En el marco de la reciente cumbre de la APEC, Perú ha inaugurado hoy, jueves 14 de noviembre, el Puerto de Chancay, un ambicioso proyecto portuario ubicado en Lima que se posiciona como el más grande de América del Sur. Este megapuerto, desarrollado en colaboración con China, fue inaugurado con la presencia del líder chino Xi Jinping y busca establecer un nuevo eje de exportación para las mercancías del continente hacia el mercado asiático, acortando tiempos y costos logísticos de los productos que actualmente salen por otros puertos de la región.
Según informa el medio chileno Biobio Chile, por Chancay no solo transitarán exportaciones peruanas, sino también productos provenientes del interior de Bolivia y Brasil, principalmente soja y otras mercancías que hoy se exportan desde Santos y otros puertos brasileños.
El exministro del Interior y exministro de Transportes y Telecomunicaciones de Chile, Germán Correa, publicó una columna de opinión en Biobio Chile titulada ‘Miopía y mediocridad’, en la que analizó el impacto de esta obra y expone cómo este megapuerto en Perú marca un cambio significativo en el comercio sudamericano, relegando a Chile en el liderazgo logístico de la región. Adempas, expresó su preocupación por la falta de proyectos portuarios de envergadura en su país, y como esa carencia de infraestructura los coloca en una posición desfavorable frente a los países vecinos.
A su juicio, Chile ha dejado pasar oportunidades para construir proyectos que fomenten el crecimiento y mejoren la competitividad en el escenario internacional. En contraste, resaltó la iniciativa peruana, respaldada por una inversión de 1.500 millones de dólares de origen chino y 1.000 millones adicionales de un consorcio privado, que busca convertir a Perú en un hub logístico en Sudamérica y en un eje estratégico para el comercio hacia Asia.
Oportunidades perdidas en Chile
Correa recuerda que la creación de un corredor bioceánico en Chile fue promovida por figuras como el fallecido alcalde de Iquique, Jorge Soria, quien desde la década de 1990 abogó por la construcción de un proyecto similar que permitiera conectar el interior de Brasil y Bolivia con un puerto chileno, como el de Iquique. De acuerdo con el exministro, dicho proyecto habría facilitado el comercio y la conexión con Asia, y considera que fue una oportunidad desaprovechada que ha dejado al país en desventaja.
El exministro expone en su columna que esta oportunidad se discutió durante el gobierno del presidente Salvador Allende y que incluso se organizaron seminarios en la CEPAL en 1991 para evaluar la viabilidad del proyecto, pero que las iniciativas no avanzaron en su desarrollo.
“Chile está rezagado frente a iniciativas como la del puerto de Chancay, que ya cuenta con una infraestructura sólida para captar los beneficios de las rutas comerciales entre Asia y América del Sur”, subrayó.
Según Germán Correa, Chile enfrenta importantes retrasos en la expansión de su infraestructura portuaria y ferroviaria. En Valparaíso, una obra de USD 300 millones lleva años detenida debido a constantes revisiones de impacto ambiental. Además, el puerto de San Antonio también ha experimentado retrasos, y el avance del corredor ferroviario entre Santiago y San Antonio, un proyecto clave para la conectividad logística, no ha alcanzado el desarrollo esperado.
Correa destaca que esta inacción ha llevado a Chile a perder competitividad en el sector logístico, lo que limita su capacidad de posicionarse como un actor relevante en las rutas comerciales de Sudamérica. Para el exministro chileno, la falta de un proyecto similar al puerto de Chancay coloca a Chile en una posición de rezago frente a otros países sudamericanos como Perú, Bolivia y Brasil. En ese sentido, advirtió que sin una mejora en la infraestructura y sin proyectos de gran alcance, Chile podría ver limitada su capacidad para competir y mantenerse relevante en el comercio internacional.
Falta de visión y desarrollo
En sus conclusiones, Correa critica la falta de visión en la política de infraestructura y desarrollo de Chile. Afirma que, mientras Perú y sus socios se posicionan estratégicamente en el nuevo flujo comercial con Asia, Chile se ha mantenido con una política exterior tradicional, basada en sus socios históricos y sin adaptarse a las nuevas oportunidades que presenta el mercado asiático.
“Chile sigue mirando al futuro por el espejo retrovisor”, señaló para el medio citado. En ese sentido, lamenta que su país pierde relevancia en el comercio internacional debido a la falta de decisiones estratégicas y de inversión significativa en infraestructura.
“Chile es un país poco serio. No enfrenta sus problemas con la visión, coraje y decisión que se necesita para solucionar de verdad sus problemas, para hacer grande a un país. Y hoy tenemos un país estancado, donde ya no hay inversiones significativas, donde todo está inmovilizado, donde avanza la pobreza y la precariedad”, escribió