HOY jueves 14 de noviembre se espera la llegada del líder del régimen chino, Xi Jinping, a Lima para participar de la cumbre Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), junto a mandatarios de países que pertenecen a este gran mecanismo multilateral. Sin embargo, su participación también responde a otros intereses que resultan más evidentes cuando se revisan sus movimientos comerciales en Latinoamérica, a lo largo de los años.
La presencia del gigante asiático en esta región ha cambiado radicalmente en los últimos 20 años. Tal como explica Aya Adachi para el portal Diálogo Político, en el 2000, las exportaciones de América Latina a China eran menos del 2% del total, y tan solo ocho años después el comercio entre ambas partes creció a una tasa anual promedio de 31%. Actualmente, China tiene tratados de libre comercio con Perú, Chile, Costa Rica, Ecuador y ya ha empezado conversaciones bilaterales sobre este tema con Uruguay.
China busca, de esta manera, involucrarse cada vez más en las economías de los países latinos. Otro ejemplo de esta estrategia es la implementación del Megapuerto de Chancay, que será este 14 de noviembre con la presencia simbólica de Xi Jinping, quien se quedará en la capital junto a la presidenta Dina Boluarte, mientras la ceremonia toma lugar en la provincia de Huaral. Como se sabe, el conglomerado chino Cosco Shipping Ports es el dueño mayoritario del proyecto.
El encargado de asuntos corporativos de Cosco, Mario de las Casas, confirmó a Reuters que esta construcción “es parte de la nueva ruta de la seda de China”, es decir, que ahora el puerto será un punto crucial no solo para el comercio chino, sino también para sus intereses geopolíticos.
El Consejo de Relaciones Internacionales reporta que, el Comité de Derechos económicos, sociales y culturales de las Naciones unidas elaboró un reporte en el 2023 donde descubrió que proyectos a gran escala liderados por China a lo largo de la región tenían efectos negativos en el medio ambiente y en las comunidades indígenas.
El portal también indica que Estados Unidos y sus aliados temen que China use estas las relaciones que está entablando con los países de Latinoamérica para objetivos geopolíticos, como el aislamiento de Taiwán, y el crecimiento de regímenes autoritarios, como sucede en Cuba y Venezuela.
Evan Ellis, investigador especializado en América Latina de la Escuela de Guerra del Ejército de EE.UU., explicó a la BBC que después de que Estados Unidos aprobara naciones contra Venezuela en el 2019, China intentó seguir comprando petróleo de este país, pero de forma “disimulada”. De acuerdo al entrevistado, usaron compañías independientes que llevaban el crudo hasta la costa de Malasia y allí lo colocaban a otro barco antes de trasladarlo finalmente a China.
En cuanto a Cuba, en julio de este año se revelaron la creciente expansión de bases de espionaje del régimen chino en Cuba, lo que confirma la alianza entre ambos gobiernos autócratas.
El Puerto de Chancay y problemas de seguridad
El investigador, en un artículo para la Red China & América Latina (RedCAEM) alertó que el Megapuerto de Chancay podría traer dificultades a los próximos gobiernos peruanos, llegando a comprometer la seguridad nacional.
“En tiempos de paz, un futuro gobierno peruano tendría mucha dificultad en negar a Cosco permiso para recibir buques de la Armada del EPL (Ejército Popular de Liberación) en su puerto”, sostiene.
“En tiempos de guerra, la capacidad de la empresa para recibir y enviar carga militar, y reabastecer al EPL con buques militares de la Armada, podría verse facilitada por una crisis política en Perú, en la que el control del gobierno es incierto”, añade.
Recientemente, en una entrevista con Canal N, la portavoz del Departamento de Estado del Gobierno de Joe Biden, también mencionó que la seguridad, sobre todo la cibernética, es un aspecto que los inversionistas toman en cuenta.
“Los EE. UU. ya (entregó) tres súper escáneres que van a servir para escanear todo el cargo que entra y estamos capacitando a los agentes de aduana sobre cómo utilizarlos. Ojalá el Perú pueda aprovechar esta inversión, pero de una forma segura para que siga atrayendo más inversiones, porque yo creo que los inversionistas consideran estos aspectos de seguridad, no solamente seguridad física, sino también cibernética”, subrayó.
Dependencia comercial
En declaraciones para Infobae Perú, el economista Eduardo Recoba ya advertía sobre la dependencia de la economía peruana en cuanto a China y los efectos que podría tener en el país si su crecimiento se ve disminuido.
“Sí me provoca preocupación porque la matriz de riesgo comercial de Perú, que es básicamente de cobre, podría verse comprometida”, mencionó.
De acuerdo a la Sociedad de Comercio Exterior (Comex), China es el principal destino y origen de las exportaciones e importaciones peruanas. Tan solo en julio del 2024, los envíos fueron de USD 14 mil 260 millones.
El principal producto que se envía es el cobre. Recoba precisa que si bien Estados Unidos acepta este mineral, el gigante asiático ha recibido casi el doble en comparación.
“EE. UU. prefiere recibir el cobre laminado, en planchas o entero, que es lo que Chile le exporta, pero nosotros no tenemos esa capacidad, nosotros exportamos concentrados”, señala.
¿Con quién viene Xi Jinping?
El líder del régimen chino no llegará solo, sino que viene acompañado de dos funcionarios importantes. Lo acompañan en su visita a Lima el miembro del Comité Permanente del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China (PCC) y director de la Oficina General del Comité Central del PCC, Cai Qi y el miembro del Buró Político del Comité Central del PCC. Comité y ministro de Asuntos Exteriores, Wang Yi.
Estas dos figuras son altamente relevantes para los planes de China en América Latina, con su ministro de Asuntos Exteriores, el cual ha sido vital para asegurar la influencia de China en el intercambio comercial entre países, y el miembro del Partido Comunista Chino, Cai Qi, que ha sido destacado como el «ángel guardián» de Jinping. Ambos juegan roles importantes y también han estado presentes en las reuniones con otros líderes de la región, como cuando Xi Jinping se reunió con el presidente de Chile, Gabriel Boric, y el expresidente de México, Andrés Manuel López Obrador.