El actual contexto de inseguridad ha añadido una capa de complejidad para quienes planean viajar durante el fin de semana largo a diferentes destinos del país. Las protestas, la ola de criminalidad y los paros de transportistas han generado preocupación, especialmente en Lima, principal punto de entrada del turismo receptivo. Esto plantea un dilema tanto para turistas nacionales como internacionales: ¿es mejor viajar o quedarse en casa?
El impacto más evidente se percibe en los city tours por Lima, donde las manifestaciones han limitado el acceso al centro histórico, afectando la experiencia de los turistas. Las restricciones en la catedral y otros puntos turísticos frustran a los visitantes y los obligan a ajustar sus horarios. Sin embargo, destinos como Cusco, Arequipa y la Amazonía mantienen su atractivo sin mayores contratiempos.
El sector turístico ha adoptado estrategias para mitigar el impacto, como la flexibilidad en la reprogramación de reservas y una comunicación precisa, pero sin alarmismo, garantizando tranquilidad. Estas medidas buscan evitar cancelaciones y mantener la confianza de los visitantes, demostrando que es posible disfrutar del Perú a pesar de los desafíos.
Por otro lado, para quienes decidan viajar deben evitar calles solitarias, mantenerse en contacto con familiares y viajar ligero. Además, el servicio iPerú de Promperú ofrece información en tiempo real sobre horarios y operadores formales, brindando una red de apoyo confiable.
Para aquellos que residen en Lima y prefieran no viajar, las procesiones del Señor de los Milagros y la feria Perú Mucho Gusto ofrecen opciones culturales enriquecedoras. A nivel nacional, museos y ferias también constituyen alternativas atractivas que permiten disfrutar de experiencias seguras y económicas.
Si bien las noticias sobre inseguridad aún no tienen impacto significativo a nivel internacional, podrían influir en la percepción de los turistas al llegar. No obstante, la buena imagen del país se refuerza con eventos internacionales como APEC y proyectos futuros, como el aeropuerto Jorge Chávez y el megapuerto de Chancay, que fortalecen el turismo.
Viajar o quedarse en casa es una decisión que no debe tomarse a la ligera. Más allá del destino, es fundamental evaluar cada situación con cautela y aprovechar los recursos disponibles para garantizar una experiencia segura.