El dengue avanza sin tregua en el Perú. Hasta el 16 de noviembre, el Seguro Social de Salud (EsSalud) confirmó 92,439 casos en todo el territorio nacional, marcando un preocupante incremento en la incidencia de esta enfermedad. Las regiones de La Libertad, Ica, Piura y Áncash, junto con las redes de Sabogal y Almenara en Lima, concentran más del 80% de los contagios.
Según el doctor Edwin Neciosup, jefe de la Oficina de Inteligencia e Información Sanitaria de EsSalud, cada semana se registran más de 200 nuevos casos. Este ritmo vertiginoso de propagación ha encendido las alarmas en las autoridades sanitarias, quienes atribuyen el repunte al aumento de las temperaturas y al almacenamiento inadecuado de agua en recipientes sin desinfectar.
“Es como un ciclo oculto”, explicó Neciosup. “Los huevos del mosquito Aedes aegypti, principal transmisor del dengue, pueden permanecer inactivos por un año en condiciones secas. Basta con un poco de agua limpia para que las larvas cobren vida y se conviertan en una amenaza para la salud pública”, argumentó.
La prevención: clave para frenar el brote
Ante esta crisis, EsSalud señaló que ha intensificado las medidas de prevención y control en las zonas más afectadas. La presidenta ejecutiva de la institución, María Elena Aguilar, subrayó que la lucha contra el dengue no depende únicamente de las autoridades, sino también de la población.
“Es fundamental eliminar cualquier espacio donde el mosquito pueda reproducirse. Cubrir, vaciar y limpiar los recipientes de agua es una medida sencilla, pero muy efectiva”, aseguró Aguilar. Asimismo, recomendó acudir de inmediato a un centro de salud ante síntomas como fiebre súbita, dolor detrás de los ojos, erupciones en la piel o dolores intensos en las articulaciones y músculos.
La funcionaria también hizo un llamado a evitar la automedicación. “El dengue puede complicarse rápidamente y derivar en cuadros graves como el dengue hemorrágico. No debemos subestimar esta enfermedad”, advirtió.
Grupos vulnerables y el peligro de la reinfección
Aunque la enfermedad afecta a personas de todas las edades, los adultos entre 30 y 59 años lideran las estadísticas con 43,394 casos, lo que representa el 46% de los contagios. Además, los pacientes con comorbilidades, mujeres embarazadas, menores de un año y adultos mayores son considerados los grupos más vulnerables.
Otro aspecto preocupante es el riesgo de una segunda infección, que puede desencadenar formas graves de dengue. “En una reinfección, el organismo responde con mayor intensidad, lo que puede provocar inflamaciones severas y comprometer órganos vitales”, explicó Neciosup.
En tal sentido, EsSalud hizo un llamado urgente a la población para intensificar las medidas de prevención. Se recomienda cubrirse con ropa de manga larga, usar repelente, instalar mosquiteros en ventanas y eliminar criaderos de mosquitos, como floreros, piscinas y depósitos de agua sin tapa. También se aconseja lavar los recipientes con una escobilla para eliminar huevos del mosquito que puedan pasar desapercibidos.
Para facilitar la prevención y el tratamiento, EsSalud ofrece a sus asegurados la línea telefónica 107, opción 5, donde se brinda orientación sobre detección y cuidado frente al dengue. En medio de este brote que no cesa, las acciones individuales y colectivas serán clave para frenar la propagación de esta enfermedad que, como un enemigo invisible, sigue marcando territorio en todo el país.