El gobierno de Perú, a través del Ministerio de Cultura, anunció un plan para fortalecer la seguridad en el Parque Arqueológico de Machu Picchu luego de que un video viral mostrara a dos turistas esparciendo presuntas cenizas humanas en la ciudadela inca, un lugar considerado sagrado. Este incidente ha generado un intenso debate en redes sociales sobre la protección del patrimonio cultural y la necesidad de regular ciertas prácticas en espacios históricos.
El jefe del Parque Arqueológico de Machu Picchu, César Medina, informó que se implementarán medidas adicionales de seguridad para prevenir hechos similares en el futuro. Entre las acciones propuestas, se incluyen la instalación de más cámaras de vigilancia y la contratación de un mayor número de personal encargado de supervisar a los visitantes nacionales y extranjeros. Actualmente, el recinto cuenta con solo cuatro cámaras de seguridad y un equipo reducido de vigilantes, lo que ha resultado insuficiente para controlar el ingreso diario de miles de turistas.
En ese sentido, Medina subrayó que estos cambios buscan no solo proteger la integridad del sitio, sino también reforzar el respeto hacia su significado cultural y religioso. Las autoridades locales trabajan además en campañas de concienciación para educar a los turistas sobre la importancia de preservar este lugar declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1983.
Restricciones al acceso y economía local
Este incidente ocurre en medio de un debate sobre el manejo del turismo en Machu Picchu, que recibe hasta 5.600 visitantes diarios durante la temporada alta, entre junio y octubre. Para el resto del año, el límite es de 4.500 turistas al día. Sin embargo, algunas organizaciones locales, como la Cámara de Comercio de Cusco, consideran que estas restricciones perjudican la economía de la región, que depende en gran medida del turismo.
El Ministerio de Cultura sostiene que estas medidas son esenciales para preservar el sitio, pero actores locales han solicitado que se mantenga un límite constante de visitantes durante todo el año. Según Saúl Caipani, director de la Gerencia Regional de Turismo de Cusco, la noción de “temporada alta” ya no es válida, ya que Machu Picchu recibe un flujo constante de turistas durante el año.
Implicaciones de salubridad
El incidente también puso de relieve preocupaciones relacionadas con la salubridad. Esparcir cenizas humanas en un sitio arqueológico como Machu Picchu plantea riesgos para la conservación del lugar y para los visitantes. Medina afirmó que este tipo de prácticas, además de ser culturalmente inapropiadas, pueden generar problemas de higiene en espacios de alta afluencia turística.
En respuesta, el Ministerio de Cultura ha señalado que se trabajará en normativas específicas para prohibir expresamente estas actividades, con el fin de garantizar tanto la preservación del patrimonio como la seguridad de las personas que visitan la ciudadela.
Limitaciones legales
Una de las principales barreras para actuar en este caso ha sido la falta de legislación específica. Según César Medina, no se presentó una denuncia formal porque la ley peruana no contempla sanciones por actos como el esparcimiento de cenizas.
“La policía tomó conocimiento, pero no se ha hecho la denuncia porque no se le puede armar un caso a la agencia (de turismo que difundió el video) por algo que no está penado”, explicó el funcionario.
Por otro lado, la Comisión de Juristas de Cusco afirmó que el acto podría ser interpretado como una infracción a la Ley N.º 28296, que prohíbe la modificación del uso original del Patrimonio Cultural de la Nación. La abogada T’ika Luiza Obregón destacó para Andina que las áreas arqueológicas no pueden ser utilizadas como depositarios de cenizas humanas, señalando que estas acciones constituyen un atentado contra el valor cultural de Machu Picchu.
Turistas habrían esparcido cenizas en Machu Picchu
Hace poco más de una semana, un video se viralizó en la popular plataforma de TikTok, en el que se muetra a dos mujeres esparciendo cenizas en la ciudadela inca. El visual fue difundido por la cuenta de oficial de una agencia de turismo en la menciona plataforma. “una despedida llena de amor en Machu Picchu” y los hashtags #cenizas y #esparcircenizas. A pesar de que el material fue eliminado, su difusión generó indignación en redes sociales y en la comunidad local.
La falta de regulación para estas prácticas resalta la necesidad de proteger los valores culturales y religiosos de Machu Picchu, una de las siete maravillas del mundo modero, y un sitio considerado sagrado desde su construcción en el siglo XV por el emperador inca Pachacútec. Para muchos usuarios, actos como este representan una falta de respeto hacia las tradiciones ancestrales en nuestro país.