El colegio Max Uhle de Arequipa fue objeto de sanciones económicas por parte de Indecopi, debido a un grave incidente ocurrido en junio de 2023. En dicho evento, una estudiante fue obligada a manipular tíner sin guantes de protección, exponiéndola a riesgos significativos para su salud. “El denunciado sometió a la menor hija de la denunciante a exposición a un producto químico, sin haber acreditado haberle proporcionado guantes”, detalla la resolución N.º 664-2024/INDECOPI-AQP, según La República. Este caso ha despertado un debate sobre la importancia de garantizar entornos educativos seguros.
La madre de la estudiante, Ana Lucía Saiki García, presentó la queja contra la institución educativa y Katherine Ann Roberts de Chichizola, destacando que su hija sufrió no solo riesgos físicos, sino también daño emocional. Indecopi comprobó que el colegio había infringido normas esenciales de protección al consumidor. En palabras del medio antes mencionado, “la profesora le dijo que no se quejara porque le llamarían la atención”, lo que agravó la situación e hizo que la denuncia progresara hasta recibir atención sustancial.
El colegio Max Uhle, conocido por sus altos costos de matrícula, enfrenta una multa de S/86.417, equivalente a 16,78 Unidades Impositivas Tributarias (UIT). Este caso es especialmente resaltante debido a la reputación de la escuela en la sociedad arequipeña. “La resolución final confirma la validez de las preocupaciones de la señora García”, señaló La República, destacando la ineficacia del colegio al no proporcionar equipos de seguridad vitales, como guantes, durante actividades académicas.
Además de los problemas de seguridad, existieron denuncias de abuso emocional y psicológico contra estudiantes del colegio durante 2023. Ana Lucía Saiki García aseguró que su hija recibió comentarios inapropiados y despectivos por parte del personal docente. “A pesar de los esfuerzos repetidos de la señora García por resolver estos problemas”, la institución no hizo nada para rectificar la situación. Esta falta de respuesta institucional subraya las significativas deficiencias en la gestión de las quejas por parte del colegio.
Sin embargo, la administración de Max Uhle no respondió inmediatamente a las solicitudes para abordar estas acusaciones. Indecopi señaló “que Max Uhle cumple con dar respuesta a los reclamos (...) en el plazo improrrogable máximo de quince días hábiles”. Este mandato tiene como objetivo mejorar la comunicación y asegurar la protección adecuada de los estudiantes.
En cuanto a la versión del colegio, Jürgen Mattmann, director de la institución, no emitió comentarios definitivos, aunque asegura que se pronunciará una vez que el proceso haya concluido, de acuerdo con La República. La falta de comunicación adecuada por parte del colegio refleja un problema persistente en el manejo de situaciones críticas que afectan el bienestar de los estudiantes.
En este contexto, el caso del colegio Max Uhle no solo sirve como advertencia para otras instituciones educativas, sino que también subraya la importancia de cumplir estrictamente con las normativas de seguridad para salvar la salud de los estudiantes. La repercusión social de este incidente se manifiesta en la multa significativa impuesta y las correcciones ordenadas por Indecopi, lo cual debería marcar el comienzo de un cambio positivo en el entorno educativo de Arequipa.