En un mundo donde las circunstancias pueden cambiar en un abrir y cerrar de ojos, algunas historias de vida reflejan una capacidad extraordinaria para superar la adversidad. Tal es el caso de María Dorta Buznego, una madre soltera de Venezuela, quien ante la crisis en su país natal, tomó la valiente decisión de migrar a Perú. Con poco más que determinación y un sueño por delante, lo que parecía ser una simple medida de supervivencia se transformó en una historia de éxito que hoy genera admiración.
María llegó a un nuevo país, desconocido pero lleno de oportunidades, decidida a convertir su pasión en una fuente de ingresos y estabilidad. Su iniciativa de fabricar pañales ecológicos se convirtió en una pieza clave no solo para su propia vida, sino también para muchas mujeres en situaciones de vulnerabilidad. Pero, ¿cómo logró este emprendedor superar las barreras y abrirse camino en un mercado extranjero? La respuesta yace en su capacidad resiliente para transformar cada desafío en un escalón hacia el éxito.
Una idea transformadora en tiempos de crisis
María nació en Maracay, Venezuela, donde las interminables filas para obtener pañales desechables la llevaron a innovar. Según el portal Infomercado, en medio de la dificultad, surgió una idea transformadora: crear pañales ecológicos de tela. Así, en 2017, inició su primer negocio en un contexto de creciente delincuencia e inestabilidad.
“En Venezuela, conseguir pañales era casi imposible, así que decidimos fabricarlos nosotros mismos y venderlos. Al ver la buena acogida que tuvieron, surgió en mí la idea de emigrar”, comentó María Dorta en una entrevista para la Fundación Americana para el Desarrollo.
Es así como María decidió emigrar a Perú en 2018, llevó consigo no solo sus habilidades, sino también un sueño. Junto a su socia peruana, Guisela Olehechea, fundó Kuyaiky Wawa en un país desconocido. Enfrentaron el reto de introducir un producto ecológico en un mercado aún sin explotar y, con esfuerzo, lograron cada venta inicial que cimentó su camino.
El crecimiento de su marca no fue sencillo, pero cada paso estaba dirigido por la necesidad de estabilidad para su familia y un profundo deseo de emprender. Kuyaiky Wawa, que significa “Te amo, bebé” en quechua, simboliza su compromiso con la sostenibilidad y el amor por sus hijos.
Superación de obstáculos e integración
Según el portal venezolano El Pitazo, la xenofobia fue uno de los numerosos desafíos con los que María se encontró al llegar a Perú. El rechazo por ser extranjero impactó tanto en su ánimo como en su negocio. Sin embargo, su determinación de mantener su marca y no ceder ante la adversidad fue inquebrantable.
Con ingenio y perseverancia, María logró superar estos obstáculos mediante el uso estratégico de redes sociales para conectarse con el público. La formación recibida a través de iniciativas como “Sueños sin Fronteras” le permitió integrar conocimientos de administración que pronto aplicaría a su negocio, lo que transformó cada desafío en una oportunidad de crecimiento.
Además, según Infomercado, la participación en proyectos como “Somos Parte” impulsó su proceso de integración en el mercado peruano. Esto no solo consolidó su negocio, sino que también fortaleció su conexión con la comunidad, convirtiéndose en un ejemplo de éxito para otros migrantes.
Un modelo de sostenibilidad y empoderamiento femenino
Desde su taller en Los Olivos, Lima, María ha creado algo más que una empresa: un espacio de empoderamiento femenino. Kuyaiky Wawa no solo ofrece productos sostenibles, sino que proporciona empleo a diez mujeres, muchas de ellas en situaciones similares a la de María cuando llegó a Perú.
“Yo no podía creer que daba trabajo, que tenía que pagar nómina y tener que buscar empleados. Tuve que armar un equipo de trabajo; ahora he incorporado a madres a que aprendan a hacer pañales, a que aprendan a vender. Les estoy dando una herramienta para que generen empleo”, explica María.
La fabricación de pañales ecológicos no solo contribuye al medio ambiente, sino que también permite a las familias ahorrar considerablemente. Esta misión es parte de un compromiso más amplio con el empoderamiento de las mujeres y representa una alternativa económicamente viable y sostenible.
Además de ser un negocio, Kuyaiky Wawa es un símbolo de perseverancia que inspira a otras mujeres. María también ha impulsado la creación de “Sorrority”, una tienda que actúa como una plataforma de crecimiento para emprendedoras y así brindar un lugar para que las mujeres del equipo comercialicen sus productos, fortalezcan sus habilidades y compartan sus conocimientos.
Expansión y sueños para el futuro
A medida que su negocio crece, María apuesta por la capacitación constante. Gracias a la colaboración con organizaciones internacionales, ha logrado expandir sus productos a nivel nacional lo que posiciona sus pañales en grandes plataformas de comercio electrónico como Falabella Online.
El compromiso de María va más allá de un simple interés comercial. Su visión de empoderar a otras mujeres y fortalecer la comunidad da testimonio de una dedicación a largo plazo hacia el desarrollo social y económico. Inspirada por el éxito alcanzado hasta ahora, su sueño es seguir creciendo y ayudar a más mujeres en situaciones vulnerables a encontrar sus propios caminos hacia el éxito.
“Quiero llegar al mundo entero, quiero que los pañales ecológicos sean reconocidos a nivel mundial”, concluye María con determinación.
María Dorta ha demostrado que las adversidades pueden convertirse en oportunidades cuando se abordan con valentía y determinación. Su historia es un ejemplo de talentoso para quienes enfrentan dificultades, recordándoles que con esfuerzo y perseverancia, los sueños más audaces pueden hacerse realidad.