De vendedor ambulante a líder del comercio en Lima, así es la asombrosa historia de Augusto Allcca, un hombre que con una pequeña inversión de 20 dólares, y con la ayuda de su familia, logró transformar su vida y la de millas de otros emprendedores en el Perú. Escapó del caos del terrorismo en Chanchamayo, Augusto encontró en las calles de Lima la oportunidad que cambiaría su destino. Hoy, su legado vive en el Gamarra Moda Plaza, un centro comercial de gran envergadura que ha revolucionado el comercio en el emporio más grande del país.
Pero su camino al éxito no fue fácil. Enfrentó innumerables desafíos, desde la falta de recursos hasta la oposición de quienes veían en él una competencia. Sin embargo, la perseverancia y el trabajo duro lo llevaron a construir, junto a otros vendedores ambulantes, lo que hoy se reconoce como uno de los proyectos comerciales más ambiciosos en la historia de Gamarra. ¿Cómo pasó de vender bolsas en las calles a fundar un centro comercial que marcó un antes y un después en el comercio de Lima?
El humilde comienzo de Augusto Allcca en Chanchamayo
Augusto Allcca nació el 16 de enero de 1965 en Chanchamayo, una provincia marcada por la pobreza y la violencia del terrorismo en los años 80. Desde pequeño, la vida de Augusto estuvo llena de dificultades, lo que forjó en él una mentalidad resiliente. En su infancia, la familia vivió momentos de gran carencia, y la situación económica del país no ayudaba a que las cosas mejoraran. A pesar de estos obstáculos, Augusto siempre tuvo claro que quería mejorar su futuro.
Según la información proporcionada por PeruRetail, a finales de la década de los 80, la creciente violencia en la región y la inestabilidad económica lo empujaron a tomar decisiones difíciles. En busca de nuevas oportunidades, Augusto decidió migrar a Lima en 1993 con su esposa y tres hijos. Se mudaron a una zona popular y buscó empezar de nuevo. Sin ahorros ni recursos, comenzó a trabajar vendedor como ambulante, una actividad que, aunque precaria, representaba una posibilidad de ingresos para sostener a su familia en una ciudad llena de desafíos. Con determinación y esfuerzo, Allcca daría sus primeros pasos en el mundo del comercio, sin saber que este sería el inicio de una historia de éxito que cambiaría su vida y la de muchos otros.
La lucha por el sueño: de vendedor ambulante a empresario
El camino hacia el éxito de Augusto Allcca no fue fácil. Después de llegar a Lima y establecerse en una zona popular, comenzó a vender bolsas en las calles de la capital con el poco capital que logró reunir. Aunque sus inicios fueron modestos, el empeño y la disciplina fueron claves en su evolución. Con el tiempo, las ventas de bolsas empezaron a generar algunos ingresos, lo que le permitió reinvertir en nuevos productos como camisetas y utensilios de cocina. Sin embargo, las dificultades eran constantes: las autoridades y los comerciantes formales de la zona comenzaban a presionar para desplazar a los vendedores ambulantes, lo que dificultaba aún más su situación.
Pese a los constantes desafíos y la competencia, Augusto nunca perdió la esperanza. Motivado por la idea de tener un lugar propio donde vender, comenzó a ahorrar todo lo que pudo, limitó sus gastos personales y familiarizándose con los principios del ahorro y la inversión. Según el medio mencionado, la determinación lo llevó a asociarse con otros vendedores ambulantes que compartían el mismo sueño. Juntos, lograron recaudar el dinero necesario para solicitar un préstamo bancario, que fue clave para convertir su sueño en una realidad. Con perseverancia y sacrificio, Augusto Allcca logró dar el siguiente paso: la creación de su propio espacio comercial, lo que marcaría el inicio de su transición de vendedor ambulante a empresario.
La creación de un imperio: Gamarra Moda Plaza
Después de años de arduo trabajo y sacrificio, Augusto Allcca alcanzó su objetivo más ambicioso: la construcción de Gamarra Moda Plaza, un centro comercial que marcaría un antes y un después en el emporio comercial de Gamarra. En 2013, con el respaldo de su creciente grupo de socios y el capital reunido, decidió emprender este monumental proyecto.
La visión de Augusto era clara: crear un espacio moderno que no solo sirviera como punto de venta para los emprendedores de la zona, sino que también ofreciera una experiencia comercial integral a los kilómetros de compradores que visitan Gamarra cada día.
En 2015, después de años de planificación y trabajo conjunto con sus socios, comenzó la construcción del mall, que se erigiría como el primer centro comercial formal del área. Con una impresionante infraestructura de 90.000 metros cuadrados distribuidos en nueve niveles, Gamarra Moda Plaza se convirtió en un referente de modernidad y crecimiento. Su éxito radicó en su capacidad para ofrecer espacios adecuados para los negocios, así como una ubicación estratégica dentro del emporio comercial de Gamarra. Así, Augusto Allcca consolidó su legado como un emprendedor visionario, que no solo logró el sueño de crear un centro comercial, sino que también transformó la dinámica comercial.
Legado y desafíos: el empresario que nunca se rindió
La vida de Augusto Allcca estuvo marcada por retos constantes, pero también por su inquebrantable determinación. A pesar de enfrentar situaciones difíciles, como el incendio en 2005 que redujo una de sus galerías comerciales a cenizas, nunca dejó de luchar por sus metas. Este incidente, que generó pérdidas estimadas en 50 mil dólares, pudo haber significado el final de su carrera empresarial. Sin embargo, Allcca se enfocó en reconstruir lo perdido, apeló nuevamente a su disciplina, ahorro y trabajo continuo, lo que le permitió recuperarse en pocos meses y continuar expandiendo sus pro.
En 2018, alcanzó uno de sus mayores logros con la inauguración de Gamarra Moda Plaza, el primer centro comercial de su tipo en el emporio textil de Lima, consolidándose como un referente en el sector empresarial. Su legado trasciende más allá de los negocios, inspiró a millas de peruanos a perseguir sus sueños a pesar de las dificultades. Lamentablemente, en 2021, Augusto Allcca falleció y dejó un legado de esfuerzo, superación y un impacto significativo en la comunidad de Gamarra, donde su historia aún inspira a quienes buscan un futuro mejor.