La salud mental de los peruanos se encuentra en riesgo debido a la ola de delincuencia que azota al país, especialmente en ciudades como Lima. A medida que los asaltos, los secuestros y las extorsiones aumentan, también lo hacen los casos de ansiedad y estrés por la inseguridad en la población en general.
Una de las principales víctimas de esta alta tasa de criminalidad como las extorsiones son los choferes de transporte público, quienes cada día ponen en riesgo su propia vida a la hora de trabajar.
Sin embargo, existen otras amenazas para la salud de los conductores peruanos, ya que pueden sufrir diversas enfermedades que afectan tanto su bienestar físico como mental debido a las condiciones propias de su trabajo.
Las 10 enfermedades más comunes en los choferes de transporte público
Entre las enfermedades más comunes que pueden padecer los choferes de transporte público, se encuentran las 10 siguientes:
1. Dolores de espalda: El dolor de espalda al conducir puede originarse por:
- Una postura inadecuada: adoptar una postura incorrecta al conducir puede causar molestias en la parte superior de la espalda, los hombros y las cervicales.
- Un tiempo prolongado en posición sentada: permanecer mucho tiempo sentado puede llevar a redondear la parte superior de la espalda y adelantar los hombros.
- Ciertas condiciones médicas: las hernias de disco, la escoliosis, la artritis, la ciática, la estenosis espinal o la espondilolistesis pueden provocar dolor de espalda al conducir.
2. Lesiones de la piel: los choferes están en riesgo de sufrir lesiones en la piel debido a la exposición a rayos ultravioleta sin protección adecuada. Si no utilizan bloqueador solar, esta exposición puede derivar en algún tipo de cáncer de piel.
3. Problemas visuales: los conductores pueden experimentar problemas visuales por distintos motivos como:
- La velocidad: a medida que aumenta la velocidad, las imágenes se vuelven menos nítidas y el campo de visión se reduce, fenómeno conocido como efecto túnel.
- Las enfermedades oculares: ciertas enfermedades oculares como el glaucoma, las cataratas o los desprendimientos de retina, pueden limitar el campo visual.
- La edad: el envejecimiento de la población incrementa el porcentaje de personas con dificultades en la visión nocturna.
- El deslumbramiento: el deslumbramiento es una pérdida temporal de visión que ocurre al exponerse a una luz más intensa que la iluminación circundante.
4. Lumbalgia: los choferes tienden a padecer lumbalgia debido a que permanecen mucho tiempo sentados en una postura inadecuada, lo cual puede generar tensión en los músculos de la espalda y el cuello.
Esto ocurre porque la parte superior de la espalda se redondea y los hombros se proyectan hacia adelante, por lo que se inclinan en exceso hacia el volante. En esta postura, el asiento se encuentra demasiado reclinado y el peso del cuerpo recae únicamente en un lado.
5. Cervicalgia: la cervicalgia, o dolor de cuello, puede surgir en los conductores por diversas causas, tales como:
- Traumatismos: un impacto trasero en un accidente de tráfico puede causar una contusión y distensión en la columna cervical, generando una contractura muscular.
- Posturas cotidianas: hábitos posturales inadecuados pueden producir sobrecargas musculares.
- Anomalías en partes blandas: la cervicalgia puede ser consecuencia de alteraciones en los músculos, ligamentos, discos, nervios, vértebras y sus articulaciones.
6. Problemas de audición: la exposición continua o repetida a sonidos de 85 decibelios o superiores puede provocar pérdida de audición
7. Parálisis del nervio radial: en el caso de los conductores, la posición en que mantienen los brazos durante largas jornadas de trabajo puede ser la causa de la parálisis del nervio radial. El nervio radial recorre desde la axila hasta la mano, pasando por la parte posterior del brazo. Al lesionarse, puede afectar el movimiento o la sensibilidad de la mano, el antebrazo o la parte superior del brazo.
8. Estrés: los choferes pueden sufrir estrés por diferentes motivos, entre ellos:
- Condiciones de la pista: el tráfico, el mal estado de las pistas o la falta de señalización pueden contribuir al estrés.
- Presión de tiempo: la prisa al volante puede llevar a una conducción más hostil y rápida, generando situaciones conflictivas.
- Exigencias laborales: pueden experimentar estrés debido a las exigencias de horarios, tiempos de llegada, retrasos en la carga y descarga, entre otros.
- Factores externos: el tráfico, el clima, los accidentes o la exposición a robos pueden aumentar el estrés en los choferes.
9. Depresión: permanecer muchas horas en el vehículo puede fomentar un estilo de vida sedentario, el cual se asocia con un mayor riesgo de padecer problemas de salud mental como estrés o ansiedad. Por otro lado, las personas que han estado involucradas en accidentes de tráfico presentan un mayor riesgo de desarrollar problemas psicológicos, como la depresión.
10. Síndrome de burnout: el síndrome de burnout, conocido también como “síndrome del trabajador quemado”, se manifiesta como un estado de agotamiento físico y mental que puede impactar negativamente en el rendimiento laboral e incrementar el riesgo de accidentes.
Los conductores pueden experimentar síndrome de burnout debido a diversos factores como:
- Estrés crónico: el estrés laboral que no se maneja adecuadamente puede dar lugar al síndrome de burnout.
- Carga laboral: los conductores pueden enfrentar una carga laboral y emocional considerable.
- Falta de apoyo social: a menudo, los conductores reciben escaso apoyo social en su entorno laboral.
- Factores medioambientales: el alto volumen de tráfico vehicular y la gran demanda de los usuarios pueden generar elevados niveles de estrés.