Un incidente inusual en el distrito limeño de La Victoria captó la atención mediática y abrió un debate sobre la preparación y actuación de las fuerzas del orden ante emergencias médicas. Lo que parecía ser un caso de ataque epiléptico se convirtió en una escena que mezcló rituales religiosos y desconcierto, cuando efectivos de la Policía Nacional del Perú (PNP) fueron grabados participando en un intento de exorcismo.
El jueves 21 de noviembre, alrededor de las 15:00, los gritos provenientes del quinto piso de un edificio en la avenida Luna Pizarro alertaron a serenos y policías. Una joven de 25 años requería atención urgente debido a un episodio que parecía ser una convulsión. Sin embargo, en lugar de aplicar protocolos médicos, las imágenes muestran a los presentes rezando, sujetando un crucifijo y pronunciando oraciones mientras intentaban inmovilizar a la joven.
Según testigos, la intervención incluyó a curiosos y serenos, además de los policías. La escena, descrita como surrealista, mostró una mezcla de nerviosismo y creencias religiosas mientras los participantes intentaban, aparentemente, expulsar un supuesto espíritu maligno. Algunos sostenían que los rezos podían calmar a la joven, aunque los especialistas señalaron que esto carece de fundamento médico.
El ministro del Interior responde
El ministro del Interior, Juan José Santibáñez, se pronunció sobre lo ocurrido para aclarar las responsabilidades. Según su versión, los policías no lideraron el acto religioso, sino que fueron ciudadanos venezolanos quienes iniciaron las plegarias. “Lo que ocurrió es que el personal policial estaba asistiendo. Quienes practicaron estas acciones no fueron ellos, sino ciudadanos venezolanos que estaban ayudando en ese momento”, afirmó el titular del Mininter a Panorama.
En un intento de contextualizar la situación, el ministro justificó que las emergencias reales presentan niveles de complejidad que pueden superar la capacitación previa. “A pesar de estar entrenados, una situación de emergencia es absolutamente distinta. Cada momento muestra su propia característica”, indicó.
El titular del Ministerio del Interior también destacó que, en situaciones límite, muchas personas, incluidos los policías, tienden a recurrir a sus creencias para enfrentar momentos críticos. En este caso, se observó a un efectivo sosteniendo un crucifijo blanco, similar a la cruz de San Benito, un objeto asociado con rituales exorcistas.
En medio de la controversia, Santibáñez aprovechó para remarcar su fe personal. “Creo mucho en el Señor de los Milagros. He tenido la bendición de llevarlo en mis hombros”, declaró. Sobre su gestión y la caída de su popularidad, respondió que su trabajo no busca reconocimiento, sino seguridad para la ciudadanía.
Opiniones médicas y profesionales
El incidente motivó la reacción de especialistas en salud mental y neurología, quienes cuestionaron severamente la actuación de los involucrados. El neurólogo Manuel Moquillaza consideró que lo sucedido evidencia un desconocimiento de los protocolos médicos. “En lugar de tratar de exorcizar, lo ideal habría sido derivarla a un centro médico para que recibiera atención adecuada. Este tipo de escenas son insólitas”, comentó.
Por su parte, el psiquiatra Enrique Galli calificó lo ocurrido como un acto de ignorancia. “No es una cuestión de espiritualidad o religión. Aquí no hay espíritus ni exorcismos. Esto se trata de ciencia y medicina. La paciente necesitaba fármacos, no rezos”, señaló.
Ambos especialistas coincidieron en que un episodio de estas características puede estar relacionado con condiciones médicas como la epilepsia, cuadros de agitación psicomotriz o incluso intoxicaciones. Insistieron en que, ante cualquier duda, la prioridad debe ser estabilizar a la persona afectada y trasladarla a un centro de salud.
El silencio y las interrogantes
Tras el incidente, periodistas del dominical intentaron recabar más información en la comisaría de La Victoria, desde donde llegaron los agentes involucrados, pero no obtuvieron respuestas. En el lugar de los hechos, los trabajadores también prefirieron evitar el tema, mientras vecinos comentaron, de manera reservada, que las escenas dentro del edificio dejaron a varios testigos desconcertados.
A pesar de la polémica, el ministro Santibáñez se mantuvo firme en su posición, señalando que los policías actuaron en un intento de ayudar en medio de una emergencia. No obstante, las imágenes han afectado la imagen de la institución, ya golpeada por otros cuestionamientos recientes.