La Morgue de Chiclayo enfrenta una crisis debido a la falta de recursos y condiciones mínimas para llevar a cabo las labores de medicina legal. Carlos Capuñay, técnico necropsiador de la Unidad Médico Legal 3 de Lambayeque, denunció la situación crítica en la que él y sus compañeros deben trabajar, donde escasean los implementos básicos y las instalaciones están en condiciones insalubres.
“Tenemos nueve cuerpos acumulados, de los cuales cuatro son adultos y cinco son restos humanos, entre fetos y recién nacidos, que llevan más de dos años sin ser sepultados por falta de presupuesto,” señaló Capuñay en diálogo con Exitosa Noticias.
Según mencionó, la morgue cuenta con una sola cámara de conservación de cadáveres, diseñada para albergar solo cuatro cuerpos. Sin embargo, debido al alto flujo de cadáveres, esta capacidad ha sido sobrepasada, y la cámara se encuentra en mal estado, afectando la conservación de los cuerpos.
El técnico necropsiador explicó también que la falta de insumos y equipos dificulta incluso los procedimientos básicos de necropsia: “No tenemos sierras adecuadas, y hemos llegado al extremo de utilizar cuchillos de cocina y sierras de corte de fierro traídas de nuestras propias casas para abrir los cuerpos. Los implementos mínimos como el equipo de protección personal son inexistentes. Tenemos que comprarlos nosotros mismos”.
Agregó que tampoco cuentan con insumos químicos ni materiales de oficina, y que el cromatógrafo de gases del área de toxicología no funciona desde 2022, lo cual impide realizar exámenes de dosaje etílico y otros análisis fundamentales.
Salud de trabajadores expuesta
Capuñay también expresó su preocupación por la salud de los 40 trabajadores que prestan servicios en dicha morgue. Ellos están expuestos a enfermedades graves debido al contacto continuo con cadáveres en descomposición.
“No solo trabajamos en condiciones extremas, sino que nos exponemos a enfermedades como hepatitis, VIH y tuberculosis. Pedimos a las autoridades que nos brinden el apoyo necesario para poder llevar a cabo nuestras labores de manera segura y digna”, dijo.
Capuñay hizo un llamado a las autoridades, incluyendo al Ministerio de Economía y Finanzas y a la presidenta Dina Boluarte, para que asignen el presupuesto necesario y mejoren las condiciones de todas las morgues del país.
Asimismo, informó que el lunes presentará un informe al Ministerio Público exponiendo la problemática de la morgue y, también, para pedir que se les asignen fosas comunes.
“Esperamos que el gobierno se sensibilice con nuestra situación. Esta es una emergencia nacional que requiere acción inmediata”, señaló.
Incrementan los cadáveres por homicidios
Además, destacó el aumento significativo de cadáveres, atribuido al incremento de la criminalidad en la región. “Antes recibíamos unos 30 cadáveres al mes, ahora son entre 60 y 80, y muchos de estos casos son muertes violentas, en su mayoría homicidios por sicariato,” afirmó.
Cabe mencionar que esta situación no es exclusiva en la Morgue de Chiclayo. Hace unas semanas se conoció también la situación de la Morgue de Lima donde trabajadores denunciaron que la capacidad del mortuorio ha rebasado.
Según David Hereña, secretario de la Federación Nacional de Trabajadores del Poder Judicial (FNTP), la situación se agravó con el aumento del índice de criminalidad, ya que “a diario se registran hasta dieciocho cadáveres por muerte violenta”. Este incremento desbordó la capacidad operativa del centro, al no poder realizar las autopsias dentro de los plazos exigidos por la ley.
La Morgue de Lima también enfrenta desafíos por la falta de personal médico legista, técnicos en necropsia e implementos que impiden cumplir con los estándares de bioseguridad.