La crisis hídrica en Perú ha alcanzado niveles alarmantes, afectando gravemente a las regiones de Lambayeque y Tumbes, donde los agricultores se enfrentan a una situación de emergencia. La falta de acceso adecuado al agua no solo pone en riesgo la producción agrícola y ganadera, sino que también amenaza los medios de vida de miles de familias y la economía local. En medio de esta adversidad, los productores han alzado la voz para exigir a las autoridades soluciones efectivas y urgentes que permitan enfrentar esta crítica situación.
En Lambayeque, la suspensión del suministro de agua destinado a la agricultura ha llevado a más de 100 mil agricultores a solicitar una declaratoria de emergencia. Mientras tanto, en Tumbes, el río Tumbes apenas transporta un nivel crítico de agua, lo que ha llevado a muchos a perforar pozos sin permisos.
Ambas comunidades agrícolas hacen un llamado urgente a las autoridades para que prioricen el acceso al agua y desarrollen infraestructuras necesarias que garanticen la sostenibilidad de sus actividades productivas y el bienestar de sus familias.
Tumbes se queda sin agua
La región de Tumbes enfrenta una grave crisis hídrica que pone en jaque la producción agrícola y ganadera. Según informó Exitosa, el río Tumbes, que debería llevar entre 2500 y 2800 metros cúbicos por segundo durante la temporada de lluvias, apenas alcanza los 14 metros cúbicos por segundo en la actualidad. Esta alarmante situación ha llevado a los agricultores a una precariedad extrema, donde la falta de agua para el riego de cultivos se suma a una crisis financiera que ya los afectaba.
En este contexto, el director regional de agricultura de Tumbes, Carlos Lozano Pérez, advirtió que la región no ha recibido la atención necesaria por parte del gobierno central en cuanto a la construcción de presas. A pesar de las reiteradas solicitudes para el desarrollo de infraestructuras de irrigación, como las presas Ad Vías y Faital, la situación permanece sin cambios. “Tumbes es la única región que no tiene cosecha de agua”, explicó.
A pesar de las coordinaciones entre el gobernador de Tumbes y el titular del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Minagri), Ángel Manero, Carlos Lozano enfatizó que aún se necesitan acciones concretas para dar inicio a este importante proyecto de irrigación en la región.
“El agua del río Tumbes se pierde en el mar porque no tenemos una represa. Es fundamental que se implementen proyectos de irrigación de una vez por todas para asegurar el suministro de agua a nuestra región fronteriza”, enfatizó Lozano.
Medidas desesperadas
El director de agricultura destacó que muchos de sus colegas se ven obligados a perforar pozos de 25 o 30 metros sin los permisos necesarios, ante la necesidad urgente de asegurar el recurso hídrico. La situación se complica aún más en zonas como Matapalo, donde la prohibición de construir pozos tubulares ha dejado a los agricultores en una posición vulnerable ante la sequía.
Además, tanto en esta área, como en sector de Casitas se cultivan productos como yuca, papaya, y el sector ganadero, que es una fuente de sustento para muchas familias, también se ve amenazado. Los agricultores de Matapalo han solicitado a las autoridades que se simplifiquen los requisitos para perforar pozos, con el fin de encontrar una solución inmediata a la escasez de agua.
Los cultivos en la región se encuentran en peligro. Se estima que en Casitas, donde la agricultura es vital, alrededor de 14 mil hectáreas podrían verse afectadas, mientras que en Matapalo, donde se siembran cítricos como limón, banano y naranja, la afectación podría llegar a las 24 mil hectáreas. Sin un cambio significativo en la gestión del agua y la implementación de medidas efectivas, los agricultores de Tumbes corren el riesgo de enfrentar una situación cada vez más complejta.
Lozano Pérez advirtió que si el caudal del río Tumbes disminuye a 13 metros cúbicos por segundo, la situación se tornaría aún más crítica, ya que se vería afectado el suministro de agua destinado a la población. Ante esta amenaza, hizo un llamado urgente a las autoridades para que actúen de inmediato en la construcción de presas y en la implementación de acciones concretas que permitan enfrentar esta crisis hídrica de manera efectiva. Esta situación no solo pone en riesgo la producción agrícola y ganadera, sino que también amenaza la seguridad alimentaria de la región.
Lambayeque exige declaratoria de emergencia por crítica falta de agua
La región Lambayeque enfrenta una crítica crisis hídrica que ha llevado a los agricultores a solicitar urgentemente una declaratoria de emergencia debido al déficit de agua. Este problema no solo afecta la producción agrícola, sino que también impacta gravemente la economía local y la subsistencia de miles de familias dedicadas al sector.
Los agricultores han expresado su preocupación ante la suspensión del servicio de agua destinado a la agricultura, que ha sido priorizado exclusivamente para el consumo poblacional por la falta de agua. Carlos Guevara, agricultor y representate del sector, confirmó para Exitosa que la situación perjudicó a más de 100 mil agricultores en Lambayeque, incluidos aproximadamente 35 mil en el Valle Chancay, donde se han cerrado completamente las compuertas del reservorio de Tinajones.
“La falta de agua afecta nuestros cultivos permanentes y temporales, como el maíz y las menestras. La situación es alarmante”, declaró Guevara
En ese sentido, el también productor de arroz indicó que reservorio de Tinajones, que actualmente almacena 87 millones de metros cúbicos de agua, de los que solo tiene 34 millones son disponibles para consumo humano. Este volumen es insuficiente para atender la demanda agrícola, lo que pone en riesgo las campañas de cultivos esenciales como la caña de azúcar y el arroz. La campaña de algodón, que debería haber comenzado en octubre, ya ha sido descartada, y la de arroz, que debería iniciarse el 1 de diciembre, está amenazada.
“Esa cantidad de agua solo alcanzaría para atender por 100 días la demanada de uso población exclusivamente”, advirtió para el mismo medio.
Piden declaratoria de emergencia
Guevara enfatiza la necesidad de que el Gobierno declare en emergencia a la región y implemente acciones inmediatas para hacer frente a esta crisis, incluyendo la reactivación de los pozos de agua del subsuelo y la construcción de represas, algo que se había prometido pero que aún no se ha concretado.
“Siempre se declara en emergencia pero no se acompaña con presupuesto para ejecutar las obras en el corto, mediano y largo plazo (...) Es vital activar el agua del subsuelo y contemplar el uso del agua de mar, una práctica que ya utilizan otros países”, aseguró.
En ese sentido, Guevara señala la falta de inversión en infraestructura hidráulica ha llevado a una paralización del dinamismo económico en la región, que tradicionalmente depende de la agricultura. “Invertimos aproximadamente 12 mil soles por hectárea y cultivamos alrededor de 50 mil hectáreas. Si esto se detiene, las pérdidas económicas serán millonarias”, advirtió