El tráfico en Lima es una de las principales preocupaciones de sus más de 10 millones de habitantes. A diario, conductores y pasajeros enfrentan largas horas de congestión en las avenidas más importantes de la capital, muchas de las cuales están colapsadas y parecen no dar tregua.
Infobae Perú dialogó con el presidente de la ONG Luz Ámbar, Luis Quispe, y con los arquitectos expertos en urbanismo Ezio Queirolo y Aldo Facho Dede, quienes coinciden en que la falta de infraestructura vial adecuada, el diseño ineficiente de las vías y un sistema de transporte público insuficiente agravan la problemática del congestionamiento que domina la ciudad.
Para comprender el caos vehicular en Lima, es necesario remontarse a su historia. El arquitecto Ezio Queirolo explica que la ciudad, fundada durante la conquista española, fue diseñada con un trazado cuadrado. A su alrededor se desarrollaron haciendas, como San Juan de Lurigancho y Zárate, y balnearios como Miraflores, Barranco y Chorrillos. Estas áreas dieron lugar a pequeños poblados periféricos que luego formarían parte de la urbe.
“El origen de Lima ha sido, la Lima cuadrada, la virreinal, la que se fundó con la conquista española. Y anexo a esto teníamos, pues, diferentes zonas o periferias de Lima, que en ese entonces eran como pequeños poblados, que eran las haciendas o eran los balnearios”, puntualizó.
Con la proclamación de la independencia en 1821 y la expansión de la ciudad, se demolió la Muralla de Lima, lo que dio paso a las actuales avenidas Alfonso Ugarte, Grau y Paseo Colón. Durante la década de 1940, Lima cobró importancia como centro industrial y económico, pero su desarrollo urbano careció de interconexión adecuada entre las vías existentes.
Luis Quispe añadió que, a partir de los años 50, el fenómeno migratorio del campo a la ciudad marcó un cambio trascendental. Este movimiento se intensificó en las décadas de 1970 y 1980 debido al terrorismo en las regiones del país.
“La emigración en Lima, del campo a la ciudad, comenzó en los años 50 y se agudizó entre las décadas de los 70 y 80. Este fenómeno se intensificó debido al terrorismo, cuando la población del interior del país, amenazada por grupos terroristas, emigró a la capital o a otras ciudades en busca de seguridad”, subrayó.
“La migración que se originó con todo lo que vivimos por el terrorismo y la depresión económica a partir del Gobierno de Velasco. Entonces toda esta gente migra a la capital y toda esa periferia es la que viene a la Lima clásica a trabajar, donde están las oficinas, donde está el centro urbano por, por así decirlo, de la capital”, refuerza Queirolo.
Infraestructura deficiente y congestión
El crecimiento urbano desordenado ha generado serias dificultades en la planificación de avenidas principales y vías rápidas interconectadas. Según los expertos, estos problemas se agravan con los “tapones”, espacios que interrumpen la continuidad de las arterias viales, dificultando el flujo vehicular.
El arquitecto Aldo Facho Dede destacó que la insuficiencia de infraestructura vial y el diseño deficiente de las vías contribuyen significativamente a la congestión.
“Tenemos importantes retos a nivel infraestructura. La continuación de la Vía Expresa hacia la Panamericana Sur es un tema que tiene años, décadas de planificación y que debe hacerse bien como se había planteado en zanjón con pasos a nivel. Priorizando al peatón y transporte de personas este y no como ahora se propone”, comentó en relación con la ampliación de la Vía Expresa Sur, que de acuerdo a los arquitectos consultados no se trata precisamente de una vía rápida, sino de una avenida que servirá como continuación de la referida arteria vial.
“Ahora la pretenden hacer, pero la pretenden hacer como una avenida, no como una vía expresa, sino como una avenida semaforizada”, acotó Queirolo.
Además, los especialistas señalaron que muchas avenidas carecen de diseño adecuado en términos de semaforización, señalización y distribución de carriles.
“En particular en la zona más urbana la semaforización es deficiente. ¿Por qué la semaforización es deficiente? Hoy en día las ciudades más importantes, incluyendo a los países vecinos del Perú, ya tienen semáforos inteligentes, algo que en el Perú no se cuenta en el Perú”, sostuvo el presidente de la ONG Luz Ámbar.
Retos y soluciones para el transporte público en Lima
Uno de los factores más destacados por los especialistas en el análisis del transporte en Lima es el sistema público de movilidad, el cual el urbanista Aldo Facho califica como “obsoleto”. “En el sistema de transporte público de pasajeros que tenemos en Lima, diría que es casi absurdo, comparado con otras capitales de la región, como Quito, Santiago de Chile, Buenos Aires, e incluso La Paz”, indicó Facho.
Por su parte, el urbanista Ezio Queirolo señaló que el transporte público es un aspecto crucial, ya que aproximadamente el 75% de los ciudadanos se moviliza a través de este medio. Ambos coincidieron en destacar la funcionalidad del Metropolitano, el sistema de autobuses de tránsito rápido (BRT, por sus siglas en inglés), que conecta Lima Norte con Lima Sur.
“Son sistemas muy eficientes, mucho más económicos y, además, flexibles y adaptables. Hace décadas que algunos especialistas insisten en que Lima necesita una red sólida de metropolitanos que vaya más allá de la Línea 1″, agregó Facho, resaltando que este tipo de transporte no solo transporta a millones de pasajeros diariamente, sino que también facilita “la transición a sistemas de mayor capacidad, como el metro”.
En este contexto, el presidente de Luz Ámbar propuso invertir en el desarrollo de una segunda línea del Metropolitano, con la adquisición de 10.000 buses articulados. “Si se implementara un sistema integrado tal como lo planteamos, en tres o cuatro años Lima podría tener resuelto el problema del transporte urbano”, afirmó.
Una mirada crítica y propuestas viables para el tráfico limeño
En cuanto a la gestión actual del transporte en Lima, el abogado Quispe reconoció las intenciones del alcalde de Lima Metropolitana, Rafael López Aliaga. Sin embargo, el arquitecto Queirolo adoptó una postura más crítica, subrayando que el alcalde “no conoce la ciudad, sus vías ni las alternativas para hacerla funcionar”.
Por su parte, Facho fue aún más crítico con la Autoridad de Transporte Urbano (ATU), creada en la tercera gestión de Luis Castañeda Lossio e implementada durante la administración de Jorge Muñoz. “Era un desorden. La ATU se creó teóricamente para tener una visión integral del transporte (...) En los seis años de su funcionamiento no ha resuelto el problema. Incluso, la situación ha empeorado porque no se ha hecho nada”, manifestó.
A pesar de estos desafíos, los expertos coinciden en que la problemática del tráfico y el desorden vehicular en Lima tiene solución. Con una gestión adecuada y acciones innovadoras enfocadas en el diseño eficiente de vías rápidas y avenidas, la inversión en infraestructura y en el sistema de transporte, y, no menos importante, en la educación vial para peatones y conductores, Lima podría dejar de ser la quinta ciudad con el peor tráfico del mundo.
“Estoy 100% seguro de que Lima tiene solución. Con lo que tenemos, aunque no se pueda resolver el 100% del problema, podríamos hacer una gran diferencia en la solución del tráfico en Lima”, concluyó Ezio Queirolo.
Para la elaboración de este informe, se intentó obtener entrevistas con representantes de la Municipalidad de Lima con el fin de contar con su perspectiva oficial sobre la problemática del tráfico en la ciudad. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos realizados, no fue posible obtener su disponibilidad para brindar declaraciones al respecto.