Perú y Japón fortalecieron su asociación estratégica al acordar una hoja de ruta para el período 2024-2033, estructurada en cinco pilares que abarcan temas político-diplomáticos, económicos, de defensa y seguridad, cooperación social y un enfoque en el relacionamiento ‘pueblo a pueblo’. El acuerdo fue suscrito el domingo durante la visita oficial del primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, al Palacio de Gobierno, donde se reunió con la presidenta Dina Boluarte y su gabinete.
La hoja de ruta establece como prioridad la colaboración en defensa, cadenas de suministro de minerales estratégicos y proyectos económicos. Según Ishiba, esta guía definirá el trabajo conjunto entre ambos países durante la próxima década: “Bajo estas directrices vamos a avanzar en cooperaciones concretas, como de intercambio en materia de defensa, en el ámbito estratégico y cadenas de suministro de recursos mineros”.
Defensa y seguridad
Uno de los acuerdos más destacados fue un memorándum de cooperación e intercambio en defensa. Este contempla iniciativas para el fortalecimiento de capacidades estratégicas y el desarrollo de proyectos conjuntos. Como parte de este eje, Ishiba anunció la donación de vehículos de bomberos y equipos especializados para combatir incendios forestales, subrayando que estas acciones concretas refuerzan los lazos bilaterales.
La autoridad japonesa remarcó la importancia de la relación entre ambos países: “Aunque nos separe el océano Pacífico, somos vecinos que se cuidan mutuamente”. Además, destacó que Japón y Perú comparten valores, principios y una historia de cooperación a través de la comunidad ‘nikkei’, integrada por descendientes de japoneses que residen en territorio peruano.
Economía y recursos estratégicos
En el ámbito económico, se firmaron acuerdos entre el Ministerio de Energía y Minas de Perú y el Ministerio de Economía, Comercio e Industria de Japón. Estos buscan fortalecer las cadenas de suministro de recursos mineros, esenciales para la industria global. También se suscribió un convenio con una organización japonesa dedicada a la seguridad de minerales y energía, lo que refuerza el enfoque en el manejo responsable y sostenible de estos recursos estratégicos.
La presidenta Dina Boluarte subrayó la complementariedad de las economías de ambos países y las oportunidades de expansión conjunta: “Nuestros países presentan economías complementarias con grandes posibilidades de expandirse”. En este sentido, la hoja de ruta apunta a promover proyectos que beneficien a ambos mercados.
Relación histórica y cultural
Boluarte recordó que en 2016 se elevó el nivel de las relaciones entre Japón y Perú al rango de asociación estratégica, destacando que ahora ambos países buscan proyectarse “juntos hacia el futuro”. Además, resaltó que Perú tiene “la comunidad hispanohablante más numerosa” en territorio japonés, un reflejo de los profundos vínculos interpersonales.
Por su parte, Ishiba mencionó que las relaciones bilaterales no solo se basan en intereses económicos y políticos, sino también en los lazos históricos y culturales que unen a ambas naciones. Enfatizó que Japón seguirá trabajando para fortalecer esta relación, asegurando: “Seguiré esforzándome junto con la presidenta Boluarte en reforzar nuestra relación”.
Proyección hacia 2033
La declaración conjunta firmada por ambos líderes establece las bases para una década de cooperación intensificada. Entre los proyectos inmediatos destaca la reanudación de un programa de extensión de visas, suspendido temporalmente, lo que facilitará el intercambio entre ciudadanos de ambos países.
El encuentro de este domingo se realizó en el marco de la visita oficial de Ishiba a Perú, tras su participación en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), celebrado en Lima. Según la agenda, tras suscribir los acuerdos bilaterales, el primer ministro asistió a una comida oficial antes de partir hacia Brasil para la cumbre del G20.
Boluarte calificó el encuentro de “muy fructífero” y coincidió en que la hoja de ruta será una herramienta clave para orientar la cooperación: “La declaración conjunta para el fortalecimiento de la relación estratégica integral permitirá el trabajo conjunto para los próximos diez años”.
Con este nuevo marco de trabajo, Perú y Japón buscan consolidarse como socios estratégicos en áreas clave, promoviendo una relación basada en la confianza mutua y el beneficio compartido.