En Tacna, los ciudadanos de la región del sur de Perú, se levantaron en una jornada de paralización este miércoles 30 de octubre, en protesta contra el gobierno de Dina Boluarte. La medida, que se extiende por 24 horas, responde a la creciente inseguridad ciudadana y al anuncio de la ampliación del penal de Challapalca. Según el dirigente de Transporte de Carga Pesada, Dante Morales, más de 20 organizaciones han confirmado su participación en esta movilización.
La protesta ha llevado al Gobierno Regional de Tacna a suspender las clases presenciales en todas las instituciones educativas, desde la Educación Básica Regular hasta la Educación Básica Especial, tanto públicas como privadas. Las actividades académicas se desarrollarán en modalidad remota o virtual, con el fin de salvaguardar la seguridad y salud de la comunidad educativa.
Entre las organizaciones que se suman al paro se encuentran la Asociación de Junta de Usuarios de la Zona Comercial de Tacna (Aju Zotac), el Transporte Internacional, el Sindicato de Construcción Civil, taxistas, mototaxistas, el Transporte Urbano e Interurbano, la Federación de Prendas de Segundo Uso, el Sutep, la Cámara de Comercio, juntas vecinales, la Universidad Nacional Jorge Basadre Grohmann, y los mercados Santa Rosa, Pocollay y Grau.
El paro, que cuenta con garantías otorgadas por la Prefectura, se desarrolla desde las 00:00 horas hasta las 23:59 horas. Las concentraciones se llevarán a cabo en varios puntos estratégicos de la ciudad, como el óvalo Pocollay, óvalo Túpac Amaru, plaza Quiñonez, óvalo del León, óvalo Tarapacá, óvalo la Cultura, óvalo Cusco y la salida a Tarata.
El dirigente Dante Morales expresó que la población se ha declarado en sesión permanente para participar voluntariamente en esta movilización, en protesta por lo que consideran un maltrato hacia Tacna. La medida busca visibilizar el descontento de la ciudadanía ante las decisiones del gobierno central que afectan a la región.
Rechazo a la ampliación de Challapalca
Challapalca, el penal más alto del mundo, ubicado a 4600 metros sobre el nivel del mar en la frontera entre Tacna y Puno, se encuentra en el centro de una controversia. La propuesta del gobierno peruano de ampliar este centro penitenciario ha generado preocupación entre los habitantes de Tacna, quienes temen que la llegada de más reclusos incremente la criminalidad en la región. Según Encuentro.pe, el 24 de octubre, líderes locales se reunieron en el Colegio de Ingenieros de Tacna para expresar su rechazo a la ampliación, acordando organizar una protesta.
El penal de Challapalca, que comenzó a operar en 1997, fue diseñado para albergar a presos de alta peligrosidad. Actualmente, cuenta con 182 internos, aunque su capacidad es para 240. Un 30% de estos reclusos se encuentra en prisión preventiva, sin sentencia, mientras que el resto cumple condenas por delitos graves como sicariato, extorsión, homicidio, secuestro y robo en banda. La ubicación remota del penal, a cinco horas de viaje desde Tacna, sin transporte público disponible, añade complejidad a la situación.
Aldo Fuster Ocaña, expresidente de la Cámara de Comercio, Industria y Producción de Tacna, señaló que, aunque la criminalidad en Tacna no alcanza los niveles de otras regiones, no hay certeza de si esto se debe al trabajo policial o a otras razones. La administración del penal depende del Instituto Nacional Penitenciario (Inpe) Puno, y en esa región también existen quejas sobre su funcionamiento.
La ampliación del penal ha sido recibida con escepticismo por parte de la población local, que teme un aumento en la inseguridad. Este temor se basa en la percepción de que un mayor número de reclusos podría traducirse en un incremento de actividades delictivas en la zona. La situación se complica por las condiciones extremas del lugar, donde las temperaturas descienden por debajo de cero grados Celsius, lo que podría dificultar aún más la gestión del centro penitenciario.