El jardín infantil Casita Amiga, que está ubicado en la sector Cruz de Motupe de San Juan de Lurigancho, se convirtió en el punto de la inseguridad ciudadana tras verse afectado por cuatro robos consecutivos, pese a que el distrito está en estado de emergencia.
Esta situación ha provocado preocupación entre padres y docentes, quienes alzaron su voz en búsqueda de apoyo para resguardar a los 160 niños de entre cuatro y seis años que asisten al centro educativo.
Durante el último asalto, perpetrado en la madrugada del domingo, los delincuentes ingresaron a las aulas desde las ventanas, de acuerdo con información de Latina Noticias. Los ladrones se llevaron materiales esenciales para el aprendizaje, como útiles escolares y juguetes. Incluso, la mochila de emergencia en caso de sismos fue sustraída.
La directora, Doris Sánchez, en conversación con el citado medio de comunicación, expresó su frustración frente a la falta de medidas efectivas de seguridad.
“Es la cuarta vez que estos malhechores entran a nuestra institución. Esto ya cansa y afecta nuestra labor educativa. Nos hemos esforzado en construir este espacio prácticamente desde cero, y tanto los padres como los docentes aportamos constantemente para el bienestar de los niños”, señaló.
Además de los robos, los alrededores de la institución representan un riesgo adicional. La educadora mencionó que un parque cercano se ha convertido en un punto de reunión para personas en estado de drogadicción, lo que incrementa la sensación de inseguridad entre la comunidad educativa.
“Son niños de tres, cuatro y cinco años, y están vulnerables no solo a los robos de materiales, sino también ante la inseguridad ciudadana. En el parque al costado merodean personas de mal vivir. La Policía Nacional y el serenazgo tienen conocimiento de esto”, añadió.
De la misma forma, Carlos Mendoza, presidente de la Asociación de Padres de Familia (APAFA) de la institución, pidió medidas por parte de las autoridades.
“Aquí no hay presencia constante de la Policía ni del serenazgo. Es necesario que instalen una caseta de vigilancia, ya que esto es un jardín infantil y los niños merecen un entorno seguro”, precisó a Latina.
Los padres, los docentes y los vecinos de la zona esperan que sus reclamos sean escuchados y que se implementen medidas de protección antes de que ocurra una situación de mayor gravedad.
Ni las guarderías se salvan de la extorsión
El temor se apoderó de una guardería en Santa Anita después de que dos extorsionadores, se presentaran en el establecimiento ubicado en la avenida Cascanueces.
Según informó Buenos Días Perú de Panamericana Televisión, los hombres tocaron el timbre y pidieron hablar con los propietarios del lugar. Una docente, quien atendió la puerta, se mostró reacia a proporcionar información, lo que no impidió que los sujetos intentaran presionarla para obtener contacto con los apoderados.
El incidente escaló cuando al día siguiente, el personal de la guardería encontró una paloma muerta y una carta con la frase “Plata o plomo” detrás de la reja de entrada. Este mensaje, claramente intimidante, llevó a la dirección del centro a tomar la decisión de cerrar temporalmente sus puertas por miedo a represalias.
El jardín de infantes, que atiende a unos 20 niños, se ha convertido en el blanco de amenazas que hasta el momento no han especificado una cantidad de dinero exigida. Sin embargo, días antes del incidente, los extorsionadores fueron vistos merodeando el lugar en una motocicleta, lo que aumentó la preocupación entre el personal y los padres de familia.