CADE Ejecutivos 2024 se celebra en Arequipa este año, y desde el martes 26 al jueves 28 de noviembre, decenas de empresarios y líderes de la sociedad civil y el Gobierno se reunen para escuchar las propuestas del sector empresarial para el Perú. Este año, la nueva edición del CADE llega con una fuerte crítica a los últimos gobiernos, que, en palabras de los representantes del evento, han llevado al Perú a la “degradación” tanto en lo económico, político y lo social.
Infobae Perú pudo conversar con Gonzalo Galdos, presidente del IPAE Acción Empresarial, entidad que organiza el CADE Ejecutivos. Para él, a este año, hay muchas reformas por priorizar. A pesar de la inauguración reciente del Megapuerto de Chancay y lo que se discute sobre el Puerto de Corio, y la posible inversión de China o Estados Unidos en este proyecto en la región de Arequipa, la tierra de Galdos, este cree que es pronto para hablar de esto.
“Necesitamos un avance en infraestructura. Sin ir muy lejos, en Arequipa, necesitamos dejar de hablar de Corio, que no tiene ni siquiera estudio de demanda, y necesitamos hablar de cuándo terminamos la vía La Joya, cuándo hacemos la vía de Yura a Yuramayo para evitar el serpentín de Uchumayo, cuándo hacemos el puente de Umalca para unir el distrito de Hunter con el distrito de Yarabamba y tener una salida hacia la Panamericana Sur, con apoyo de la minería y las obras por impuestos”, resalta.
“El Estado ha fracasado”
Este CADE 2024 centra su mensaje en la “degradación” que vive el Perú, este sentido de empeoramiento, a diferentes niveles, pero que parte, según señala Gonzalo Galdos, del Estado. Inclusive, discute que esta situación se ha propagado por la región.
“El Estado ha fracasado en América Latina. El Estado ha fracasado en el Perú, Y no se soluciona captando más impuestos y haciendo crecer el déficit fiscal, no se soluciona así. Se soluciona racionalizando el gasto, evitando dilapidar el dinero de los contribuyentes en empresas como Petroperú y se necesita invertir donde realmente hay que invertir, en infraestructura, en hospitales, en colegios”, critica.
La presencia del Estado es débil en Perú. La tesis de Galdos sostiene que este no ha logrado invertir en los servicios básicos, y que esto ha dejado un gran vacío. Actualmente, Perú mantiene una ola de criminalidad a niveles alarmantes, con estados de emergencias que parecen no acabar con la situación de la inseguridad ciudadana. Los ciudadanos quedan no solamente a merced de estos delincuentes, sino que además quedan desemparados por el Estado. ¿Hay riesgo de que ese hueco del Estado, lo puedan llenar organizaciones criminales que, usando el símil de ‘roben, pero hagan obra’, ahora ‘maten, pero hagan obra’?
“Bueno, es algo que ya hacía de alguna forma en su momento Sendero Luminoso y el MRTA. Hacia las regiones donde tenían ellos esto casi subyugado el control político empezaban a hacer obras y administrar justicia, entonces esa es una forma de arrebatarle la gobernabilidad a una Nación, a la legitimidad de la democracia, y es algo que no se puede permitir. Pero eso ha surgido como como consecuencia de que el Estado, en general, no solamente en el Perú, sino en la en la región, ha mostrado que es incapaz de afrontar sus obligaciones y responsabilidades mínimas”, reflexiona.
¿Obras por impuestos cambiaría?
Para Galdos, el Estado debe requerir la colaboración del sector privado para salir de esta “degradación”. Desde ahora el rol político de los empresarios cambiará y se hará más evidente. El Presidente de IPAE señala que debería permitirse que los empresarios financien partidos políticos, y que estos aportes sean transparentes. Sin embargo, este camino de colaboración del sector estatal con el privado no estará exento de dificultades.
“Me ha comunicado el gobernador [de Arequipa] que quieren ponerle una serie de requisitos adicionales al sistema de obras por impuestos. Eso sería absurdo, no tiene ningún sentido: obras por impuestos es un mecanismo ágil, es un mecanismo transparente que permite que la empresa vea como sus impuestos se convierten en una obra, en infraestructura necesaria”, acota Galdos.
A pesar de que no quiere mencionar a un gobierno regional en particular —en CADE tampoco usan el dedo para apuntar a los gobiernos que han sido parte de la “degradación”— Gonzalo Galdos cree que el problema de estas instituciones es no concentrarse en los proyectos que realmente son necesarios, porque son unos que necesitan apoyo del sector privado, y también la falta de “cuadros”, funcionarios, que sean buenos gestionando y buenos ejecutando.