto entre el tiempo de cocción y la intensidad de los sabores.
Acompañamientos
No menos importantes son las guarniciones. La riqueza agrícola del Perú se refleja en la diversidad de acompañamientos que adornan las mesas: choclo, yuca, camote, olluco y las icónicas papas, cuya variedad supera las 3,500.
Estas guarniciones no solo complementan los platos, sino que aportan texturas y sabores que enriquecen la experiencia gastronómica.
El toque final lo dan las salsas, auténticas joyas de la cocina peruana. Desde la cremosa huancaína hasta la fresca ocopa y las preparaciones más exóticas como la crema de cocona, cada salsa añade profundidad al plato, creando una explosión de sabores. La combinación de estos elementos hace que la parrilla peruana sea única, una experiencia que va más allá de lo culinario.
Variedades de parrilla peruana
La creatividad de los cocineros ha dado lugar a múltiples variaciones de este plato. La parrilla criolla, por ejemplo, combina carnes como el anticucho y la mollejita con guarniciones tradicionales como el choclo y la papa dorada. Esta versión, popular en las calles de Lima, evoca el espíritu de los carretilleros, cuyos aromas inundan las noches de la capital.
Otra opción es la costillera, característica de la región selvática. Este plato presenta costillas aderezadas con una salsa anticuchera especial, acompañadas de plátanos dulces o salados según el gusto del comensal. Su preparación requiere paciencia, ya que las costillas se sancochan previamente antes de ser doradas en las brasas.
La parrilla selvática, por su parte, incluye ingredientes propios de la Amazonía como el paiche, la cecina y el chorizo regional. Servida con tacacho, plátanos y ensaladas frescas, esta versión destaca por la intensidad de sus sabores, que evocan la abundancia de la selva peruana.
No podía faltar la parrilla marina, una muestra del ingenio peruano para llevar los frutos del mar al fuego. Este plato combina calamares, langostinos, pulpos y filetes de pescado, todo aderezado con hierbas finas y ajos. Acompañado de guarniciones como choclo, papas cóctel y espárragos, es una opción que rinde homenaje a la riqueza de la costa peruana.
Dónde celebrar el día de la Parrilla peruana
La celebración del Día de la Parrilla Peruana no se limita a las mesas familiares. Espacios públicos como los clubes zonales de Lima y el parque de Los Anillos (en el distrito de Ate) ofrecen zonas equipadas para que las familias puedan reunirse y preparar sus asados.
Por un costo accesible, los visitantes tienen acceso a parrillas donde pueden cocinar carnes como chuletas, chorizos y bistecs.
Además, estos lugares ofrecen actividades recreativas como paseos a caballo, circuitos de cuatrimotos y áreas verdes, convirtiendo la jornada en una experiencia integral de disfrute familiar.
El Día de la Parrilla Peruana no es solo una festividad; es un momento para reconectar con las raíces, explorar la diversidad de ingredientes que ofrece el país y celebrar la riqueza cultural que hace de la gastronomía peruana un patrimonio único.