A más de dos años del polémico ampay que protagonizó junto a Fiorella Retiz, el conductor de televisión Aldo Miyashiro reflexionó sobre los difíciles momentos que atravesó tras la difusión de las imágenes y el impacto que tuvieron en su relación con Érika Villalobos, madre de sus hijos. En una entrevista con Andrea Llosa, reveló que nunca consideró la posibilidad de reconciliarse con la actriz, con quien ya se encuentra oficialmente divorciado.
El ampay, difundido en abril de 2022 por el programa de Magaly Medina, captó a Aldo Miyashiro besándose con Fiorella Retiz, quien en ese momento era reportera de su espacio televisivo. El escándalo desató una ola de críticas públicas y marcó no solo su separación de Érika Villalobos, sino también el comienzo de un periodo de introspección para el conductor, quien decidió alejarse temporalmente de la escena mediática.
En la conversación con Llosa, Miyashiro compartió cómo lidió con las consecuencias inmediatas del escándalo de infidelidad. “(Después del ampay), hablé sobre lo sucedido y de ahí me guardé unos días porque no sabía bien lo que venía, no sabía si iba a continuar en el programa. Me quedé en un hotel, pensando qué era lo que debía hacer, me agarró una especie de presión dura”, relató.
El presentador de ‘La Banda del Chino’ recordó que durante esos días se aisló por completo, sin responder llamadas ni mensajes. La situación le afectó al punto de que perdió el apetito: “No comí nada tres o cuatro días seguidos, solamente tomaba agua. No porque me estuviera castigando, sino porque no sentía absolutamente nada de hambre”.
Miyashiro no pidió una segunda oportunidad
Tras el escándalo, la relación entre Aldo Miyashiro y Érika Villalobos atravesó un proceso de redefinición. Según explicó, ambos optaron por conversar extensamente sobre lo sucedido, pero nunca abordaron la posibilidad de una reconciliación. “Nos veíamos mucho y conversábamos, incluso hemos viajado juntos. Todo, pero nunca se habló sobre volver o divorcio. Nunca se habló en un año. Creo que necesitábamos respirar”, señaló.
El conductor de América TV enfatizó que su prioridad no era buscar una segunda oportunidad con Villalobos, sino garantizar el bienestar emocional de su familia y restablecer los vínculos con su entorno cercano.
“Yo había fallado, entonces quería estar pendiente de que mi familia esté bien y que la situación pueda volver a ser normal. No estaba pensando en cómo recuperarla, mi plan era que ella esté feliz. Es más, una vez que ya conversamos sobre divorciarnos para estar más tranquilos, yo me dije: ‘Yo no voy a estar con nadie hasta que Érika esté con alguien, así aparezca la mujer de mi vida al frente’. No quería darle ese peso adicional”, expresó.
Con el tiempo, ambos tomaron caminos separados, pero mantuvieron una relación cercana y cordial por el bien de sus hijos. Miyashiro celebró que Érika Villalobos haya encontrado la felicidad con otra persona, lo que también le permitió reevaluar sus propias decisiones personales. “Cuando ella se enamoró, yo estaba muy feliz. También estaba feliz porque, una vez Érika ya estaba encaminada, ahora yo tenía la oportunidad de decidir si yo quería estar con alguien”, comentó.
¿Quién es la nueva pareja de Aldo Miyashiro?
Gia Rosalino, de 28 años, es una actriz emergente que ha destacado en el teatro y las artes escénicas. Con formación en clown y arte dramático, su carrera se centra en las tablas, además de su interés por los viajes y la exploración cultural, actividades que comparte en sus redes sociales. Actualmente, cuenta con más de 21 mil seguidores en Instagram, donde publica momentos de su vida cotidiana, videos y fotografías.
La actriz conoció a Aldo Miyashiro mientras trabajaban juntos en la obra Las Hembras No Lloran, dirigida por el presentador en octubre de 2023. Fue en este entorno donde comenzó un vínculo que, según el presentador, surgió de manera inesperada. En una entrevista con Andrea Llosa, el conductor comentó: “Nunca me imaginé estar con alguien menor, pero trabajando juntos descubrí cuánto me hacía reír y lo cómodo que me sentía con ella”.
Aunque la diferencia de edad de 20 años generó incertidumbre inicial, ambos decidieron dar una oportunidad a su relación tras un periodo de transición. Desde entonces, han optado por mantener un perfil discreto sobre su romance, priorizando su vida privada y sus respectivos proyectos profesionales.