En un esfuerzo por conectar el sur de Lima con el resto de la ciudad, la Municipalidad de Lima impulsa la ampliación de la Vía Expresa Sur, una obra que busca cumplir con el trazado original que se proyectó décadas atrás y que desembocará en la carretera Panamericana Sur. Según el dominical Panorama, el proyecto, previsto para comenzar a inicios de 2025, enfrenta obstáculos importantes, desde demoliciones de viviendas hasta la afectación de colegios emblemáticos, lo que ha generado el descontento de miles de vecinos en distritos como Barranco, Surco y San Juan de Miraflores.
Uno de los puntos más polémicos del proyecto es el Colegio Champagnat, que quedará dividido en dos secciones: una parte con áreas administrativas y auditorios, y otra donde permanecerán los pabellones escolares. “El Champagnat perderá su cancha de fútbol, que se encuentra en el área de la reserva vial”, detalló el gerente general de Emape, entidad a cargo de la obra. Además, colegios como el Hiram Bingham también enfrentarán modificaciones significativas en sus instalaciones.
Este tipo de afectaciones no se limita a colegios, sino también a una serie de predios y espacios públicos. Una veintena de viviendas prefabricadas se encuentra en la lista de inmuebles que serán retirados. Estas casas, construidas a lo largo de los años por familias que se asentaron en la zona, quedarán desplazadas para liberar el paso de la futura Vía Expresa Sur.
“Acá vivía la familia de mi hermana, mi madre y otras familias más. Nos van a desalojar y encima nos multan. No tengo dinero para pagar esa multa”, expresó una vecina de la zona, quien cuestionó el trato que han recibido los residentes en el proceso de desalojo.
El proyecto también afecta instalaciones comerciales y religiosas. En el Mercadillo Virgen del Carmen, conocido como la Paradita de Surco, los comerciantes fueron desalojados en cuestión de horas para permitir el avance de la ampliación. A pocos metros, la parroquia de San Roque también perderá parte de sus instalaciones, incluida una capilla y el jardín, elementos que los vecinos consideran parte importante de su vida comunitaria.
Impacto en espacios educativos y planes de expansión
Las instalaciones de los colegios que se encuentran en la ruta de la Vía Expresa Sur también serán intervenidas. Emape anunció que, al igual que las viviendas afectadas, estos centros educativos deberán cumplir con las disposiciones para retirar sus muros y adecuar sus instalaciones. En el caso del Colegio Champagnat, los directivos ya establecieron contacto con las autoridades municipales para coordinar las acciones necesarias, aunque el impacto sobre la infraestructura será inevitable.
Los directivos de otros centros educativos han mostrado preocupación, ya que la presencia de la nueva vía podría comprometer la seguridad y el ambiente de sus instalaciones. El decano del Colegio de Arquitectos de Perú, Jorge Ruiz de Somocurcio, cuestionó la planificación del proyecto y señaló que estos colegios, aunque sean privados, deben cumplir con las normas que rigen la reserva vial.
“Ese colegio ha invadido el derecho de vía y desconoce que debe retirarse. Es un colegio informal, de cuello y corbata. Aprovechó el terreno para construir canchas y otras instalaciones, pero el espacio no le pertenece. El terreno es de la Vía Expresa. No hay alternativa,” señaló Jorge Ruiz de Somocurcio, decano del Colegio de Arquitectos del Perú.
La conexión de casi cinco kilómetros que unirá la Panamericana Sur con la Vía Expresa promete aliviar la congestión en el Zanjón, que desde hace años muestra señales de colapso. Sin embargo, el arquitecto Augusto Ortiz De Zevallos, en una entrevista reciente, señaló que la ampliación “podría ser contraproducente” si no se realiza una planificación integral de las redes viales de la ciudad.
Cronograma de desalojos y plazos de ejecución
Para cumplir con los plazos establecidos, Emape ha diseñado un cronograma detallado de desalojos y demoliciones. En la Villa FAP San Roque, alrededor de 100 familias ya recibieron notificaciones para desocupar sus viviendas antes del 15 de noviembre. Este desalojo masivo responde a la necesidad de liberar terreno en el tramo cuatro, donde la vía desembocará en la Panamericana Sur.
Si bien los desalojos avanzan a buen ritmo, aún quedan pendientes algunos conflictos legales y logísticos. Emape estima que la liberación de terrenos en los tramos uno y dos, donde se encuentran las áreas más densamente pobladas, será la más compleja y podría requerir el uso de medidas legales adicionales.
El cronograma proyecta que la totalidad de los terrenos será liberada para inicios de 2025. De cumplirse este plazo, la Vía Expresa Sur se convertirá en uno de los proyectos viales más extensos de la capital, permitiendo que los residentes del sur accedan al centro de la ciudad en menos de 45 minutos, según las estimaciones de Emape.