El impacto de las lluvias en la zona de Lima Este, en particular en el distrito de Lurigancho-Chosica, requiere de especial atención y la instalación de elementos denominados geomallas; barreras de contención para evitar que los huaicos causen mayores daños a los ciudadanos que han construido sus viviendas en zonas de alto riesgo. Pese a que el Estado ha invertido 7 millones de soles en la compra del equipo necesario, este se encuentra almacenado en una chanchería y rodeado de basura.
De las 21 quebradas que se encuentran en las zonas de Chaclacayo y Chosica, solo nueve poseen geomallas dinámicas, según un informe de Punto Final. El resto posee diques improvisados que fueron creados para intentar frenar el avance de los huaicos.
Enrique Baffi, gerente de la empresa Pronte, que fue seleccionada por funcionarios de la Autoridad Nacional del Agua (ANA) para encargarse de la adquisición de las mallas, y que iba a estar a cargo también de su instalación en diciembre del 2023, afirmó que los elementos que fueron importados desde Suiza no pueden ser utilizados.
“Las mallas están acá. Las podemos instalar nosotros como cualquier otro. Pero es una negligencia, una omisión de funciones, que no se le dé uso a estas mallas. Esto no es cemento que vas y lo compras en un mercado. Estas son unas mallas fabricadas a medida, importadas por el fabricante que tiene la patente y que encima nosotros hemos tenido que hacer gestiones especiales, porque esto se fabrica en planta en Suiza, a pedido, y habían pedidos anteriores a los nuestros “, indicó Baffi a Punto Final.
Más de seis meses a la espera
La buena pro de la obra de infraestructura fue adjudicada a la empresa de Baffi en diciembre del 2023. Pese a ello, el gerente indicó que fue la ANA quien indicó que la adjudicación ‘no va’ incluso luego de haber adelantado el 10 % del monto total (7 millones de soles) y con un expediente técnico aprobado para la ejecución de los trabajos en las quebradas de Lima Este.
“Estaba todo y se está perdiendo. Ellos dicen que han tenido unos procedimientos internos que tienen que revisar y por tal situación anulan el proceso de selección y nos cortan el contrato (...)”, afirmó al programa periodistico. “Se contrató un equipo de gente. Más de 25 ingenieros de todas las especialidades que te exigen y con suficiente experiencia. Se armó un equipo técnico, se comenzó a organizar el trabajo, pero esos 45 días que teníamos para firmar el contrato no se cumplieron”
Según el contrato firmado por ambas partes, las mallas debieron de instalarse cinco meses luego de la adjudicación de la buena pro, en mayo de este año. Sin embargo, a noviembre del 2024, estas ni siquiera han salido del lugar donde se encuentran guardadas: un terreno en una chanchería.
La explicación ante esta falta de acción es que hubo una rotación de funcionarios. Esto se debió pues el entonces jefe de la ANA, Juan Carlos Castro, pasó a ser ministro del Ambiente, y aunque es una situación común en la administración pública, en esta oportunidad terminó afectando a las familias de la zona, que siguen reclamando por seguridad para sus casas.
ANA pide devolución de dinero
Según Edgar Zúñiga, abogado de la empresa Pronte, no hay explicación para la decisión de la ANA para anular el contrato firmado por ambas partes, pues “Si los expedientes técnicos fueron aprobados mediante acto administrativo, mediante una resolución directorial y nos pagaron, es porque todo estaba bien. ¿Cómo es que después dicen que hay errores?”
“El ANA de forma irresponsable nos ha mandado a ejecutar la carta de fianza. Nos ha dicho ‘te anulo el contrato y me devuelves el adelanto (7 millones)’, no solo eso, sino que también le devuelva lo que ha pagado por el expediente técnico, que está aprobado por resolución. (Si eso sucede) estas mallas no sirven para nada, están fabricadas a medida”, indicó Baffi.