El feminicidio en Comas de Sheyla Cóndor por parte del policía Darwin Condori, quien posteriormente se quitó la vida, ha despertado las críticas hacia la institución policial con cuestionamientos a la idoneidad psicológica y moral de sus integrantes, así como el seguimiento de los protocolos ante una denuncia de violencia de género.
Al respecto, el exjefe de Inspectoría de la Policía Nacional del Perú (PNP), general Carlos Tuse, ha alertado de un fallo estructural en esa institución que afecta la moral policial y la salud mental de los efectivos.
“La salud mental de la Policía existe y es real porque la Policía está estresada.” Pero la salud policial hace nada sobre la salud mental de la Policía. Tenemos un ejército de psicólogos que están calentando silla en el hospital esperando clientes. ¿Qué policía voluntariamente reconoce estar con estrés o problemas? No hay. Hemos sugerido que sean los psicólogos los que estén en las unidades policiales buscando quién tiene problemas”, explicó en una entrevista a 24 horas.
Pruebas simuladas
Carlos Tuse explicó que si bien hay pruebas psicológicas todos los años estas “no son contundentes, son simuladas”, porque los superiores firman y con eso se pasa el examen.
“Hoy como nunca en la historia tenemos cuatro o cinco generales de sanidad y no hemos escuchado un informe de la salud mental de la Policía o qué tratamiento están haciendo”, dijo.
Omisión de funciones en caso Darwin Condori
También cuestionó que la comisaría de Comas no haya actuado desde un principio y consideró que habría omisión de funciones, ya que una ley aprobada en 2018 obliga a las comisarías a recibir denuncias por desaparición sin esperar que pasen más de 48 horas o si el hecho no ocurrió en esa jurisdicción.
“Tengo que reconocer que hay una falta de capacitación del personal. Hay un descuido de los comandos. Anteriormente nos entregaban un manual de procedimientos y nosotros lo teníamos como una Biblia y sabíamos qué hacer en cada caso. (...) Hoy le he preguntado a los policías pero no hay nada de eso”, señaló.
Fiscalía interviene comisaria de San Luzmila
Sheyla Cóndor, una joven de 26 años, fue encontrada muerta y desmembrada en el departamento de un policía en el distrito de Comas, el 16 de noviembre. La desaparición de Sheyla había sido reportada el 13 de noviembre, pero la denuncia no fue recibida por los agentes de la Comisaría PNP de Santa Luzmila, lo que ha desencadenado una investigación por parte del Ministerio Público. Según la información disponible, el principal sospechoso, el suboficial Darwin Condori, fue hallado muerto en un hotel en San Juan de Lurigancho el 19 de noviembre, aparentemente por suicidio.
El Ministerio Público ha intervenido la comisaría en cuestión como parte de una investigación preliminar por el presunto delito de omisión de actos funcionales contra el comandante Ronald Núñez y otros agentes que habrían rechazado la denuncia de desaparición. Además, se investiga un posible encubrimiento personal, ya que la madre de la víctima afirmó que policías de la comisaría habrían alertado a Condori tras el hallazgo del cadáver.
El ministro del Interior, Juan José Santiváñez, ha asegurado que las investigaciones continuarán a pesar de la muerte del principal sospechoso.
Por su parte, el jefe de investigación de la División de Homicidios de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri), Ricardo Espinoza, ha señalado que el asesinato podría haber ocurrido mientras Sheyla intentaba defenderse de una agresión sexual. Espinoza mencionó que se manejan diversas hipótesis sobre el caso, destacando la crueldad con la que se cometió el crimen, con el objetivo de desaparecer cualquier rastro.
Las autoridades continúan recopilando pruebas y testimonios para esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades de los involucrados.