Unión Civil: solo el 30% de peruanos aprueba el matrimonio igualitario, según encuesta de IPSOS

En un país donde 1.7 millones de personas, el 8% de la población adulta, se identifican como no heterosexuales, las cifras son un recordatorio de los desafíos que enfrentan a diario

REUTERS

A propósito de la aprobación del texto sustitutorio del dictamen que propone la unión civil entre parejas del mismo sexo, revisado esta semana por la comisión de Justicia del Congreso de la República, hacemos un recuento de la opinión de los peruanos, en base a una encuesta publicada en junio de 2024, mes del Orgullo LGBTIQA+, por la encuestadora Ipsos Perú.

El reconocimiento del matrimonio igualitario en el Perú sigue siendo un terreno lleno de obstáculos. Apenas un 30% de los peruanos aprueba esta forma de unión, según una encuesta de Ipsos Perú realizada en junio de 2024. Esta cifra, que parece estancarse, refleja la persistente resistencia a aceptar los derechos plenos de las parejas del mismo sexo.

En un país donde 1.7 millones de personas, el 8% de la población adulta, se identifican como no heterosexuales, las cifras son un recordatorio de los desafíos que enfrentan a diario. No se trata solo de un tema de aceptación social; detrás de los números hay vidas, historias y familias que claman por igualdad y dignidad.

Un lento avance en la percepción social

Miembros de la comunidad LGBT portan la bandera del orgullo gay durante una protesta para exigir igualdad de derechos, frente al Congreso en Lima, Perú, el 27 de junio de 2019. (Foto AP/Martin Mejia, Archivo)

El debate sobre los derechos de la comunidad LGBTIQA+ en Perú ha dado pasos importantes en los últimos años, pero el progreso es desigual. Si bien el 59% de los peruanos reconoce que esta población enfrenta discriminación, esta cifra ha disminuido en 13 puntos desde 2019, lo que sugiere un cambio gradual en la percepción. Sin embargo, los prejuicios persisten, especialmente en ámbitos como la política y la visibilidad pública.

Un ejemplo claro de estos prejuicios se refleja en las actitudes hacia los líderes LGBTIQA+. Un 38% de los encuestados admite que no votaría por un presidente abiertamente LGBTIQA+, y un 53% rechazaría a un alcalde con esta orientación o identidad. Estas cifras revelan una barrera que va más allá de lo personal y afecta la representación política y la posibilidad de cambio estructural.

En el ámbito familiar, la adopción por parte de parejas del mismo sexo sigue siendo un tema espinoso. Solo el 31% de los peruanos está de acuerdo con que estas parejas tengan derecho a adoptar, lo que denota un profundo arraigo de prejuicios sobre qué constituye una familia “adecuada”. Aunque se observa una leve tendencia positiva, el rechazo sigue siendo mayoritario.

La batalla por la visibilidad y la inclusión

Marcha del Orgullo en Lima se realizaró el sábado 1 de julio de 2024.

En el mundo empresarial y mediático, el apoyo a la comunidad LGBTIQA+ sigue siendo limitado. Solo un 46% respalda que las empresas promuevan la igualdad activamente, y apenas un 32% está de acuerdo con una mayor representación en medios y publicidad. Este último dato pone de manifiesto que, aunque el mes del Orgullo LGBTIQA+ llena las calles de colores y mensajes inclusivos, muchos aún no están listos para aceptar plenamente la visibilidad de esta comunidad.

Sin embargo, no todo es desolador. Un dato alentador proviene de la percepción sobre las personas transexuales y con otras identidades de género. Un 68% de los peruanos rechaza la idea de clasificar a estas personas como pacientes con problemas de salud mental. Este resultado marca un paso hacia la despatologización de las identidades trans, un logro significativo en la lucha por los derechos humanos.

El panorama actual de la comunidad LGBTIQA+ en Perú es como un río que avanza lento pero con fuerza, enfrentando piedras y desvíos en su camino. Aunque el reconocimiento de derechos avanza, queda claro que la verdadera aceptación social y política requiere un cambio profundo en las mentalidades colectivas.

Mientras el Congreso discute la aprobación de la unión civil entre parejas del mismo sexo, estas cifras sirven como un llamado de atención. No se trata solo de estadísticas; detrás de cada porcentaje hay historias de amor, lucha y resiliencia que merecen ser reconocidas y celebradas.