Esta tarde, agentes de la División de Investigación Criminal (Depincri) de la Policía Nacional del Perú (PNP) detuvieron a cuatro presuntos miembros de la organización criminal El Clan Garamendi, quienes estarían implicados en el ataque con una granada en el mercado central Fevacel, ubicado en San Martín de Porres, que dejó dos personas heridas.
El general PNP Olger Benavides, jefe policial encargado del distrito de Independencia, en diálogo con Exitosa, detalló que, luego de lanzar el artefacto explosivo en el centro de abastos, los delincuentes escaparon a bordo de un vehículo de color rojo. Este automóvil fue encontrado posteriormente estacionado en la fachada de la vivienda de la propietaria, en el asentamiento humano Villa El Ángel.
Durante el operativo, la policía logró la captura de Carmen Rosa Salas Ramírez, de 54 años, quien sería la propietaria del vehículo y que además tiene antecedentes por falsificación de billetes, un delito que cometió en 2010. También fueron detenidas sus hijas, Juana Doris Ramos Salas y Magaly Mabel Ramos Salas, madre de Ángelo Garamendi Ramos, presunto autor material del ataque, así como un menor de edad. Además, fue arrestada María del Pilar Garamendi, otra mujer vinculada a esta familia. Debido a los lazos de consanguinidad entre los detenidos, se presume que se trata de un clan familiar dedicado a actividades ilícitas.
Cabe señalar que, hasta el momento, las dos personas que lanzaron la granada siguen prófugas. Según la versión de la propietaria del vehículo, en la noche previa al ataque, ella entregó las llaves del automóvil a sus hijos.
Aunque las investigaciones sobre el móvil del atentado aún continúan, las primeras indagaciones vinculan este hecho con las denuncias de extorsión interpuestas por comerciantes de la zona, quienes habrían sido víctimas de esta misma organización.
Detonaron granada de guerra en mercado Fevacel
Durante la madrugada de este jueves, un sujeto lanzó una granada de guerra en el mercado central Fevacel, ubicado junto al terminal Plaza Norte, en el distrito de Independencia. El ataque ocurrió mientras un grupo de comerciantes participaba en una reunión con la junta transitoria del mercado. La explosión dejó heridos a un vigilante y a una comerciante, además de causar daños en el techo y un puesto comercial, al que las esquirlas del artefacto perforaron.
Imágenes difundidas por América Noticias muestran el momento en que el atacante huye del lugar en un auto tras lanzar el explosivo.
“No pensamos que era una granada, pensábamos que algo se había caído o que el techo se había caído. Corrimos y encontramos en la puerta 17 a una señora en el piso, con la pierna sangrando”, dijo un testigo.
Tras la explosión, comenzaron a llegar mensajes al teléfono de un comerciante, quien, según sus compañeros de trabajo, había presentado recientemente una demanda ante el Poder Judicial para anular las elecciones de la junta directiva del mercado, celebradas en octubre pasado. Este detalle ha generado sospechas sobre un posible vínculo entre el ataque y las disputas internas dentro del mercado.
Los heridos fueron trasladados a un hospital cercano, donde recibieron atención médica. Afortunadamente, ambos se encuentran fuera de peligro.
Canales para denunciar extorsiones
La Policía Nacional del Perú (PNP) ofrece diversos canales para que los ciudadanos puedan denunciar casos de extorsión de manera inmediata. A continuación, se detallan las opciones disponibles:
- Línea 111: Teléfono de emergencia para reportar extorsiones.
- Celular 942841978: Contacto directo para denuncias relacionadas con extorsión.
- Comisarías: Puntos de denuncia ubicados en cada distrito.
- Departamentos de Investigación Criminal (Depincri): Unidades especializadas en el tratamiento de delitos como la extorsión.
Según la PNP, la mayoría de los extorsionadores recurren a las llamadas telefónicas para realizar sus amenazas. Sin embargo, también se han registrado casos en los que los delincuentes emplean otros métodos, como el envío de cartas con balas o explosivos, visitas personales y mensajes a través de redes sociales. La capacidad de los extorsionadores para diversificar sus tácticas y adaptarse a las nuevas tecnologías representa un desafío continuo para las autoridades.