Caso Sodalicio: peruanos que estaban en camino a ser excomulgados por el Papa Francisco aseguran que fueron perdonados

Sebastián Blanco y Giuliana Caccia habían denunciado ante el Ministerio Público al monseñor Scicluna, enviado especial de Francisco, para investigar los casos de abuso sexual perpetrados dentro de la organización católica Sodalicio de Vida Cristiana

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Sebastián Blanco y Giuliana Caccia viajaron a Roma, Italia, para reunirse con el Papa - crédito Youtube
Sebastián Blanco y Giuliana Caccia viajaron a Roma, Italia, para reunirse con el Papa - crédito Youtube

Sebastián Blanco y Giuliana Caccia, los dos peruanos que se encontraban en camino a ser excomulgados por el Papa Francisco, aseguran que luego de reunirse con el sumo pontífice en la Ciudad del Vaticano, la Santa Sede se habría retractado en su decisión.

“Queríamos compartirles con mu cha alegría que el santo padre Francisco nos ha recibido hace unos momentos en una audiencia privada y nos ha dado la oportunidad de informarle cómo realmente fueron los hechos que llevaron a esta posible excomunión”, manifestó Blanco, a través de un video de Youtube.

“Con mucha alegría, como les decía, el santo padre ha firmado de puño y letra un documento donde esta excomunión queda anulada, revocada, y el precepto penal queda anulado, con lo cual estamos muy contentos”, añadió. “También nos bendijo y nos animó que sigamos adelante”, dijo Caccia por su parte.

El Papa Francisco envió una misión especial a Perú para investigar el caso Sodalicio - crédito AFP
El Papa Francisco envió una misión especial a Perú para investigar el caso Sodalicio - crédito AFP

Reacciones a supuesta decisión del Papa Francisco

Luego de que ambos involucradas compartieran la noticia de este supuesto perdón que recibieron por parte del Papa, el periodista José Escardó manifestó que Caccia sigue siendo “una operadora del Sodalicio”y que “las organizaciones que dirige dependen de la secta desde hace años”.

“Ella misma lo ha aceptado. La telenovela de su cuasiexcomunión es una distracción del verdadero problema: Bergoglio es otro papa encubridor y las medidas que tomó con algunos miembros del Sodalicio, como lo dije desde el día uno, eran para engañar a la opinión pública y silenciarnos a las víctimas. Pero que sepa que a mí no me han callado en 24 años y no lo harán hoy. Mi lucha sigue y seguirá firme”, expresó.

El mismo descontento compartió el periodista José Salinas, uno de los investigadores, junto a Paola Ugaz, de los casos de abuso sexual perpetrados en la organización católica Sodalicio de Vida Cristiana, la cual sigue existiendo al día de hoy.

“El pontificado de Francisco se encuentra en el momento de mayor cretinismo respecto del Caso Sodalicio. Ofender a las víctimas por motivos torpes e inexplicables, no solo ha sido una metida de pata hasta los corvejones, sino innecesariamente perverso”, señaló.

¿Qué había sucedido?

Giuliana Caccia y Sebastián Blanco se encontraban en camino a ser excomulgados luego de que decidieran denunciar ante el Ministerio Público al monseñor Charles Scicluna, uno de los enviados especiales del Papa Francisco, junto a Jordi Bertomeu, para investigar casos de abuso que se reportaron durante décadas en el Sodalicio.

Los denunciados se pronunciaron a través de un video de youtube  - crédito Youtube / Giuliana Caccia
Los denunciados se pronunciaron a través de un video de youtube - crédito Youtube / Giuliana Caccia

El Papa, en una carta fechada el 25 de septiembre, detalló que Caccia y Blanco acudieron a la Nunciatura Apostólica en Perú para reunirse con Bertomeu. Según el documento, ella se presentó como víctima de dos exmiembros del Sodalicio, uno de los cuales es sobreviviente de los casos de abuso.

El texto menciona que estas personas han sido “constantemente revictimizadas” por individuos como Caccia, quien durante 24 años les ha negado la condición de víctimas.

Además, califica la denuncia que presentaron ante la Fiscalía por una supuesta “violación del secreto profesional” como “injusta y temeraria”.

De esta manera, la Santa Sede había manifestado que los dos católicos debían cumplir con una serie de medidas para revertir la situación. Estas eran:

  • La obligación de retirar la denuncia ante la Fiscalía.
  • La obligación de ofrecer, de manera inmediata, disculpas a la misión especial del Papa.
  • La obligación de ofrecer la verdad de los hechos a los medios de comunicación con los que hayan contactado.
  • La obligación de acreditar documentalmente ante el Nuncio Apostólico del Perú, en un término de 48 horas a partir de la notificación, el efectivo cumplimiento de estas disposiciones.
  • Se prohíbe realizar en el futuro otra manifestación pública o denuncia sobre el objeto de la misión especial del Papa, en los medios de comunicación.
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