Cansados de la criminalidad incesante, pobladores enardecidos del distrito de San Marcos, en la provincia de Huari, de la región de Áncash, capturaron y mataron a golpes a cinco hombres que habrían participado en el secuestro del joven empresario Withman Domínguez Salazar.
“¡Auxilio! A mi hermano Withman sujetos desconocidos han secuestrado en Aceitepampa antes de llegar a Huancha hace 15 minutos. Camioneta gris. Se han dirigido a San Marcos. Por favor, pido a toda la población salir y apoyar. Han sido ocho encapuchados y lo han subido a una camioneta gris”, posteó Francisco, el hermano de la víctima, en sus redes sociales, alertando a la población sobre lo ocurrido.
La Policía Nacional (PNP) informó que Withman fue secuestrado el pasado 5 de noviembre por un grupo de individuos, minutos antes de que su hermano alertara sobre el hecho en redes sociales. El secuestro tuvo lugar en el sector de Aceitepampa.
Poco después, pobladores del caserío de Huanchá, en el mismo distrito, identificaron el vehículo de los presuntos secuestradores y lograron interceptarlos. Según informó el medio local RSD, Withman había escapado del vehículo y ello llamó la atención de la población.
Matan a golpes a presuntos secuestradores
Motivados por la desesperación y la constante inseguridad en su comunidad, los pobladores decidieron tomar justicia por mano propia. Rodearon a los detenidos y los sometieron a una golpiza brutal. A medida que la multitud se fue sumando al linchamiento, los sospechosos terminaron confesando que provenían del norte de Lima.
La situación rápidamente se salió de control y los cinco hombres detenidos fueron golpeados hasta quedar gravemente heridos. En medio del caos, algunos de los secuestradores, en un intento por salvar sus vidas, señalaron a un supuesto cómplice, un tal ‘Nery Pajuelo’, quien, según ellos, los habría contratado para realizar el secuestro. Sin embargo, las autoridades no han confirmado esta información.
A pesar de los intentos de los agentes de serenazgo y la Policía por salvar a los presuntos secuestradores, la multitud se tornó más agresiva, bloqueando el acceso de los vehículos policiales. A medida que el tiempo pasaba, los ciudadanos, con la intención de hacer justicia inmediata, impidieron el traslado de los sospechosos, despojándolos de cualquier protección que intentaran brindarles las autoridades.
Finalmente, cuando la multitud comenzó a dispersarse, los policías aprovecharon para rescatar los cuerpos de los presuntos delincuentes, quienes ya habían fallecido a causa de las lesiones sufridas. Las autoridades encontraron a los hombres semidesnudos y con evidentes signos de violencia en todo su cuerpo, confirmando que no presentaban signos vitales.
En el lugar, también se halló una mochila con documentos de identidad que coincidían con los nombres de dos de los presuntos secuestradores. La población había arrojado dicha mochila en un intento por deshacerse de cualquier evidencia vinculante.
En la plaza de Huanchá, donde se produjo la captura de los sospechosos, los habitantes también prendieron fuego a la camioneta utilizada en el secuestro. El vehículo, según los registros oficiales, pertenecía a una empresa local. Las autoridades han iniciado una investigación sobre los hechos, mientras la comunidad sigue conmocionada por la violencia que ha marcado este caso.