Lo que debió ser una experiencia relajante y enriquecedora terminó en una pesadilla. Dos turistas estadounidenses denunciaron haber sido víctimas de abuso sexual en un lujoso hotel de Miraflores. Lo sorprendente del caso es que pese a que uno de los trabajadores del establecimiento es sindicado como uno de los agresores, el establecimiento no responde ni colabora con las investigaciones.
Esta es la historia de dos mujeres, pero pudo pasarle a cualquiera. Una es agente inmobiliaria de 44 años que vive en Nueva York, y su amiga, una joven de 25 años, que trabaja como estilista en Nueva Jersey. Ambas llegaron a Lima en octubre para ir a un retiro de yoga que se llevaría a cabo en Machu Picchu.
El 31 de octubre, las amigas disfrutaron de la piscina y el rooftop del hotel, una de las zonas más concurridas del establecimiento. Allí conocieron a un turista australiano y compartieron algunos tragos.
Según la denuncia presentada, la mujer de 44 años decidió regresar a su habitación en el piso 14 para buscar su cargador de celular. Cuando volvió al bar en la terraza, notó que su amiga no estaba. Al buscarla, entró al baño y lo que vio le erizo la piel, su compañera estaba siendo agredida sexualmente por el turista australiano, quien al verse descubierto huyó diciendo que tenía que tomar un vuelo.
Los eventos no terminaron ahí. Según detalla la mujer, dos empleados del hotel la interceptaron en el baño. “Estuve con los dos”, recuerda con pesar. Desconcertada, por la gran cantidad de droga que tenía en su organismo, regresó a su habitación y fue seguida por uno de los agresores, quien volvió a atacarla. “Yo le supliqué que se detuviera”.
Pese al traumático incidente, regresó a buscar a su amiga a la azotea del hotel, no recuerda muy bien en que condiciones la encontró, pero sí llegó a reconocer a uno de sus presuntos violadores, quien estaba tranquilo sirviendo las bebidas y atendiendo a los otros huéspedes.
Denuncias sin respuestas
Ambas mujeres, aturdidas y con lagunas en su memoria, lograron reunirse al día siguiente para tomar un vuelo a Cusco, donde se unieron al grupo de yoga. Fue en ese momento que, tomaron conciencia de la agresión y sus compañeros las llevaron a la comisaría para presentar una denuncia formal.
Las víctimas aseguran haber sido drogadas, y los resultados del médico legista confirmaron agresión sexual en el caso de la joven de 25 años y signos de violencia física la otra víctima, producto de un intento de defenderse del agresor.
“Fui drogada severamente. Yo no uso drogas Así que para mí fue muy grave mi cuerpo no podía soportarlo. Tomó tres días para que las drogas salieran de mi sistema y para que pudiera darme cuenta de lo que había pasado. En ese momento, supe que tenía que averiguar cuáles eran los pasos necesarios para contactar a la policía, lo cual hice. Nos estábamos quedando en el valle sagrado con una hermosa familia peruana, que fue muy buena con nosotras, estoy muy agradecida con ellos Nos llevaron al médico, a la policía hicieron todo lo posible para ayudarnos. Supe que tenía que encontrar la manera de llegar a Lima y asegurarme de no irme antes de contar Mi historia y asegurarme de que esto no volviera a pasar”, señaló la demandante con la voz temblorosa a las cámaras de Latina.
A pesar de la gravedad de las acusaciones, el hotel miraflorino no ha dado respuestas contundentes. Las víctimas intentaron comunicarse en repetidas ocasiones para obtener información sobre los presuntos agresores y las grabaciones de las cámaras de seguridad. Sin embargo, según su abogado Sandro Monteblanco, las llamadas fueron ignoradas o recibieron respuestas evasivas.
“Ella se ha comunicado con el hotel, no una, no dos, sino cuatro veces. Las primeras veces le colgaron. La segunda vez le dijeron haz tu denuncia. Y la cuarta vez, una persona que recibió la llamada le dijo, vamos a tomar tus datos y nos comunicamos contigo. Nunca existió dicha comunicación”, detalló el letrado.
Números de ayuda
En Perú, las personas pueden denunciar casos de violencia contra la mujer a través de los siguientes números de emergencia:
Línea 100: Un servicio gratuito y confidencial que brinda información, orientación y soporte emocional las 24 horas del día.
911: Número de emergencia general para situaciones urgentes que requieran intervención de la policía.
Central de Emergencias de la Policía Nacional del Perú - 105: Atiende emergencias policiales.
Centro de Emergencia Mujer (CEM): Ofrecen asesoría legal y apoyo psicológico. Se puede acudir de manera presencial a sus oficinas distribuidas a nivel nacional.
Además, las víctimas pueden buscar asistencia en comisarías especializadas en violencia familiar o Centros de Salud, donde se ofrecen servicios integrales.