En Piura, Nohemy Vinces, de 19 años, fue hallada muerta en su habitación en la urbanización Los Jazmines. El descubrimiento fue realizado por un pariente que había viajado desde Tumbes, de donde es originaria la joven, para visitarla, encontrándola recostada en su cama.
La joven, quien cursaba estudios en la Universidad César Vallejo, compartía el apartamento con un joven que sería su pareja, y principal sospechoso de su fallecimiento, según información proporcionada por familiares,
Las autoridades han trasladado el cuerpo de Nohemy a la morgue de Piura para realizar las investigaciones pertinentes que permitan esclarecer las circunstancias de su muerte.
La familia de la víctima ha expresado su consternación y exige que se haga justicia, solicitando que se investiguen a fondo los hechos que llevaron a esta tragedia. La comunidad universitaria y los allegados de Nohemy esperan que las autoridades actúen con celeridad para resolver el caso y brindar tranquilidad a los familiares de la joven.
La investigación sigue en curso mientras se esperan los resultados de la autopsia y otros procedimientos forenses que puedan arrojar luz sobre este lamentable suceso.
El protocolo de la Policía Nacional del Perú para investigar un feminicidio
- Recepción de la denuncia: La policía recibe la denuncia del caso, que puede ser interpuesta por familiares, testigos o cualquier persona con conocimiento del hecho.
- Protección a la víctima: Se garantiza la seguridad de las víctimas sobrevivientes y de sus familiares.
- Inspección del lugar del crimen: Los peritos realizan una minuciosa inspección en la escena para recolectar evidencias físicas, fotográficas y cualquier elemento relevante.
- Autopsia y examen forense: Si es necesario, se lleva a cabo la autopsia para determinar las causas de la muerte, y se realizan otros exámenes forenses para obtener evidencia científica.
- Entrevistas y declaraciones: Se toman declaraciones a familiares, amigos, testigos y cualquier persona relevante para el caso.
- Análisis de pruebas: Las evidencias recolectadas se analizan en laboratorios especializados para obtener información concluyente.
- Informe y seguimiento: Se elabora un informe detallado del caso y se da seguimiento para garantizar el cumplimiento del proceso judicial.
- Coordinación con el Ministerio Público: La PNP trabaja en estrecha colaboración con el Ministerio Público para la imputación y enjuiciamiento del sospechoso.
Una verdad incómoda: Todos los feminicidas justifican la violencia machista
En Perú, entre 2018 y 2022, más de cuarenta hombres fueron condenados por feminicidio, según un análisis de sentencias realizado por Salud con lupa. Estos individuos, en su mayoría sin antecedentes penales y con niveles educativos que van desde la secundaria hasta estudios universitarios, justificaron la violencia como una solución a problemas de pareja. Este fenómeno revela un patrón preocupante: el feminicida promedio es un hombre común con comportamientos machistas profundamente arraigados.
El estudio del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de 2019, citado por Salud con lupa, encontró que el 63% de los feminicidas encarcelados en el penal Miguel Castro Castro en Lima habían completado la educación secundaria, y el 27% había cursado estudios superiores. Estos datos sugieren que la educación formal no es un factor que prevenga la comisión de estos delitos.
Los motivos que estos hombres dieron para sus actos incluyen percepciones de infidelidad, rechazo a reconciliaciones, disputas económicas y comportamientos que consideraban provocativos por parte de las mujeres. Durante los interrogatorios policiales, los acusados describieron la violencia como una respuesta normal a sus conflictos personales, reflejando una mentalidad que considera a las mujeres como propiedad.
El análisis de Salud con lupa destaca que estos hombres, antes de ser encarcelados, eran vistos como individuos comunes en sus comunidades, con trabajos estables y sin antecedentes criminales. Sin embargo, en el ámbito privado, ejercían control y desprecio hacia sus parejas, castigándolas por desafiar las normas machistas.
Este perfil de feminicida, que no se limita a un grupo social específico, pone de manifiesto la necesidad de abordar el machismo como un problema estructural en la sociedad peruana. La violencia de género, justificada por estos hombres como una forma de mantener el control, es un reflejo de actitudes culturales que deben ser desafiadas y transformadas.