Minsa advierte que vapeo con cigarrillos electrónicos es un “grave peligro” para la salud mental de adolescentes

Aunque los cigarrillos electrónicos se promocionan como una alternativa más segura a los tradicionales presentan riesgos considerables para la salud mental y física de los jóvenes, según los especialistas de esa entidad

vapers - VisualesIA (Imagen Ilustrativa Infobae)

El vapeo, una práctica que ha ganado popularidad entre los adolescentes, representa una amenaza significativa para su salud, según el médico psiquiatra José Miguel Garro Sánchez, jefe del Departamento de Adicciones del Hospital Hermilio Valdizán. Garro Sánchez advierte que, aunque los cigarrillos electrónicos se promocionan como una alternativa más segura a los cigarrillos tradicionales, en realidad presentan riesgos considerables para la salud mental y física de los jóvenes.

El especialista destaca que los dispositivos de vapeo contienen nicotina, un compuesto altamente adictivo que puede llevar a la dependencia. Además de la adicción, el uso de estos dispositivos puede desencadenar problemas de salud mental, como síntomas de depresión, ansiedad y alteraciones en el comportamiento. Garro Sánchez subraya que los adolescentes, al estar en una etapa crucial de desarrollo neurológico, son particularmente vulnerables a los efectos nocivos de estas sustancias.

Conductas adictivas

El médico también señala que el vapeo puede llevar a los jóvenes a adoptar conductas típicas de fumadores, lo que eventualmente puede resultar en una adicción tanto psicológica como física. Este fenómeno se ve exacerbado por las campañas de marketing dirigidas a los adolescentes, que utilizan sabores atractivos y envases llamativos para captar su atención, promoviendo la idea errónea de que el vapeo es inofensivo.

Garro Sánchez enfatiza la importancia de la educación y la comunicación abierta entre padres, educadores y adolescentes sobre los riesgos del vapeo. Recomienda que se aprovechen los recursos disponibles en los establecimientos de salud mental y psiquiatría, como el Hospital Hermilio Valdizán, para informar y prevenir el inicio en esta práctica.

El especialista explica que las sustancias psicoactivas, como la nicotina, interfieren con el funcionamiento del cerebro al alterar la liberación de dopamina, un neurotransmisor asociado con la sensación de placer. Este proceso activa el sistema de recompensa del cerebro, generando una sensación de placer excesiva y frecuente, lo que contribuye al desarrollo de la adicción.

Finalmente, Garro Sánchez hizo un llamado a la sociedad para que se aborde el problema del vapeo desde una perspectiva educativa, explicando que la adicción es una enfermedad que afecta tanto al individuo como a su entorno familiar.

Promulgan nueva ley anti vape

A principios de noviembre, el gobierno de Dina Boluarte promulgó una nueva ley que regula el consumo de tabaco, nicotina y sus sucedáneos en el país. Esta legislación, previamente aprobada por el Congreso, establece medidas rigurosas para restringir el acceso a estos productos a menores de edad y regular la publicidad asociada, con el objetivo de proteger la salud pública.

An employee vapes at a vape shop amid the coronavirus disease (COVID-19) outbreak in Jakarta, Indonesia, October 23, 2020. REUTERS/Ajeng Dinar Ulfiana

La normativa prohíbe fumar o vapear en una amplia gama de lugares, incluyendo establecimientos de salud, educativos, dependencias públicas, lugares de trabajo, espacios públicos cerrados y medios de transporte. Además, estos lugares deberán colocar carteles visibles que indiquen la prohibición de fumar y vapear, reforzando el mensaje de ambientes 100% libres de humo.

En cuanto a la publicidad, la ley impone restricciones severas, prohibiendo toda forma de promoción y patrocinio de productos de tabaco y nicotina. Los establecimientos y medios de transporte público deberán exhibir carteles con la inscripción: “Está prohibido fumar y vapear en este establecimiento por ser dañino para la salud. Este ambiente es cien por ciento libre de humo y emisiones de vapeo”.

Los empaques de productos de tabaco deberán incluir advertencias sobre los daños a la salud y la prohibición de venta a menores de 18 años, ocupando al menos el 70% de sus superficies. Estas advertencias deben cumplir con normativas gráficas establecidas por el Ministerio de Salud.

La ley también prohíbe el uso de términos como “ligero”, “ultraligero”, “suave”, “supersuave”, “light” y “ultra light” en las etiquetas, publicidad y cualquier signo que acompañe al producto. Los empaques de productos de nicotina deben llevar impresa una advertencia textual sobre la presencia de nicotina y sus consecuencias, ocupando no menos del 30% de cada una de sus caras principales.