En las postrimerías del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) 2024, el Gobierno entregó una prenda confeccionada con la fibra de vicuña, camélido representativo de la fauna peruana. Los líderes participantes subieron al estrado para la foto oficial; algunos, como la presidenta Dina Boluarte, no esbozaron una sonrisa.
Antes de que la cámara capturara el momento, varios presidentes observaron detenidamente la chalina obsequiada por la mandataria. Algunos intercambiaron palabras, pero en el video difundido por los canales de señal abierta no se escucharon sus voces.
Sin embargo, es probable que hayan comentado sobre las características que son admiradas en diversas partes del mundo. Lo cierto es que la fibra de vicuña se utiliza para fabricar telas, hilos y prendas de alta calidad, destinados a un mercado de elevado estatus y gran poder adquisitivo.
En un boletín del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego, se señalan las características de la materia prima utilizada para fabricar la chalina que lucieron los líderes del foro económico.
“La fibra de vicuña es una de las fibras de origen animal más fina, suave, resistente, cálida y liviana en el mundo. Su diámetro oscila entre 11,6 a 14,2 micras, con un promedio de 12,8 micras; asimismo, la longitud de la fibra tiene una amplitud de 2,8 a 5,27 centímetros, con un promedio de 4,10 centímetros; conformando el mercado de las fibras finas especiales”, se lee.
Esta materia prima es considerada la más costosa del mundo. Por ejemplo, un abrigo de vicuña refinado para el invierno tiene un precio aproximado de US$ 33.595. En cuanto a las chalinas, su valor supera los 5 mil soles. Sin embargo, su alto costo no es una característica exclusiva de la actualidad; antes de la llegada de los españoles, solo las personas de alto poder adquisitivo podían permitirse usarla.
La fibra de vicuña: un tesoro ancestral y actual
En el Imperio inca, la diversidad animal era vasta, abarcando tanto las regiones andinas como las selvas amazónicas. Los camélidos, especialmente las llamas y alpacas, desempeñaban un papel crucial, ya que se utilizaban para el transporte y la producción de lana. Además, criaban cuyes, los cuales constituían una importante fuente de alimento.
Sin embargo, había un tipo de camélido que los antiguos habitantes de América del Sur veneraban: la vicuña. Su fibra era utilizada por aquellos que se encontraban en la cima de la pirámide social del Imperio inca.
“Hay una razón por la cual los incas adoraban a la vicuña, los primos en miniatura de color canela de la llama. Estos individuos de ojos pequeños, que habitan en las frías mesetas andinas, producen una fibra tan fina que se lo considera una tela de oro. Solo la realeza inca podía usarla”, se lee en el boletín del Midagri, el cual lleva como título “Perfil de mercado de la fibra de vicuña”.
Cuando los conquistadores españoles llegaron al continente, utilizaron la fuerza militar para apoderarse de la “seda del Nuevo Mundo”, que se empleaba en la confección de lujosos revestimientos para los divanes del rey Felipe II. A lo largo de los siglos, en lugar de esquilar a estos animales, optaron por cazarlos. Cabe señalar que, en el momento de la llegada de los extranjeros, millones de vicuñas vagaban libremente por los terrenos rocosos de los Andes.
Conociendo esto, resulta interesante descubrir el momento en que la vicuña empezó a captar atención global. Este fenómeno surgió en la década de 1950, cuando la vicuña se convirtió en un símbolo vinculado a dos referentes culturales populares.
Uno de los casos más célebres está vinculado a un escándalo que involucró a Sherman Adams, jefe de gabinete del presidente Dwight Eisenhower. En 1958, Adams se vio obligado a dimitir tras aceptar un abrigo de vicuña de un magnate textil que estaba siendo investigado por el gobierno federal. Este incidente pasó a la historia como el conocido “Caso Vicuña Coat”.
El otro episodio ocurrió en la película de 1950 Sunset Boulevard, donde un sastre le sugiere al actor estadounidense William Holden: “Mientras la dama pague, ¿por qué no tomar la vicuña?”. Estas dos situaciones contribuyeron en gran medida a consolidar la imagen de la vicuña como una fibra de lujo y alto costo.
A pesar de que estos eventos pusieron la fibra de vicuña bajo los reflectores internacionales, aún no se comercializaba a gran escala. Ante esta situación, una empresa emprendió acciones para lograr su expansión global.
En el boletín del MIDAGRI, se informa sobre los pasos que se tomaron para que esta materia prima se comercializara en grandes cantidades. “Pero un par de admiradores de la vicuña, inspirados por su padre, vieron una oportunidad en el mercado de la vicuña. Sergio y Pier Luigi Loro Piana, los co-CEO de Loro Piana, la fábrica italiana que formó parte de la mitad del siglo ‘Made in Italy’, y con el tiempo se convertiría en uno de los mayores productores de cachemira del mundo y en su mayor proveedor de fibra de vicuña”, se lee en el documento.
En otro fragmento se lee lo siguiente: “‘Trabajamos mucho para reintroducir la vicuña al mundo comercial’, dice Pier Luigi Loro Piana, vicepresidente de la marca de su familia, que se involucró activamente con las autoridades peruanas invirtiendo oficialmente en reservas naturales y en iniciativas de preservación a mediados de la década de 1980. ‘Trabajamos bastante duro en los años 80 y principios de los 90 para que eso sucediera’”.
Con la llegada del nuevo milenio, la demanda de la fibra de vicuña experimentó un considerable aumento. En 2018, las exportaciones de esta fibra y sus derivados (hilos, telas y prendas de vestir) alcanzaron un valor FOB de US$ 2,5 millones, lo que representó una caída del 6,3% en comparación con 2017. No obstante, en los últimos diez años, las exportaciones han mostrado un crecimiento constante, con una tasa anual del 3,3%.
Diferencias entre la fibra de vicuña y el cashmere
La fibra de vicuña se utiliza como materia prima para la creación de telas, hilos y prendas de alta gama, dirigidas a un mercado exclusivo y de alto poder adquisitivo. Hoy en día, su presencia en la industria de la moda sigue en constante crecimiento.
En cuanto al cashmere, esta fibra textil de alta calidad proviene de las cabras de cachemira, una raza que habita principalmente en las regiones frías de Asia Central, como Mongolia, China y algunas áreas de la India. Es altamente valorada por su suavidad, ligereza y calidez, características que la convierten en un material muy demandado en el mundo textil.
Entre estas dos materias primas, la fibra de vicuña es la más fina, como lo demuestra su elevado precio. Por ejemplo, una bufanda de vicuña puede costar S/3,990.00, mientras que una chalina de cashmere tiene un precio considerablemente menor, alrededor de S/108.00.