El orgullo por nuestras raíces a menudo viene acompañado de desafíos. Perú es un territorio donde el pasado dialoga constantemente con el presente. Su riqueza cultural, reconocida a nivel mundial, no solo es el resultado de miles de años de historia, sino también del esfuerzo por preservar tradiciones, sitios arqueológicos y prácticas que definen su identidad. Este año, el país fue nombrado el Mejor Destino Cultural del Mundo por World Travel Awards, un título que honra su diversidad y legado.
Sin embargo, mientras el reconocimiento internacional pone en valor sus monumentos y costumbres, en el país se libran batallas cotidianas para proteger estos mismos tesoros. Problemas como invasiones, tráfico de terrenos y desastres ambientales amenazan las maravillas que llevan al Perú a ser admirado mudialmente.
El galardón destaca el potencial de la nación como cuna de civilizaciones trascendentales, desde los asentamientos más antiguos en Lauricocha hasta la Ciudad Sagrada de Caral, considerada la urbe más antigua de América. Pero también abre una discusión necesaria: ¿qué se está haciendo para garantizar la conservación de este patrimonio?
El desafío en Caral
La Ciudad Sagrada de Caral, con más de 5 mil años de historia, es uno de los sitios que mejor ejemplifica la riqueza cultural peruana. Este lugar, epicentro de la civilización más antigua de América, enfrenta amenazas constantes por el tráfico ilegal de terrenos. Según Ruth Shady, directora de la Zona Arqueológica, el lugar está en riesgo debido a la falta de seguridad adecuada y la creciente actividad de invasores.
“Nos dejaron sin policías, y eso no es correcto. Es necesario que se restablezca la presencia policial para garantizar la defensa y evitar problemas en un sitio tan importante como la civilización de Caral”, comentó Shady, quien lleva décadas liderando investigaciones en el sitio. La arqueóloga explicó que, aunque hubo visitas esporádicas de agentes, la protección ha sido insuficiente.
Los problemas no son nuevos. En el último año, un subdirector del proyecto fue agredido por traficantes de terrenos, lo que lo obligó a tomar licencia. A pesar de ello, el equipo continúa trabajando bajo constantes amenazas. “El patrimonio cultural no solo define nuestra identidad, también genera beneficios económicos para las poblaciones locales. Es fundamental que las autoridades entiendan su importancia”, enfatizó.
Machu Picchu y el impacto ambiental
Mientras tanto, en la región de Cusco, Machu Picchu continúa siendo la atracción más reconocida del Perú. Este año, fue galardonada por sexta vez como la Mejor Atracción Turística del mundo. Sin embargo, enfrenta desafíos ambientales.
En julio, un incendio forestal afectó la zona de Torontoy, poniendo en riesgo áreas naturales cercanas al santuario. Las investigaciones preliminares sugieren que la quema de pastizales habría originado el incendio, lo que expone la vulnerabilidad del entorno que rodea a la ciudadela.
Choquequirao y la disputa por las tierras
Choquequirao, conocido como el último refugio de los incas, también atraviesa problemas relacionados con la ocupación ilegal de sus áreas protegidas. Pobladores de la comunidad de Marampata denunciaron que, desde 2020, terrenos del Parque Arqueológico son vendidos a pesar de estar protegidos por la ley.
El dirigente Alfonso Begazo señaló que los terrenos vendidos incluyen zonas clave para el turismo, como el mirador de Sunchupata. “No puedes, de un día para otro, empezar a ver cómo se construye un hotel en un lugar destinado a la conservación arqueológica. Estas son zonas protegidas”, afirmó, preocupado por el impacto de estas actividades.
Entre basura y conservación
En la costa norte del Perú, el Complejo Arqueológico de Chan Chan, uno de los sitios más representativos de la cultura Chimú, también enfrenta desafíos. Durante una audiencia pública, se señalaron problemas como el arrojo de basura, invasiones y desmontes que afectan las áreas protegidas.
David Calderón, director de la Dirección Desconcentrada de Cultura de La Libertad, destacó que estos problemas son, en gran medida, responsabilidad de las autoridades municipales. A pesar de las dificultades, informó que se están ejecutando proyectos de conservación en sitios clave como el conjunto amurallado Gran Chimú y la huaca Takaynamo.
Además, anunció avances en el proyecto del nuevo Museo de Chan Chan, un espacio destinado a poner en valor este legado. Sin embargo, el representante enfatizó que la defensa del patrimonio requiere esfuerzos conjuntos entre instituciones y comunidades locales.
Más allá de los premios
El título de Mejor Destino Cultural del Mundo no solo es un reconocimiento, sino también un recordatorio de la responsabilidad que recae sobre el país. Con más de 20 mil sitios arqueológicos distribuidos en costa, sierra y selva, el Perú alberga una diversidad que pocos países pueden igualar. Esta riqueza, sin embargo, no está exenta de riesgos.
Desde los centros históricos de Lima, Cusco y Arequipa hasta joyas arqueológicas como Caral, Choquequirao, Chan Chan y Machu Picchu, la conservación del patrimonio cultural sigue siendo un desafío constante. Mientras el Perú celebra su reconocimiento mundial, las amenazas locales invitan a reflexionar sobre el compromiso necesario para proteger aquello que lo hace único.