El exjefe de gabinete, Alberto Otárola, denunció este lunes la existencia de un grupo extorsivo dentro del Ejecutivo, el cual incluye a allegados a la presidenta Dina Boluarte, como el ministro de Educación, Morgan Quero, y su hermano Nicanor Boluarte. Otárola reaccionó así tras la entrevista que la contadora Yazire Pinedo concedió a Panorama, en la que confirmó haber mantenido una relación durante su gestión en el Consejo de Ministros, vínculo inicialmente negado.
La joven también mencionó que fue coaccionada y amenazada por el expremier y la empresaria Karelim López, a quien señaló como instigadora para manipular su versión pública. Sin embargo, en diálogo con Beto A Saber, Otárola afirmó que Pinedo forma parte de una red dedicada a grabar personas para chantajearlas.
“Lo voy a decir sin ningún tipo de cortapisas: la señorita me estuvo extorsionando de manera sistemática y toda esa información la tiene la Fiscalía”, aseguró. También implicó en este presunto entramado al expresidente Martín Vizcarra, a César Figueredo, exdirector ejecutivo de Organismo de Formalización de la Propiedad Informal (Cofopri), y al colaborador eficaz Zamir Villaverde.
En apariciones anteriores, Pinedo admitió haberse reunido con el expremier en diciembre de 2022 y, tras esa reunión no registrada oficialmente, obtuvo dos órdenes de servicio en el Ministerio de Defensa por S/18,000 y S/35,000. También, sin experiencia previa, fue contratada por S/8,000 como asistente administrativa en Cofopri. En agosto de 2022 recibió una orden de servicios por S/24,000 en la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios (ARCC), y a inicios de 2023, la PCM le solicitó una cotización para atención administrativa, pero no respondió. Desde 2018 hasta 2023, acumuló S/85,000 del erario nacional.
“Morgan Quero fue a mi casa”
Otárola narró que en noviembre de 2023, recibió la visita del ministro Morgan Quero, entonces jefe del Gabinete Técnico del Despacho Presidencial, quien le informó sobre un video comprometedor en el que aparecía. “Me lo muestra, va a mi casa y me aconseja renunciar”, dijo al asegurar que “casi lo saca a empujones”. Sin embargo, según su relato, no cedió a las presiones que describió como el accionar de una “mafia que quería controlar algunos sectores del Estado”. Tras el incidente, comunicó a la presidenta sobre lo ocurrido, lo que llevó a su separación del cargo.
“No tengo nada que alegrarme de mi conducta personal, ni tampoco soy ningún santo. Eso ya lo he conversado con mi familia y he hecho todas las aclaraciones y todos los golpes de pecho que se puedan hacer, pero yo no soy un delincuente, he sido víctima de una extorsión, y exijo que el Ministerio Público tome acción y continúe con esta investigación de este grupo que está dedicado a extorsionar”, expresó.
Además, mencionó que “existe un grupo que, desde el Gobierno, está impulsando cosas un poco extrañas contra mí o contra quienes hemos tratado de trabajar con independencia” y “un tinglado para aislar a la presidenta”, que la ha llevado a “cometer todos estos errores”.
Otárola calificó al actual Gabinete como “peor” que el de Castillo y señaló a Eduardo Arana, ministro de Justicia, como el “premier en la sombra”. Denunció que ha sido víctima de falsas acusaciones, como la relacionada con ser el artífice del destape del ‘Rolexgate’, las cuales, aseguró, fueron promovidas por el grupo cercano a Boluarte para desacreditarlo.
“Creo que esa historia la ha creado Morgan Quero o de repente Nicanor Boluarte para apartarme del entorno de la presidenta, ya estoy sacando mis conclusiones. Desde el día uno se me acusó de la filtración de los Rolex, pero la han convencido a la presidenta este grupo que la ha aislado que yo soy malo, que tenía mucho poder, que la denuncié por los Rolex”, manifestó.
“El señor ministro de Justicia que no se haga el loco (...). Todos los días me han difamado en Palacio de Gobierno ante la presidenta, hasta el día de ayer, pero ya basta. Ya no soy ministro, no me voy a dejar pisar el poncho por este grupo de personas que ruegan a Dios que la presidenta llegue a 2026″, agregó. También mencionó su decepción con su sucesor, Gustavo Adrianzén, al destacar que “desde el día que me fui no ha tenido ni la cortesía de darme los buenos días ni la bienvenida” a Palacio.