El anuncio del Ejecutivo peruano de suspender las clases presenciales los días 11, 12 y 13 de noviembre, debido al Foro de Cooperación Económica de Asia Pacífico (APEC), generó una fuerte respuesta por parte de los padres de familia. Según un reporte de RPP, los padres se congregaron en el frontis del Ministerio de Educación (Minedu) para expresar su descontento con la medida que, según el Instituto Peruano de Estadística (IPE), afectará a 2.4 millones de estudiantes de educación básica regular en Lima Metropolitana, Callao y Huaral.
Norma Correa, investigadora del colectivo ‘Volvamos a clases’, señaló a RPP: “Nos sentimos desconcertados y sentimos indignación porque, una vez más, no se prioriza la educación en la toma de decisiones”. Señaló la dificultad que enfrentarán los hogares donde los padres deberán seguir trabajando sin poder asegurar que sus hijos tengan acceso al aprendizaje a distancia.
La medida del gobierno fue objeto de críticas no solo por parte de los padres, sino también de organizaciones relacionadas con la educación infantil. Vanesa Oreta, representante de la asociación de niños y guarderías privadas de Perú, pidió al gobierno de Dina Boluarte permitir las clases presenciales durante esos días. “Hemos sido sorprendidos por este decreto supremo”, manifestó Oreta a RPP, agregando que los docentes no cuentan con los recursos técnicos necesarios para ofrecer educación remota de calidad de manera inmediata.
El decreto presidencial no solo marca los días 14, 15 y 16 de noviembre como no laborables, sino que exige el teletrabajo para las entidades públicas de determinadas regiones, lo cual complicó aún más la dinámica familiar en estas fechas. RPP informó que, ante el anuncio, algunos colegios optaron por encuestar a los padres para determinar la viabilidad de cerrar o continuar con clases presenciales, reflejando la oposición de la comunidad educativa a esta medida.
En el contexto del APEC, este tipo de ajustes no es inédito, pero la magnitud del impacto sobre el sistema educativo encendió el debate sobre las prioridades de la agenda gubernamental. La comunidad educativa mantiene una postura firme, argumentando que el cierre de las escuelas durante esos días sería contraproducente para la calidad del aprendizaje y el bienestar emocional de los estudiantes.
“Lo que se ha previsto es que todas las escuelas manden encuestas a los padres de familias”, afirmó Oreta. Según sus declaraciones a RPP, los resultados indicarían una clara oposición al cierre de las escuelas, ya que muchos consideran que la educación no puede ser satisfactoriamente impartida a través de una pantalla, especialmente en un contexto de emergencia.
Los organizadores de la protesta advirtieron que continuarían sus acciones para revertir esta decisión, enfatizando la importancia de mantener las aulas abiertas y activas. La discusión sobre el manejo de la educación básica durante eventos de carácter internacional como el APEC ofrece una oportunidad para evaluar las políticas educativas y su implementación práctica.
Exautoridades se pronunciaron
En conversación con Infobae Perú, el exministro de Educación, Idel Vexler, se mostró en contra de que haya clases online toda la semana propuesta “para evitar más pérdidas en los aprendizajes”. “Pedir que recuperen las clases en lo que resta del año ya es muy difícil. Ya estamos casi mediados de noviembre y viene diciembre”, explicó.
En ese sentido, sugirió que se impartan clases virtuales solo las fechas dentro del APEC, es decir, el 14 y 15 de noviembre, si las condiciones del colegio lo permite. Los demás días, deberían ser presenciales, aseguró.
Por su parte, José Luis Gargurevich Valdez, exviceministro de Gestión Institucional del Minedu, calificó de esta decisión que se viene especulando como “irresponsable”, teniendo en cuenta que solo el 46% de los hogares de Lima tienen una conexión a Internet estable. Además, señaló que esta decisión podría terminar “encerrando” a muchas familias, ya que una gran cantidad de padres y madres no van a poder salir para trabajar, mientras sus hijos estén en casa.
“La escuela se convierte en una institución diaria en la vida de las personas. Es lo que lo hace predecible también para que yo pueda buscar empleo, yo pueda generar ingresos. Todos los hogares que tienen niños que no puedan dejarlo solos y que no tengan una persona que pueda hacer esa labor de cuidado, no va a poder dejarlo, entonces no va a poder salir, a generar ingresos, a buscar empleo, a trabajar. Es una condena de encierro a todos por temor por algo que no está ocurriendo, por el temor que tienen de que pase algo”, remarcó.