Contaminación del aire de Lima casi triplica el límite recomendado por la OMS: ¿Qué consecuencias tendrá para tu salud?

En el último mes, Lima registró un promedio de 14 µg/m³ de partículas PM 2,5 en su aire, lo que casi triplica el límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que establece un máximo de 5 µg/m³. Este dato, proporcionado por la Asociación Automotriz del Perú (AAP), destaca la gravedad de la situación en una ciudad que alberga a más de 10 millones de personas.

El alto nivel de contaminación del aire en Lima pone en evidencia la necesidad urgente de abordar esta problemática. Según la AAP, la ciudad se encuentra en una situación preocupante, superando incluso a otras capitales latinoamericanas como Santiago de Chile (9,2 µg/m³) y Bogotá (10,9 µg/m³), aunque sigue estando por debajo de Quito (14,4 µg/m³) y Ciudad de México (18,3 µg/m³).

Las partículas PM 2,5 son pequeñas partículas de material suspendido en el aire cuyo diámetro es inferior a 2,5 micrómetros, aproximadamente 30 veces más pequeñas que un cabello humano. Estas partículas provienen principalmente de fuentes como los vehículos, las industrias y la quema de combustibles. Debido a su diminuto tamaño, las partículas PM 2,5 tienen la capacidad de penetrar profundamente en los pulmones y el torrente sanguíneo, lo que las convierte en una amenaza seria para la salud humana, especialmente para quienes sufren de enfermedades preexistentes.

La contaminación del aire en Lima es el resultado de múltiples factores. El principal contribuyente es el transporte vehicular, con una flota de vehículos cada vez más envejecida. La antigüedad promedio del parque automotor en la ciudad es de 14 años, lo que implica que muchos autos aún funcionan con tecnologías obsoletas que generan grandes cantidades de emisiones contaminantes. La falta de un sistema de transporte público eficiente y sostenible también contribuye a que muchas personas dependan de vehículos particulares para movilizarse.

Además, la industria y la quema de combustibles fósiles en diversas actividades económicas también son fuentes importantes de partículas contaminantes. El uso de combustibles de baja calidad y la deficiencia en el control de emisiones industriales siguen siendo desafíos pendientes en Lima, lo que empeora la calidad del aire en toda la ciudad.

La contaminación del aire tiene efectos directos en la salud de los ciudadanos, especialmente cuando los niveles de partículas finas (PM 2,5) superan los límites recomendados. Alberto Morisaki, gerente de Estudios Económicos y Estadísticas de la AAP, recordó que las partículas PM 2,5 pueden contribuir al desarrollo o empeoramiento de enfermedades respiratorias, como bronquitis, y también agravar dolencias cardiovasculares.

Las personas que viven en áreas con altos niveles de contaminación del aire, como Lima, están más expuestas a sufrir de asma, enfermedades pulmonares crónicas y problemas cardiovasculares. De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la exposición prolongada a la contaminación del aire aumenta el riesgo de infartos y accidentes cerebrovasculares. Esto representa un costo significativo no solo en términos de salud, sino también de productividad y bienestar social.

La contaminación del aire no solo afecta la salud pública, sino que también tiene un impacto económico considerable. Según el Ministerio de Salud (Minsa), el costo de la atención médica por enfermedades relacionadas con la contaminación del aire en Perú asciende a millones de soles cada año. Los pacientes con afecciones respiratorias y cardiovasculares requieren tratamientos prolongados, lo que representa una carga para el sistema de salud pública.

Además, la contaminación atmosférica también afecta la calidad de vida en Lima, lo que limita las actividades al aire libre, especialmente en las zonas más afectadas. Esta situación contribuye a una menor productividad laboral, ya que las personas afectadas por enfermedades respiratorias y cardiovasculares a menudo faltan al trabajo o no pueden desempeñarse al máximo de su capacidad. En términos sociales, la inequidad en el acceso a la salud también se ve reflejada, ya que las poblaciones más vulnerables, como los niños y los ancianos, son los más afectados.

Para mitigar los efectos de la contaminación del aire, expertos y autoridades han propuesto varias medidas. Entre ellas destaca la renovación del parque automotor, que en la actualidad tiene un promedio de 14 años de antigüedad. La promoción de vehículos eléctricos e híbridos, así como la implementación de incentivos como el bono del chatarreo, son pasos importantes para reducir las emisiones contaminantes.

Además, se ha sugerido mejorar la infraestructura de transporte público y fomentar el uso de vehículos no motorizados (como bicicletas) para disminuir la dependencia del automóvil. La implementación de tecnologías más limpias en las industrias y un control más riguroso sobre las emisiones también son medidas necesarias para mejorar la calidad del aire en Lima.