El líder del régimen chino, Xi Jinping, inauguró el Megapuerto de Chancay, de forma virtual, junto a la presidenta Dina Boluarte y su Gabinete de Ministros.
Durante la ceremonia, el jefe del país asiático aseguró que habrá ganancias compartidas, y resaltó la herencia histórica de ambas naciones. “De Chancay a Shangai”, dijo.
La mandataria sostuvo que “con esta megaobra damos inicio a una transformación que consolidará al país como un centro logístico, tecnológico e industrial de clase mundial. (...)”
Además, mencionó que esta proyecto y otras obras como la ampliación del Gobierno Jorge Chávez permitirán que el país forme parte de rutas navieras internacionales y en el comercio global, lo cual “se traducirá en más inversión, comercio y desarrollo”
Actividades protocolares
El jefe del país asiático inició sus actividades protocolares con una visita a Palacio de Gobierno, acompañado de la mandataria.
“Su presencia marca un nuevo capítulo en la historia de las relaciones bilaterales que cultivamos hace 53 años y mantenemos firme a través de nuestra asociación estratégica integral y nuestra adhesión a la iniciativa, la franja y la ruta”, dijo la jefa de Estado.
Por su parte, Jinping destacó que el Tratado de Libre de Comercio entre ambas naciones ya culminó su etapa de optimización.
“En los 53 años de relaciones diplomáticos, los lazos bilaterales siempre mantienen un exitoso desarrollo, sobre todo desde mi primera visita de Estado al Perú en el 2016″, sostuvo.
Seguidamente, tanto el líder del régimen y la presidenta Boluarte, junto a los cancilleres de ambas naciones, suscribieron instrumentos bilaterales entre Perú y China. De esta manera, se resalta la participación del Perú en la llamada ‘ruta de la seda’, una sería de conexiones del país asiático alrededor del mundo en favor de su comercio.
La jornada no estuvo libre de incidentes, puesto que manifestantes se apersonaron a las inmediaciones del Centro de Convenciones de Lima, en San Borja, en rechazo al Gobierno y sus políticas para reducir la criminalidad.
Se mantiene preocupación por el megapuerto
Estados Unidos ha remarcado que mantiene su preocupación por la implementación del Megapuerto de Chancay, en Lima, por su relevancia no solo económico, sino geopolítica.
El exministro de Industria, Guido Pennano, expresó que el país norteamericano tiene una “tremenda preocupación” por el potencial que esta estructura tiene para convertirse en una nueva vía de salida para el narcotráfico, similar al puerto del Callao.
Por su parte, Natalia Molano, portavoz del departamento de Estado de EE. UU., recientemente, resaltó que “los inversionistas consideran aspectos de seguridad, no solamente física, sino también cibernética”, con relación al megapuerto.
“Los EE. UU. ya (entregó) tres súper escáneres que van a servir para escanear todo el cargo que entra y estamos capacitando a los agentes de aduana sobre cómo utilizarlos. Ojalá el Perú pueda aprovechar esta inversión, pero de una forma segura”, sostuvo en diálogo con Canal N.
El plan oculto de China para Latinoamérica
En los últimos 20 años, la presencia de China en Latinoamérica ha experimentado un cambio significativo. Según Infobae, en el año 2000, las exportaciones desde esta parte de América a China representaban menos del 2% del total. Sin embargo, para 2008, el comercio entre ambas regiones creció a una tasa anual promedio del 31%. Actualmente, China ha establecido tratados de libre comercio con países como Perú, Chile, Costa Rica y Ecuador, y ha iniciado conversaciones con Uruguay.
El megapuerto de Chancay, cuya inauguración se llevará a cabo con la presencia simbólica de Xi Jinping, es un ejemplo de la estrategia de China para integrarse más profundamente en las economías latinoamericanas. Este proyecto, ubicado en la provincia de Huaral, es propiedad del conglomerado chino Cosco Shipping Ports. Aunque Xi Jinping permanecerá en Lima junto a la presidenta peruana Dina Boluarte, su visita subraya la importancia de este desarrollo para las relaciones comerciales entre China y Perú.
La expansión de China en Latinoamérica no se limita a la infraestructura. El país asiático ha estado fortaleciendo sus lazos económicos y políticos en la región, buscando consolidar su posición como un socio clave para el desarrollo económico de estos países. Este enfoque ha llevado a un aumento en las inversiones chinas en sectores estratégicos, como la minería y la energía.