Dina Boluarte, su marcada postura a favor de China y cada vez más lejos de Estados Unidos: las diferencias que hizo con Joe Biden y Xi Jinping

Dina Boluarte ha mostrado un acercamiento significativo hacia China, lo que ha generado inquietudes en Estados Unidos. Según el semanario Hildebrandt en sus trece, diplomáticos estadounidenses han expresado su preocupación por lo que consideran una preferencia clara de Perú hacia sus homólogos chinos, evidenciado en el contexto del APEC 2024

También se ha hablado de la ubicación protocolar de Joe Biden en la foto oficial, que fue interpretada por algunos medios como una “humillación”, aunque se debió a un orden alfabético. La cumbre económica ha puesto de manifiesto las diferencias en las relaciones internacionales de Perú, con Xi Jinping posicionado junto a Boluarte, mientras que Biden se encontraba más alejado, entre los líderes de Tailandia y Vietnam. Este gesto simbólico ha sido interpretado como un reflejo del creciente vínculo entre Perú y China, especialmente en el ámbito económico.

China se ha consolidado como el principal socio comercial de Perú, superando a Estados Unidos en términos de exportaciones. En 2023, las exportaciones peruanas a China alcanzaron los 23.000 millones de dólares. Además, el país asiático ha invertido significativamente en Perú, con más de 200 empresas chinas operando en el territorio y una inversión total estimada en 31.000 millones de dólares, según cifras del American Enterprise Institute.

La inauguración del puerto de Chancay es un ejemplo del fortalecimiento de las relaciones económicas entre Perú y China. Este puerto reconfigura el papel de Perú en las economías del Pacífico y plantea interrogantes sobre el futuro de sus relaciones con otras potencias. Mientras tanto, Estados Unidos sigue siendo el principal mercado para las exportaciones peruanas de valor agregado, con un valor que alcanza los 5.000 millones de dólares.

El acercamiento de Perú a China no solo se refleja en el comercio, sino también en la influencia política y cultural. Un reporte del Doublethink Lab indica que Perú es el quinto país con mayor influencia de China a nivel global y el primero en Latinoamérica. Este cambio en la dinámica internacional de Perú podría tener implicaciones significativas para su influencia en la región y su relación con Estados Unidos.

El Air Force One aterrizó en Lima al mismo tiempo que el líder chino Xi Jinping era recibido con honores en el Palacio de Gobierno. Mientras el presidente estadounidense Joe Biden llegaba sin ceremonias especiales, Xi Jinping fue recibido con una alfombra roja y un despliegue de honores de Estado. Este contraste en la recepción de ambos líderes ha generado comentarios sobre las prioridades diplomáticas del gobierno peruano.

El jueves por la tarde, Xi Jinping ingresó por la puerta de Honor del Palacio de Gobierno para reunirse con la presidenta peruana Dina Boluarte. Durante su visita, ambos líderes participaron en la inauguración simbólica del megapuerto de Chancay, una obra que ha despertado interés por su potencial para aumentar la presencia comercial de China en América Latina.

En contraste, la llegada de Joe Biden fue más discreta. El presidente estadounidense fue recibido por el premier Gustavo Adrianzén y se trasladó rápidamente a un hotel en el distrito de Miraflores, rodeado de un fuerte dispositivo de seguridad. No hubo alfombra roja ni honores protocolares para Biden, lo que subraya la diferencia en el trato recibido por los dos líderes internacionales.

La visita de Xi Jinping y la inauguración del megapuerto de Chancay son vistas como un paso significativo en la estrategia de China para consolidar su influencia económica en la región. Este proyecto ha sido objeto de atención debido a su capacidad para facilitar el comercio entre China y América Latina, un objetivo estratégico para el gigante asiático.

Por otro lado, la llegada de Biden, aunque menos ostentosa, también es relevante en el contexto de las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Perú. La presencia de ambos líderes en Lima, al mismo tiempo, resalta la competencia geopolítica en la región y las diferentes estrategias de acercamiento de las dos potencias hacia América Latina.