Diferentes regiones de Perú comienzan a emitir alertas sobre las restricciones programadas para este miércoles 13 de noviembre, cuando está previsto un paro nacional liderado por gremios de transportistas. La región Cusco, uno de los principales destinos turísticos del país, también anuncia medidas de seguridad en sus servicios esenciales y actividades. Este martes, la Unidad de Gestión Educativa Local (UGEL) informó la suspensión de clases en todas las instituciones educativas de la región, mientras que la empresa ferroviaria PerúRail limitó su ruta hacia Machu Picchu, asegurando el traslado de pasajeros únicamente en el tramo entre Ollantaytambo y el sitio arqueológico. La restricción, según la empresa, es indispensable para mantener la seguridad de los pasajeros y empleados.
La compañía informó que mantendrá las salidas programadas desde Ollantaytambo, respetando los horarios habituales para evitar inconvenientes. También se indicó que el tren turístico PeruRail Titicaca, que cubre la ruta entre Cusco y Puno, no operará los días 13, 14 y 15 de noviembre.
“Informamos que la operación de los trenes con horario regular de salida y llegada a la Estación Ollantaytambo continuará desarrollándose con normalidad, de acuerdo con los itinerarios establecidos. Sin embargo, nos vemos en la obligación de suspender la operación del tren PeruRail Titicaca los días 13, 14 y 15 de noviembre en los tramos Cusco – Puno y Puno – Cusco. PeruRail brindará a sus pasajeros toda la asistencia y flexibilidad necesarias para cambios y reembolsos de boletos”, se lee en su comunicado.
Asimismo, explicó que los pasajeros afectados tendrán acceso a asistencia en puntos de venta de Lima y Cusco y podrán gestionar cambios de fechas o solicitar devoluciones a través de la web de la empresa, así como mediante el formulario de cancelaciones. Los agentes de viaje podrán tramitar estas modificaciones en el Call Center y en la plataforma de reservas Travel Studio, según el comunicado.
Movilizaciones en apoyo a transportistas y reclamos al Gobierno
Organizaciones sociales de Cusco se han sumado a esta protesta y programaron actividades de paralización, que incluirán bloqueos en rutas estratégicas y piquetes en las vías de comunicación con otras regiones del sur, como Puno y Apurímac. Se espera que la movilización en Cusco abarque inicialmente un paro seco de 24 horas, al que se sumarán actividades de protesta en los días posteriores.
La medida cuenta con el apoyo de transportistas y taxistas locales, quienes anunciaron la suspensión total del transporte público en Cusco. Las organizaciones sociales movilizarán a sus miembros hacia las principales vías de conexión en la región, formando piquetes para garantizar el cumplimiento del paro. Esta decisión afecta, entre otros, a sectores clave de la economía regional, especialmente el turismo, que depende en gran parte del flujo constante de visitantes a Machu Picchu y otros sitios históricos.
El próximo 13 de noviembre, Cusco será escenario de un paro convocado por gremios de transportistas, comerciantes, obreros, agricultores y trabajadores administrativos, con el respaldo de la Federación Departamental de Trabajadores de Cusco (FDTC) y diversas organizaciones sociales. La protesta busca llamar la atención de las autoridades ante el creciente clima de inseguridad ciudadana y criminalidad que afecta la región. Los convocantes exigen medidas concretas para enfrentar la delincuencia, garantizar la protección de la ciudadanía y mejorar las condiciones de seguridad en la región cusqueña.
Los gremios sociales de Cusco anunciaron que, además del paro inicial, consideran la posibilidad de extender las movilizaciones si no reciben respuestas a sus demandas. El impacto de esta situación es amplio y afecta no solo a los servicios turísticos, sino también a la economía local, a medida que se suma al clima de tensión social y a las demandas de cambio político que resuenan en diversas regiones del país.