A las 14:39 horas, un sismo de magnitud 6 sacudió el sureste de la provincia de Cañete, con epicentro a 50 kilómetros de Lunahuaná, según informó el Instituto Geofísico del Perú (IGP). El movimiento sorprendió a residentes y trabajadores en la Plaza de Armas, donde el personal del Ministerio Público y transeúntes desalojaron edificios en los primeros instantes del evento sísmico.
En la plaza de Armas de Cañete, el personal del Ministerio Público y residentes que se encontraban en las calles relataron cómo vivieron los momentos de incertidumbre. De inmediato, los ciudadanos salieron de sus viviendas y oficinas para resguardarse en espacios abiertos, siguiendo los protocolos de seguridad ante sismos.
“Todos bajaron porque se sintió fuerte, pero las personas están tranquilas y ya están regresando”, comentó uno de los ciudadanos. Mientras los escolares del colegio de Varones de Cañete salían de sus aulas para ponerse en lugares seguros.
La intensidad del sismo fue clasificada como V en Lunahuaná por el IGP, lo cual generó alerta en zonas aledañas e incluso en la ciudad de Lima, donde el movimiento telúrico fue percibido de manera moderada en varios distritos.
Así se sintió el sismo en otras regiones
El impacto del temblor se extendió más allá de la provincia de Cañete, llegando a regiones cercanas como Huancavelica e Ica. En Huancavelica, los distritos de Huaytará, Castrovirreyna y Churcampa reportaron haber sentido el movimiento, mientras que en Ica el sismo se percibió con mayor intensidad en localidades como Chincha, Pisco y Paracas.
En la zona costera de Pisco, el temblor generó particular preocupación. Según algunos residentes de Pisco Playa, el suelo conocido como “licuado”, característico de esta región, tiende a intensificar las vibraciones, lo que resultó en un ambiente de temor. Algunos vecinos optaron por mantenerse fuera de sus viviendas durante varios minutos luego del sismo, rememorando el terremoto que en 2007 devastó la ciudad.
Las autoridades de la región de Pisco, incluyendo el alcalde, Pedro Fuentes Hernández, y personal de Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), iniciaron de inmediato un recorrido de inspección en áreas como Pisco Playa y el barrio de Leticia, que sufrieron graves daños en 2007. Hasta el momento, el monitoreo no ha reportado daños materiales ni pérdidas personales, según informes de Canal N. Sin embargo, el recuerdo del devastador terremoto de años anteriores despierta temor entre los pobladores, quienes permanecen atentos ante la posibilidad de réplicas.
Horas antes, durante la madrugada de hoy, otro movimiento telúrico de menor magnitud, registrado en 4.6 grados, fue percibido por algunas personas, aunque sin la misma intensidad y repercusión del sismo de la tarde. Pocas personas en la región de Nazca se percataron de este evento, pero su registro añade a la lista de sismos recientes.
De acuerdo a la información brindada por las autoridades locales a Indeci, el movimiento telúrico fue percibido fuerte en las provincias de Ica y Chincha (Ica); moderado en Nasca (Ica) y Castrovirreyna (Huancavelica); así como leve en las provincias de Huamanga, Huanta (Ayacucho), Lima y Yauyos (Lima).
Además, informó que el Centro de Operaciones de Emergencia Sectorial del Ministerio de Energía y Minas informó que el servicio de energía eléctrica se brinda con normalidad. Asimismo, unidades pertenecientes a instituciones de primera respuesta, junto a las autoridades locales, continúan el monitoreo de posibles daños en las zonas vulnerables de los distritos mencionados.
La gran distancia evitó daños en la región
Hernando Tavera, presidente del IGP, conversó con Canal N y señaló: “En este evento ha jugado un papel muy importante el hecho de que el sismo ocurriera a 129 kilómetros de profundidad, muy distante del distrito de Lunahuaná. Debido a esa profundidad, no ha generado daños en la superficie”.