Hartos de ser víctimas de constantes robos, los vecinos de la comunidad de San Cristo, ubicado en el distrito de Sechura, en la región Piura, evitaron que miembros de la Policía Nacional del Perú (PNP) se lleven a dos presuntos ladrones a la comisaría para castigarlos con sus propias manos.
Según diversos medios locales, los delincuentes fueron sorprendidos intentando robar un motofurgon. Al ser sorprendidos por los propios comuneros, estos los atraparon y maniataron. Los policías aparecieron rápidamente para subirlos a un vehículo y trasladarlos lejos de la turba enardecida.
Sin embargo, en medio del trayecto, las personas que acompañaban al motofurgon se treparon y, pese a la presencia de las autoridades, comenzaron a agredir a estos individuos. Uno de los miembros de la PNP sacó su arma de fuego y disparó, en más de una ocasión, al aire para dispersar a los comuneros.
Contrariamente a lo que esperaba el agente, los balazos solo ofuscaron más a los vecinos de San Cristo, quienes lograron bajar a los criminales del vehículo para lincharlos en la vía pública.
Testigos de lo que ocurría grabaron la totura que tuvieron que soportar ‘los amigos de lo ajeno’, hasta que fueron atados, semidesnudos, a la parte trasera del transporte y obligados a caminar hasta la comisaría de la zona.
Mientras los delincuentes eran jalados por la motofurgon, los vecinos aprovecharon para transmitir en vivo a través de las redes sociales todo lo ocurrido e hicieron especial énfasis al enfocar el rostro de estos individuos para alertar a otros vecinos por si son liberados en las próximas horas por las autoridades.
Lo sucedido al norte del Perú refleja la desesperación que se vive entre la sociedad ante la ola de inseguridad ciudadana que azota a varias regiones del país. En el último paro nacional, Piura fue una de la regiones que salió a marchar para manifestarle al gobierno de Dina Boluarte.
Inseguridad ciudadana en Perú
El Índice de Progreso Social Regional del Perú (IPSRP) 2024, desarrollado por Centrum PUCP, en alianza con el Social Progress Imperative, revela que la inseguridad ciudadana es uno de los principales factores que frenan el avance en la mayoría de regiones del país.
La seguridad ciudadana en el Perú ha registrado un alarmante retroceso entre los años 2016 y 2024, impulsado por la crisis política, la falta de reformas en políticas de seguridad y la planificación urbana deficiente. Lima Metropolitana, por ejemplo, ha experimentado una disminución del 30% en su seguridad debido al auge de delitos violentos y actividades delictivas organizadas.
A nivel regional, la costa retrocedió un 11%, mientras que la sierra y la selva reportaron caídas aún más pronunciadas, con disminuciones del 15% y 14%, respectivamente, según se consigna en el informe del 2024. Este deterioro es especialmente preocupante en regiones como Madre de Dios, donde la seguridad personal cayó un 66%, vinculado al crecimiento de actividades ilegales como la minería informal.
Moquegua se mantiene en la primera posición del ranking con 66.4 puntos, posicionándose en el rango Medio Alto debido a su gestión en educación y al respeto de las libertades personales. En contraste, Puno continúa en la última posición con 51.3 puntos, a causa del descontento de su población respecto a sus derechos, lo que ha derivado en actos de violencia y criminalidad, limitando su capacidad para mejorar el bienestar de sus habitantes.