En Perú, la pesca no solo es una fuente esencial de ingresos, sino también un pilar clave de la seguridad alimentaria. Para proteger este recurso vital, se implementan vedas marinas, medidas que buscan garantizar la sostenibilidad de las especies, preservar la biodiversidad y asegurar que los recursos estén disponibles para las futuras generaciones.
Actualmente, las vedas vigentes hasta finales de 2024 afectan al jurel, la caballa y el bonito, tres peces de alta demanda en el mercado peruano. Su consumo, durante este periodo, se restringe a productos congelados, salvo el caso del bonito fresco, cuya pesca artesanal está permitida únicamente a embarcaciones con permiso vigente, según las regulaciones del Ministerio de la Producción (Produce).
Las vedas, una barrera contra la sobrepesca
Las vedas son esenciales para controlar la explotación pesquera y permitir la reproducción de las especies en riesgo. Como ejemplo, la veda del jurel se estableció en septiembre de 2024 tras alcanzar casi el 99% del límite de captura anual. Esta medida busca prevenir el agotamiento de su población, garantizando su sostenibilidad a largo plazo.
Sin embargo, el impacto de no respetar estas regulaciones puede ser devastador. Según Camilo Peirano, gerente general de Superfish, la pesca indiscriminada en épocas de veda compromete la reproducción de las especies, reduce sus poblaciones y pone en peligro el equilibrio del ecosistema marino. “Esto afecta directamente a las comunidades pesqueras y aumenta la presión sobre especies en peligro, afectando gravemente la biodiversidad marina”, señaló el especialista.
¿Cómo ayudar como consumidores?
El respeto a las vedas no solo depende de las autoridades o los pescadores. Los consumidores juegan un papel clave en la preservación de los recursos marinos al adoptar prácticas responsables:
- Informarse sobre las especies en veda: Tanto el Produce como el Instituto del Mar del Perú (Imarpe) publican calendarios y listas actualizadas con información sobre las temporadas de veda. Conocerlas permite tomar decisiones de compra informadas.
- Comprar en comercios responsables: Optar por mercados y supermercados que respeten las vedas y, cuando sea posible, adquirir productos con certificaciones de sostenibilidad. Estas garantizan que los peces provienen de prácticas responsables.
- Educar y compartir información: Promover la importancia de respetar las vedas entre familiares y amigos ayuda a ampliar la concientización sobre la protección marina.
- Consultar a pescadores y proveedores: Preguntar directamente sobre la procedencia de los productos asegura su transparencia y cumplimiento con las normativas.
Perú, un país con riqueza marina
Con una biodiversidad marina única, el Perú tiene el potencial de convertirse en un líder regional en conservación y sostenibilidad. Para Camilo Peirano, el compromiso colectivo de pescadores, empresas y consumidores puede marcar la diferencia. “Si trabajamos juntos, podemos asegurar un futuro con riqueza marina, y con ello seguridad alimentaria, empleo y crecimiento empresarial”, afirmó.
La producción pesquera destinada al consumo humano directo (CHD) en el Perú ha experimentado variaciones en los últimos años. En 2020, alcanzó las 547 mil toneladas métricas, registrando un retroceso del 9,1% respecto al año anterior. Este descenso se atribuye principalmente a la menor producción de productos congelados y curados, aunque fue atenuado por un incremento en la producción de enlatados.
En 2022, la producción pesquera para CHD mostró una recuperación, con un aumento del 27,3% en comparación con el año anterior. Este crecimiento se debió a la mayor producción de productos destinados al consumo humano directo, influenciado por un incremento del 60,7% en la producción de congelados. Durante 2023, la producción del sector pesca se redujo en un 19,75 %, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática de Perú (INEI).
La lucha contra la sobreexplotación
En el ámbito global, la sobrepesca ya ha tenido consecuencias alarmantes: cerca del 90% de los peces grandes depredadores están agotados y casi el 30% de las especies marinas están sobreexplotadas. Por ello, las vedas son una herramienta indispensable para evitar que el Perú siga este camino y proteger especies clave, como el tiburón martillo, cuya pesca está prohibida en periodos específicos para garantizar su reproducción.
Además, Produce informó que la veda también protege otras especies importantes, como los moluscos, regulando su captura para evitar la depredación y garantizar el equilibrio de los ecosistemas.