Mientras la región Piura enfrenta el impacto de una crisis hídrica sin precedentes, la Municipalidad de Piura sigue aprobando fondos adicionales para la construcción de una obra altamente cuestionada: el “Parque de las Aguas”, ubicado en la Urbanización Santa Ana. Este proyecto, que inicialmente estaba valorado en 2,8 millones de soles, ha visto cómo su presupuesto se eleva a más de 15 millones de soles debido a una serie de modificaciones, la última de las cuales fue aprobada el 29 de octubre.
La comuna ha solicitado un cuarto adicional de S/ 265,181.41 para continuar con la ejecución de cambios en el sistema sanitario y eléctrico de la obra, destinados a cumplir con los “criterios estéticos y visuales” de la pileta central. A pesar de que el proyecto debería haberse culminado a finales de agosto, ahora se estima que la obra podría concluir el 4 de diciembre del 2024, con un retraso acumulado del 15% respecto al cronograma inicial.
Un reporte de Norte Sostenible indica que en total, la construcción del Parque de las Aguas ya ha recibido cuatro adicionales por S/ 627,732.63, cifra que ha incrementado considerablemente su costo final. Si bien algunas de las obras como el anfiteatro, las lozas deportivas y el patio de comidas ya están parcialmente terminadas, el avance físico general se encuentra por debajo de lo esperado, con solo un 69% de ejecución, cuando el cronograma indicaba que debía estar al 84%.
Sector agrícola se desploma por la crisis hídrica
Mientras tanto, Piura enfrenta una grave escasez de agua, que ha afectado a miles de familias y productores agrícolas. La situación es desesperante en la región, que depende en gran medida de su agricultura. La falta de agua ha secado los canales de riego y las represas, provocando pérdidas millonarias para los agricultores locales, que no pueden hacer frente a los altos costos de los insumos ni a la escasez de recursos hídricos.
Según la Cámara de Comercio de Piura, las pérdidas económicas en el sector agrícola ascienden a casi 300 millones de soles debido a la sequía. La falta de agua ha afectado tanto a pequeños como grandes productores, especialmente en el valle del Chira, donde los cultivos de arroz y plátano se han marchitado y no se cubrieron los préstamos solicitados para la siembra.
La crisis también amenaza la seguridad alimentaria de la región, ya que los precios de los alimentos comienzan a subir debido a la escasez. El Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) ha advertido que más de 756.000 personas están en riesgo debido a la falta de agua, y el impacto también ha alcanzado al sector educativo y de salud, con cientos de instituciones en peligro por la escasez de este recurso vital.
En medio de esta dramática situación, agricultores y pobladores han exigido al Gobierno Regional de Piura y al Gobierno Central una respuesta urgente. Piden la declaración de emergencia para la región y un bono de emergencia para las víctimas de la crisis hídrica, quienes necesitan asistencia inmediata para mitigar las pérdidas económicas y sociales.
Obra protestada por deforestación
El uso de agua del parque no es la única polémica que lo rodea: desde su planificación, vecinos de la Urbanización Santa Ana, organizaciones ambientales y medios de comunicación criticaron la demolición del Parque Néstor Martos para dar lugar al “Parque de las Aguas”. Su principal crítica era la tala de más de 20 algarrobos, un árbol en peligro de extinción que juega un papel crucial en el ecosistema local.
Los algarrobos son árboles característicos del clima árido del norte del Perú y tienen una baja demanda de agua, lo que los hace fundamentales en la lucha contra las altas temperaturas que afectan a la “Ciudad del Eterno Calor”. Estos árboles no solo proporcionan sombra, sino que también liberan vapor de agua, contribuyendo de manera natural a la reducción de las temperaturas extremas y mejorando la calidad del aire. Al destruir estos árboles y otras especies locales, se disminuye la capacidad del parque para regular el clima, lo que afectará a la calidad de vida de los piuranos, especialmente en un contexto de crisis hídrica y alza de temperaturas.
El impacto de la deforestación no se limita solo a la pérdida de vegetación. La reducción de las áreas verdes en el parque deja solo el 20% del total de su superficie, es decir, alrededor de 2.946 metros cuadrados de los 14.595 m² originales. Este cambio afectará gravemente la biodiversidad local, reduciendo el hábitat de numerosas especies de fauna que dependen de estos árboles y alterando el equilibrio ecológico en la zona. Además, la polémica se intensificó cuando se conoció que el proyecto había sido evaluado con dos documentos de impacto ambiental distintos.
Así, mientras los piuranos luchan por el acceso al agua potable, la administración municipal continúa destinando recursos a proyectos como el Parque de las Aguas, cuya prioridad es cuestionada por muchos. En este contexto, la población insiste que se prioricen proyectos que alivien la grave crisis hídrica que azota a la región, en lugar de destinar fondos a obras que no son urgentes ni fundamentales para la supervivencia de la comunidad.