El director ejecutivo del programa de alimentación escolar Qali Warma, Pedro Ripalda, afirmó que se ha actuado de manera enérgica contra los funcionarios y trabajadores involucrados en presuntos actos de corrupción que permitieron la distribución de productos no aptos para el consumo humano, afectando a niños de los sectores más vulnerables.
En una entrevista con Latina Noticias, Ripalda destacó que, además de separar a los responsables, se presentaron denuncias contra los colaboradores, empresarios y productores implicados, subrayando que “el servicio de alimentación escolar no puede verse manchado ni ponerse en riesgo por la conducta de estas personas”.
“Hemos separado a todos los que recibimos la información (...) Hemos solicitado los informes, para justamente darle toda la información necesaria que se necesita para determinar las responsabilidades y que se hagan las diligencias correspondientes (…) No vamos a tolerar que un servicio se vea afectado, eso es lo más importante”, indicó.
Ripalda recalcó que el programa no permitirá que ningún funcionario, trabajador, empresario o productor que se desvíe de los principios de Qali Warma continúe participando. “Los vamos a sacar a todos, el programa no va a tolerar un solo ni trabajador, empresario, productor que no entienda de qué va esto”, insistió.
Defiende control de calidad de productos
El director también explicó que Qali Warma establece contratos con proveedores, quienes funcionan como operadores logísticos y acopian los productos, pero no adquiere directamente de los fabricantes. “Qali Warma no compra a los fabricantes. Qali Warma establece contratos con proveedores que son operadores logísticos, quienes acopian como grandes distribuidores. Con los fabricantes no tenemos relación directa”, dijo.
Ripalda añadió que, además del registro sanitario obligatorio para los alimentos, el programa realiza un segundo control de calidad en sus almacenes. Según explicó, en marzo se reportó una incidencia a la autoridad sanitaria regional, la cual inicialmente determinó que el producto era apto para el consumo humano. Sin embargo, cuatro meses después, la misma autoridad concluyó que no lo era.
“Ya sabemos porque lo determinó un empresario corrupto y una autoridad corrupta que no entiende cual es el rol como autoridad sanitaria de velar por la salud no solo de su región sino de un lote que debía hacer la trazabilidad”, indicó. Asimismo, informó que en lo que va del año se han registrado más de 150 incidentes similares.
Sobre su posible renuncia
El médico cirujano reafirmó su compromiso con el programa de alimentación escolar y con los más de 4 millones de niños beneficiados, asegurando que la calidad de los productos es prioritaria. Durante el diálogo, señaló que los alimentos distribuidos cumplen con los estándares necesarios, al punto de que no dudaría en ofrecérselos a sus propios hijos.
“Totalmente. Tengo dos hijos y digo los 4 millones de niños tienen que comer lo que mis hijos comen en el desayuno y por eso estamos trabajando intensamente”, dijo.
Consultado sobre una posible renuncia debido a la gravedad de las denuncias, Ripalda destacó que asumió el cargo plenamente consciente de la responsabilidad que implica liderar un programa como Qali Warma. Sin embargo, hizo un llamado a observar la situación desde una perspectiva optimista, considerando que estas crisis pueden convertirse en oportunidades para fortalecer el programa.
“Todos los buenos funcionarios sabemos que hay crisis, pero también tenemos que verlo como oportunidades de mejor. El programa seguirá mejorando”, comentó.
Midis solicita prisión para los responsables
El Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) ha adoptado una posición contundente frente a las denuncias recientes sobre actos de corrupción en el programa Qali Warma, cuyo objetivo es garantizar una alimentación adecuada para los escolares. Según el titular del sector, Julio Demartini, se busca aplicar sanciones ejemplares, incluyendo prisión efectiva, a quienes vulneren este derecho fundamental.
En una conferencia de prensa, el ministro señaló la existencia de una “red de corrupción” que involucra tanto a empleados del programa como a empresas privadas, comprometiendo la calidad de los alimentos destinados a los niños.
En coordinación con la Fiscalía Anticorrupción, se han iniciado acciones legales, entre ellas, la incautación de productos alimenticios que no cumplían con los estándares exigidos. Paralelamente, el Midis ha separado a 12 trabajadores vinculados a estas irregularidades, incluidos jefes de unidades territoriales.
“El programa necesita un cambio de modelo y en ese cambio estamos chocando con muchos intereses”, dijo Demartini, mostrando su determinación por limpiar la administración interna.