Un suceso inusual tuvo lugar en Huancayo, donde el impacto de un rayo en un campo de fútbol local dejó a varios jugadores en el suelo. El incidente, que ocurrió mientras los futbolistas abandonaban el terreno de juego tras la suspensión del partido, provocó que uno de los arqueros y un defensa recibieran la descarga directa, mientras otros jugadores se vieron afectados por la onda expansiva. Este hecho dio pie a conocer sobre los efectos físicos y médicos de las descargas eléctricas naturales y el peligro que representan.
El médico internista Alejandro Calderón, en conversación con Infobae Perú, explicó los efectos devastadores de una descarga eléctrica de este tipo. Según el especialista, un rayo transporta una cantidad de energía descomunal, con una intensidad que puede alcanzar los 10 mil voltios y temperaturas que rondan los 8 mil grados centígrados. La energía liberada en un milisegundo puede causar destrucción interna inmediata en el organismo, dejando daños considerables en órganos vitales y sistemas complejos.
Además, destacó que la onda expansiva generada por el impacto del rayo puede causar fracturas y desgarros musculares en el punto de entrada de la descarga. “Toda esa onda expansiva genera una energía acumulada que puede provocar fracturas y destrucción muscular”, detalló el médico. La descarga puede afectar los vasos arteriales, desencadenando un espasmo generalizado en los vasos sanguíneos que eleva la presión arterial de forma extrema y potencialmente fatal.
Los efectos de un rayo también abarcan problemas neurológicos y cardiovasculares, como ataques cardíacos, trastornos eléctricos en el ritmo cardíaco y daños permanentes en el cerebro. El médico internista enfatizó que las consecuencias pueden incluir hemorragias internas, especialmente a nivel cerebral y renal. En algunos casos, estas descargas pueden generar un paro cardiorrespiratorio inmediato, debido a la interrupción del ritmo cardíaco.
“Puede provocar una hipertensión arterial interna debido a la ruptura de los vasos arteriales. Esta ruptura puede afectar al corazón, al cerebro y, sobre todo, a los riñones, siendo especialmente peligrosa en el cerebro, donde puede causar hemorragias intraparenquimatosas. Inmediatamente, esto puede llevar a la muerte por paro respiratorio o fallo cardiovascular. Además, la descarga eléctrica puede causar trastornos en el ritmo eléctrico del corazón, lo que puede resultar en taquicardia y un infarto agudo de miocardio”, declaró.
Riesgos de muerte en casos de descargas de rayo
De acuerdo con el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el 10% de las personas afectadas por un rayo pierden la vida. Las causas de muerte más comunes son ataques cardíacos o fallos respiratorios, que suelen ocurrir de forma súbita tras el impacto. Además de los fallecimientos, las lesiones en los sobrevivientes abarcan un rango de problemas físicos y neurológicos que pueden ser temporales o permanentes, como traumatismos cerrados, cataratas, quemaduras cutáneas y daño auditivo.
“Cuando una persona recibe el impacto de un rayo o entra en contacto directo con él, la lesión más grave que puede ocurrir es el paro cardíaco. Esto sucede porque el rayo es una descarga electromagnética que transmite una gran cantidad de energía al cuerpo en milisegundos. Según la literatura médica, aproximadamente un 10% de las personas alcanzadas por un rayo fallecen debido a este tipo de lesiones”, señaló el doctor Omar Neyra para Infobae Perú.
Los efectos de un rayo sobre el cuerpo humano se ven exacerbados por la naturaleza eléctrica y térmica de la descarga. Al atravesar el cuerpo, la corriente eléctrica se desplaza a través de los tejidos y puede desencadenar reacciones en órganos y sistemas vitales. Esta corriente no solo altera el ritmo cardíaco, sino que también puede provocar rabdomiólisis, una condición donde el riñón se ve afectado por la acumulación de residuos musculares, lo que obstruye su funcionamiento y requiere hidratación intensiva para reducir el daño, así indicó el doctor Calderón.
¿Qué es lo que se debe hacer si una persona fue afectada por un rayo?
El especialista explicó que las maniobras de primeros auxilios pueden ser cruciales para quienes sobreviven a un impacto de rayo. En casos de paro cardiorrespiratorio, se deben realizar maniobras de reanimación y, de ser posible, trasladar al paciente fuera del campo electromagnético para reducir los efectos de la carga residual. Es fundamental atender a los signos vitales y evaluar si el corazón fue afectado por la descarga.
“Inmediatamente hay que verificar los signos vitales para determinar si el paciente tiene latido cardíaco. Se considera que está en parada cardiorrespiratoria como consecuencia de una corriente eléctrica o de una descarga eléctrica. Cuando un rayo impacta a una persona, se llama fulguración. Si bien puede no escucharse el ruido cardíaco ni la respiración, es fundamental realizar maniobras de resucitación de inmediato”, añadió.
El médico comentó que en situaciones de descarga eléctrica, es importante verificar si hay heridas superficiales en los miembros inferiores y mantener una hidratación adecuada. Esto es clave para evitar complicaciones en los riñones. Si el paciente presenta dificultad respiratoria o pérdida de conciencia, se puede recurrir a la intubación para garantizar el flujo de aire y facilitar su recuperación.
Además, el experto señaló también que a largo plazo pueden surgir daños en la audición y la visión, incluyendo rupturas de los tímpanos y cataratas. La intensidad de la descarga y el tipo de contacto con el suelo juegan un papel determinante en la magnitud de las lesiones. Algunos pacientes pueden experimentar daños en órganos internos debido a la gran cantidad de energía que se acumula en el cuerpo.
“Dependiendo de la intensidad, también pueden ocurrir quemaduras, fracturas y problemas en los riñones, como la rabdomiolisis, que ocurre cuando se acumulan sustancias tóxicas en el riñón. Este problema se resuelve con hidratación y suero para ayudar a su funcionamiento”, finalizó.
Al igual que el doctor Calderón, el médico Omar Neyra declaró que “Además del paro cardíaco, hay otras consecuencias: pueden aparecer problemas neuromusculares, que a veces se revierten, y también daños en la visión y audición; algunas personas, por ejemplo, pueden perder la audición. También pueden producirse quemaduras tanto externas como internas, aunque estas suelen ser limitadas. En casos de daño neuromuscular, es posible que ocurran convulsiones o pérdida de conocimiento.”