La región Piura, al norte de Perú, se enfrenta a una crisis hídrica que empeora con el paso de los días. En las últimas semanas, la ciudad experimentó un déficit alarmante de agua, lo que llevó al gobierno central a declarar el estado de emergencia en 34 de los 65 distritos de la región. Sin embargo, queda la pregunta: ¿qué sucede con el resto de Piura? A pesar de la gravedad de la situación, algunos distritos, como Castilla, quedaron fuera de las medidas urgentes del Ejecutivo.
En declaraciones a Infobae Perú, Walther Guerrero, alcaldedistrital de Castilla, ofreció un panorama claro de la crisis que enfrenta su distrito, un lugar que depende en gran medida de los recursos hídricos de la represa de Poechos. “Lamentablemente, Castilla no fue incluida en el primer decreto de emergencia. Nos han informado que se está preparando un nuevo decreto para incluirnos, pero aún no ha sido oficial. En conversaciones con el ministro de Vivienda y el ministro de Agricultura, ya está claro que Castilla enfrenta un grave déficit hídrico que afecta a más de 12 asentamientos humanos”, explicó la autoridad.
Los impactos de la escasez de agua
En un contexto donde las lluvias escasean, la situación de los reservorios de agua es crítica. La represa de Poechos, el principal suministro de agua para la región, está colmatada. Construida en los años setenta, su capacidad de almacenamiento se ha reducido de manera significativa a lo largo de las décadas, lo que puso en evidencia la falta de inversión y mantenimiento en infraestructuras hídricas.
“El reservorio de Poechos está colmatado y su capacidad es insuficiente. Necesitamos un proyecto de descolmatación y más represas en las cuencas de los ríos Piura y Chira, que solo cuentan con caudal una vez al año. Además, el proyecto hidroenergético de irrigación del Alto Piura, que busca trasvasar el río Huancabamba, permitiría abastecer tanto el consumo humano como la agricultura en el medio y alto Piura”, aseguró Guerrero.
La preocupación principal radica en que la escasez de agua afecta a alrededor de 12 asentamientos humanos en Castilla, que dependen en gran medida de los sistemas de abastecimiento de agua, que, en muchos casos, no están funcionando adecuadamente. “Es necesario que se declare el estado de emergencia en Castilla para poder hacer inversiones y garantizar el acceso al agua para la población”, agregó.
El alcalde explicó que, además de la crisis de agua para el consumo humano, la situación también está afectando a la agricultura y ganadería, sectores claves para la economía de la región. En este contexto, las autoridades locales se han visto obligadas a implementar soluciones provisionales, como el abastecimiento de agua mediante cisternas. “Como municipalidad tenemos dos cisternas, pero no es suficiente. Lo que necesitamos es un plan de contingencia más efectivo”, expresó Guerrero.
Soluciones a mediano y largo plazo
Si bien la situación a corto plazo exige medidas inmediatas como la perforación de pozos tubulares, las soluciones más duraderas requieren de proyectos que tomen en cuenta las características geográficas de la región. El alcalde de la región fue firme en señalar la necesidad de nuevas represas y de proyectos hidroenergéticos como el de Alto Piura, que busca aprovechar el caudal del río Huancabamba, un río que cuenta con agua durante todo el año. Según la autoridad de Castilla, este tipo de proyectos no solo resolverían la escasez de agua para el consumo humano, sino que también permitirían el abastecimiento de agua para la agricultura.
“La construcción de más represas en la cuenca del río Piura y la cuenca del río Chira es urgente. Estos ríos tienen caudales irregulares, y por eso necesitamos proyectos que aprovechen el agua disponible durante todo el año, como el proyecto del río Huancabamba, que tiene un caudal constante”, indicó. Sin embargo, tales proyectos requieren de un enfoque integral que involucre tanto al gobierno central como a las autoridades locales, así como a los sectores privados.
Las lluvias son una urgencia
Walther Guerrero expresó su preocupación por la falta de apoyo logístico y financiero para enfrentar la emergencia. Aunque la declaratoria de estado de emergencia permite a los gobiernos locales gestionar recursos, las comunidades afectadas aún dependen en gran medida de la voluntad política del gobierno central.
“El estado de emergencia es una herramienta importante, pero no es suficiente. Necesitamos recursos, financiamiento y una respuesta logística adecuada. Las inversiones en infraestructura, como la perforación de pozos tubulares, son esenciales, pero también necesitamos un plan a largo plazo que garantice el acceso al agua para todos. Además, la situación se complica porque los ríos de la región tienen caudales irregulares. Si no llueve lo suficiente en las partes altas, la crisis hídrica se agudizará aún más”, advirtió el alcalde. Con esta incertidumbre, Piura y Castilla siguen luchando por encontrar soluciones a corto y largo plazo que puedan aliviar el sufrimiento de sus habitantes.